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A sus 81 años Hilda Chen Apuy recibirá el 5 de mayo el Premio Nacional de Cultura Magón.
De niña iba a la playa en Puntarenas para ver los barcos que se perdían en el horizonte y «ahí comenzó todo», asegura Hilda Chen Apuy Espinoza, reconocida con el premio de Cultura Magón 2003.
La galardonada recordó su interés por estudiar las culturas orientales y tender puentes de entendimiento para promover el respeto intercultural.
«Era muy lindo ver los barcos cuando se alejaban y se transformaban en un punto y luego desaparecían, entonces yo me preguntaba adónde irán esos navíos, me interesaba saber qué había al otro lado del mar», comentó.
Otro de los factores es su origen chino por parte de su padre, que le permitió acercarse a la comunidad china en el país para compartir sus tradiciones y enseñanzas.
Ella tiene una mirada comprensiva y transmisora de paz y en sus gestos se siente la vocación de la educadora que quiere abrir una ventana de conocimiento en cada conversación.
Chen Apuy es una estudiosa incansable y con una curiosidad que la ha llevado a China, Japón, India, EE.UU. y Europa para aprender nuevas cosas y luego transmitirlas a diferentes generaciones de estudiantes que no se cansan de llamarla para darle las felicitaciones. Entre las disciplinas que estudió destacan educación, historia del arte, filosofía del arte y literatura norteamericana, literatura española, arte y cultura de la India y diferentes estudios de Asia y lengua sánscrita.
A pesar de sus problemas de la vista, actualiza sus conocimientos mediante la ayuda de un amigo quien le lee los libros.
«La lección fundamental de mi vida ha sido ese gran interés por recibir y transmitir conocimiento y luego saber que nunca se acaba. Don Joaquín García Monge, que fue un gran maestro y amigo, me decía que el que no anda retrocede, por eso no podemos quedarnos estancados, hay que seguir estudiando «, comentó.
Después de recibir la noticia del reconocimiento por su aporte de toda una vida a la cultura, y en medio de un itinerario de entrevistas y felicitaciones, Chen Apuy recibió a UNIVERSIDAD en su casa en Tibás el pasado 15 de enero, para repasar parte de una vida que no se ha apartado nunca del aprendizaje.
«La UCR es mi segundo hogar, donde espero haber logrado abrir un espacio para el estudio de las culturas asiáticas y de otras procedencias. Por ejemplo uno de mis exalumnos que es brillante y con muchas publicaciones es Roberto Marín. También recomendé a varios estudiantes para que hicieran estudios africanos,» recordó Chen Apuy.
Su actividad docente en la UCR fue constante en las facultades de Letras, Ciencias Sociales y Bellas Artes donde impartió cursos en varias disciplinas. También ocupó cargos administrativos, ya que fue presidenta del Consejo Universitario; además dejó su huella en los medios de comunicación con programas en Radio Universidad y colaboradora del semanario UNIVERSIDAD. Desde 1984 es profesora emérita de la UCR.
«Algo hice pero no tanto como una quisiera, porque yo me repartía el tiempo dando cursos en distintas partes y aunque no haya logrado que mucha gente se especialice, pude hacer que se interesara en tomar asignaturas de arte japonés, de China y la India» comentó.
GUERRAS POR IGNORANCIA
Consultada sobre el papel hegemónico que EE.UU. está jugando en el mundo, Chen Apuy lamentó que no esté gobernando la gente más representativa en dicha nación.
«En EE.UU. también vive gente muy buena. Hay muchos estudios sobre Asia y académicos que conocen y quieren otras culturas, pero al gobierno han llegado personas que son muy conservadoras y con una visión muy estrecha de lo que es el mundo. Estoy en contra de un gobierno que puede actuar con ignorancia, porque por ahí se va a la guerra y eso es fatal,» manifestó.
Destacó la importancia de la comprensión intercultural e interreligiosa para entender que no todas las poblaciones del mundo tienen que ser cristianas. Poder entender estos credos y culturas es una forma de enriquecer la propia.
«Es cierto que se tiende a discriminar lo diferente, pero eso es por ignorancia. Combatirla es fundamental. Ésta no se combate con las armas sino con la educación, el conocimiento, que ha sido la labor de mi vida», expresó.
Agregó que «cuando se induce a esta guerra contra Irak se ignoró que esa tierra fue la antigua Mesopotamia, es decir la cuna de la civilización humana. Ahí está el patrimonio de la humanidad, por ignorancia lo bombardearon y permitieron que bandas internacionales de saqueadores se llevaran la riqueza de los museos».
CULTURA ASIÁTICA
Sobre los procesos de transformación que viven India y China, manifestó que son países que siempre los han considerado atrasados, cuando en realidad desarrollan una carrera tecnológica y de investigación a la par de las grandes potencias.
«Es difícil prever lo que pasará en China, que está en un proceso de transición y con grandes transformaciones, pero ya no se le puede considerar un país rezagado», puntualizó.
Chen Apuy manifestó que a pesar de la penetración de la cultura occidental en estas naciones, todavía se mantienen las raíces ancestrales de la cultura.
«La cultura y la población no necesariamente tienen que cambiar profundamente cuando se dan cambios políticos y económicos», manifestó.
Por otro lado, Chen Apuy también destacó la riqueza de sus expresiones artísticas, principalmente en la literatura, que hasta ahora se empieza a reconocer por medio de las traducciones.
«El mundo se ha ido abriendo ya que por muchos años hemos ignorado otro tipo de manifestaciones. Somos todos una sola familia y por el estudio es que se puede llegar a comprender eso. No es solo conocer otras culturas, sino también la nuestra; en nuestro país tenemos que decir que todos somos mestizos», concluyó.
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