Los futbolistas profesionales se exponen a sobrecargas de trabajo que pueden disminuir su rendimiento y afectar su salud. (Foto con fines ilustrativos)
Saturación mental, lesiones, bajos rendimientos, problemas de estrés, son algunas de las consecuencias que afrontan los futbolistas ante el exceso de carga al que se ven sometidos.
Esta sobrecarga incluso pueden  generar desenlaces  letales como los casos  de los futbolistas  Mark Vivien Foe y Miklos Feher.
La tragedia llegó con la muerte del camerunés Foe y poco tiempo después con la del húngaro Feher, mientras disputaban  encuentros con sus respectivos equipos.
Este hecho conmocionó al mundo pues  millones de personas presenciaban los partidos por televisión cuando quedaron atónitos  al verlos desplomarse sin razón aparente  para no levantarse más.
 
Muchas hipótesis apuntan a que esto podría deberse al exceso de carga sobre los futbolistas: la  gran cantidad de  partidos, los continuos y agotadores viajes, una alimentación inadecuada y la presión que manejan por ganar y generar ganancias. Todo ello puede desembocar en situaciones fatales como las  citadas.

SUMATORIA DE ESFUERZOS

Rolando «el Cadáver» Villalobos, entrenador del Club de Fútbol de la Universidad de Costa Rica, explicó que según la teoría los equipos deben  trabajar cuatro días de carga, en la que se les exige a los jugadores alto rendimiento, y tres días de descarga, los cuales se utilizan para trabajos más suaves, donde reciben masajes e hidroterapia.
De esta manera un futbolista podría jugar miércoles y domingo  de una misma semana (como sucede en el campeonato nacional) sin tener ningún inconveniente. No obstante los problemas surgen cuando deben viajar a diferentes estadios, pues estos traslados resultan agotadores, afirmó Villalobos.
«Es una sumatoria de cargas: entrenamientos, viajes, selecciones, torneos internacionales, que si no se tratan adecuadamente, pueden afectar  la salud del futbolista» comentó Villalobos, quien  considera que los equipos deberían tener planillas numerosas para poder ir turnándolos y no saturarlos con tantos partidos.
La mala alimentación y la indisciplina de algunos jugadores (trasnochadas, exceso de alcohol) también afectan  el rendimiento y la salud del futbolista. Al igual que el  factor psicológico, por ejemplo: un jugador con sueldos atrasados posiblemente tenga problemas económicos e incluso familiares, lo que repercutirá  en su desempeño en la cancha y en su estado físico, dijo Villalobos.
Para este entrenador y exfutbolista, la preparación física desde las ligas menores, la nutrición y un cuidadoso control médico, son factores esenciales para evitar que tragedias como las mencionadas se repitan.

CANSA PERO NO MATA

Por el contrario, el Director Técnico del Club Sport Herediano, Ronald «el Macho» Mora,   afirma  que no existe una sobrecalenderización.
«Falta que se jueguen más partidos y que el jugador se foguee más. El problema real radica en desórdenes alimentarios de jugadores,» comentó Mora.
Tampoco considera que el factor económico tenga tanta relevancia en el fútbol o que pueda transformarlo. De manera tajante afirmó que la muerte de deportistas en el campo de juego se debe a motivos ajenos y no a exceso de entrenamiento o de partidos.
Erick Lonnis Bolaños, exguardameta del Deportivo Saprissa y comentarista de televisión aseveró que no existen pruebas contundentes para suponer que el exceso de carga les pueda ocasionar la muerte.
«Nunca han comprobado un caso en que alguien se muera por exceso de entrenamiento o de partidos,» manifestó el excapitán de la selección de Costa Rica.
De igual forma considera que no existe inconveniente en que se jueguen muchos partidos, si los jugadores reciben el descanso necesario.
No obstante expresó que la «sobrecalendarización» afecta el rendimiento físico del futbolista, evidente en el  cansancio, lesiones, estrés.

MUERTE SUBITA

La muerte de atletas en el campo de juego no refleja una situación alarmante en el deporte. Simplemente forma parte de un fenómeno que los médicos reconocen como muerte súbita. Así lo manifestó Luis Fernando Aragón, profesor de Ciencias del Ejercicio en la Escuela de Educación Física de la UCR.
Para Aragón el fenómeno cobra interés debido a las condiciones de la muerte de estos jugadores (en medio de un partido televisado en tiempo real), sin embargo, cualquier persona está expuesta y ocurre en otras disciplinas deportivas.
Puede ser provocado por una enfermedad subyacente, es decir, defectos genéticos en el organismo que no pueden ser detectados en exámenes médicos.

LOS GOLES SON DÓLARES

Entre más partidos más goles, entre más goles más aficionados, entre más aficionados más posibles compradores. Bajo esta consigna los dirigentes organizan torneos, inventan partidos y utilizan al fútbol como un medio de generar ganancias.
Esto bajo el patrocinio de compañías, usualmente inversionistas o patrocinadoras de distintos equipos. Estas empresas restan interés al bienestar del futbolista, lo único que les importa es acumular capital y para esto necesitan promocionar su nombre, lo cual logran a través de los encuentros futbolísticos.
De esta manera el balompié deja de ser un deporte para convertirse en un negocio  y los jugadores se vuelven instrumentos para hacer dinero. Prueba de esto es el caso del inglés David Beckham, quien además de preocuparse por jugar fútbol y ganar partidos, debe   vender su imagen.
Convertido en  símbolo sexual, este  volante promociona zapatos deportivos, colonias, bebidas hidratantes, además de comercializar su propio estilo de vida: autos lujosos, restaurantes finos, peinados excéntricos.
Tanto Villalobos como Lonnis creen que la presión por ganar, la necesidad de generar ingresos para el equipo y de ser un gran jugador o «popular» pueden llegar a perjudicar a un futbolista a tal punto de causarle una saturación mental, en donde pierde deseos de practicar fútbol.