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Según ranking de telecomunicaciones Bondades de apertura son una falacia

Disfrutar -luego de un proceso de apertura comercial de las telecomunicaciones- de múltiples proveedores de servicios y con ello de una competencia que genera tarifas baratas, no deja de ser una falacia, según se desprende de un escalafón empresarial que elabora el grupo argentino «Convergencia Latina».

Disfrutar -luego de un proceso de apertura comercial de las telecomunicaciones- de múltiples proveedores de servicios y con ello de una competencia que genera tarifas baratas, no deja de ser una falacia, según se desprende de un escalafón empresarial que elabora el grupo argentino «Convergencia Latina».
De acuerdo con los datos que ofrece el «ranking» de esta firma especializada en el mercado de las telecomunicaciones en Latinoamérica, la supuesta diversidad de operadores telefónicos y la competencia entre ellos, no es más que un espejismo, pues el mercado latinoamericano lo acaparan unas pocas compañías que se repiten en varios países.
Monopolios, duopolios u oligopolios, son la constante a lo largo y ancho de este subcontinente, el cual privatizó en algún momento sus sistemas telefónicos con la esperanza de gozar de tarifas más baratas y servicios de mejor calidad que los que tenían.
El «mapa» de Convergencia Latina -actualizado al 3 de octubre del presente año- muestra que cuatro grandes empresas -la mayoría transnacionales- tienen copada la prestación del servicio de telefonía móvil (celular) de Latinoamérica y seis acaparan la fija (domiciliar). La tendencia se repite en los servicios brindados a través de la red Internet.
Paralelo a esta situación, algunas de las compañías pequeñas que también funcionan como proveedoras de servicios, a la vez son subsidiarias de las grandes, con lo cual les resulta más fácil manejar los mercados y sus respectivas tarifas.
«De ese mapa (de Convergencia Latina) lo que se desprende es que en realidad no existen mercados de telecomunicaciones que trabajen en un mercado de libre competencia, sino que más bien hay monopolios, duopolios u oligopolios», aseguró el subgerente de Telecomunicaciones del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Álvaro Retana.
Al analizar la región latinoamericana -agregó-, se observa que hay empresas dominantes, con intereses que abarcan alguna o varias áreas de las telecomunicaciones.
En el caso costarricense -dijo Retana-, si se da la apertura comecial de estos servicios, posiblemente el ICE deberá competir con empresas que son veinte o treinta veces más grandes, con una estructura de mercado transnacional y oligopólica en Latinoamérica.
A partir de estudios que han hecho economistas -añadió- el problema es que en un mercado monopólico u oligopólico, el oferente podría -eventualmente- en forma artificial, aumentar la tarifa para obtener ingresos extraordinarios, en perjuicio de los consumidores.
El funcionario explicó que en estas situaciones la teoría económica propone regulaciones para este tipo de mercado.
«Sin embargo, al comparar las tarifas de Costa Rica con las de los países que han abierto los servicios y promulgan la liberalización, parece que algo no les ha funcionado, porque están más caras», puntualizó.
No quiso adelantar criterio de lo que pasaría en el país si se abre este mercado y el ICE es uno de los proveedores, en vista de que sus tarifas y servicios tienen un carácter solidario al ser subsidiadas. No obstante, no descarta que los montos básicos tuvieran que subir, para hacerlos más competitivos.
Un análisis del área de Planificación y Mercadeo de Telecomunicaciones del ICE divulgado el mes pasado por este Semanario (edición 1547), destacó las ventajas del monopolio costarricense frente a las telecomunicaciones privatizadas de las tres naciones latinoamericanas más desarrolladas en este campo: Argentina, Chile y México. En varios casos, las tarifas de Costa Rica son más bajas o están muy cercanas a las de estas.
En este momento, si se compara en los distintos países latinoamericanos el costo de un paquete de 180 minutos de uso de teléfono celular, el de Costa Rica resulta ser el más barato.

AQUÍ Y ALLÁ

Respecto a la información que detalla el mapa de Convergencia Latina, se percibe en varios países la presencia repetida de las mayores empresas proveedoras de telecomunicaciones.
Es así como en telefonía fija la española «Telefónica» se encuentra en Argentina, Brasil, Chile, El Salvador, Guatemala, México y Perú; «Telecom Italia» en Argentina, Bolivia, Chile, y Cuba; «Cable & Wireless» en Anguila, Antigua, Barbados, Dominica, Granada, Islas Caimán, Jamaica, Montserrat, San Kitts y Nevis, San Vicente, Santa Lucía, Trinidad y Tobago, y Turcos y Caicos; y «Verizon’ en Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela.
En materia de telefonía móvil, los grandes consorcios se adueñan también de los mercados nacionales, ya sea directamente o por medio de sus subsidiarias.
De esta manera, la transnacional «America Movil» posee a Telcel (México), Comcel (Colombia), Telgua (Guatemala), Porta (Ecuador), PCS digital (Nicaragua), CTE Personal (El Salvador), CTI Móvil (Argentina), y Claro (Brasil).
Mientras tanto, «Millicom» (la misma que operó en Costa Rica) está vinculada con Celtel (Honduras), Telemóvil (El Salvador), Comcel (Guatemala), Telecel (Bolivia y Paraguay); y «Telefónica Móviles» con MoviStar (Guatemala, El Salvador, México y Puerto Rico), Vivo (Brasil), Unifon (Argentina), y Telefónica Móvil (Chile).
La «radiografía» de Convergencia Latina también indica que en cuanto a los servicios de Internet, la oferta de proveedores en cada país no supera a tres empresas y se repiten como en la telefonía.
Con base en esta repartición del mercado de las telecomunicaciones, queda en evidencia que es una falacia la premisa de que la apertura comercial fomenta la participación de múltiples proveedores y de tarifas más bajas para el consumidor.

  • Eduardo Ramírez 
  • País
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