Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
¿Se seguirá repitiendo lo mismo que se ha dicho a lo largo de meses y meses?
¿Tendremos los costarricenses la oportunidad de decir lo que pensamos del TLC, o seguiremos oyendo esta maratónica de repeticiones?
La propaganda que se le hace al TLC se fundamenta en lo ocurrido antes de su negociación. Costa Rica empezó a exportar melón y piña, por ejemplo, en el pasado. Hace muchos años se abrieron las zonas libres. También en el pasado el país se separó de los compromisos que Costa Rica tenía de no estimular la producción de banano y se impulsó la producción de flores y plantas ornamentales, a pesar de que muy bien se sabía que el ensamblaje de ropa y artefactos (maquila), siempre es transitorio y que sobrevive basado en los salarios locales más bajos que los de otros países, también hace muchos años se estimuló esta actividad de Costa Rica.
Y así con otros muchos ejemplos, y lo repito, desde hace muchos años, pero también se estimulaba la producción local, para nuestro propio consumo, tal y como lo hace en beneficio propio el gobierno de los Estados Unidos de América. Se frenó la importación de sólidos lácteos para impulsar el desarrollo de la producción lechera, el crédito a la agricultura produjo muchos artículos que se consumían localmente y también se exportaban: muchas frutas, arroz, legumbres…carne, cada vez que oigo a un funcionario de este gobierno, diciendo que hace pocos años Costa Rica exportaba solo cuatro productos y que ahora exporta millones de artículos, sonrío, no sé si lo hago ante lo que podría ser ignorancia o descaro…y recuerdo aquella frase de un presidente de la república que afirmó públicamente, al llegar a un pueblo lejano, que él era el primer presidente en llegar allí, cuando muchos sabíamos que desde más de setenta años atrás otros presidentes ya lo habían hecho y que nadie podía decir entonces ni ahora que él era el primero en hacerlo.
También sabemos que la demagogia hace que muchos ignoren que hace ochenta años en las escuelas públicas los niños asistían a lecciones en las mañanas y las tardes, sumando mucho más horas lectivas que las incluidas en los famosos 200 días de nuestro tiempo.
Seguiremos ignorando que en 1937 Costa Rica firmó un tratado Comercial con los Estados Unidos de América y a su vez olvidando sus efectos limitantes a nuestro desarrollo. Seguimos ahora descubriendo el agua tibia y la yerbabuena que pronto se podrán patentar -como muchas otras plantas- al aprobar UPOV por el hecho de que nuestros negociadores comprometieron su ratificación por la Asamblea Legislativa, a la cual obligaron a hacer lo que a ellos les exigieron los negociadores de los Estados Unidos de América. Obligación que violenta nuestra Constitución Política puesto que, hasta hoy, la Asamblea Legislativa había sido soberana.
¿Seguimos ahora haciendo creer a la gente que un resumen es el TLC?
El primero de mayo del 2003 don Abel usó todas las cifras que le oímos y nada menos que en un mensaje presidencial: «…ahora se nos viene diciendo que si no se aprueba el TLC se perderán medio millón de empleos». ¿No serán estas cifras de don Abel lejanas a la realidad? Recordemos lo que Carnegie Endowment for International Peace citó en enero del 2004 cuando dijo que en los diez años de vigencia del TLC en México este país logró 500.000 empleos en tanto en ese mismo período México perdió 1.300.000 puestos de trabajo (o sea sufrió un déficit de 800.000 empleos).
Recuerdo muy bien que al terminar mi gobierno los expertos decían que la devaluación del colón, que según el Banco Central de Costa Rica, andaba en 37 colones por dólar en 1982, se estabilizaría en cien días después de poner fin «a los desastres de Carazo» y comparo aquellos 37 con los 430 colones que tenemos que pagar hoy por un dólar, a pesar de que el dólar ha perdido 28% de su valor en ese mismo tiempo. Hasta cu*ndo seguiremos repitiendo mentiras. Parece una línea sin fin…hasta se dice «en propaganda pagada por el gobierno» que producíamos el 80% del banano que consumen los Estados Unidos de América. ¡Habráse visto!
A los señores diputados les digo: cuidado con los cuentos chinos, recuerden que los rumores que nos llegan afirman que la negociación la hicieron nuestros representantes en inglés, cosa inaceptable, aunque como me lo dijo un negociador muy importante: todos los negociadores de Costa Rica son «absolutamente bilingües».
Sí, señores diputados, que esta Asamblea no sea la primera que ya no será soberana.
Este documento no posee notas.