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Los ratones fosforescentes son producto de una intervención genética hecha en laboratorio, con fines didácticos, según aseguran expertos de la UCR y la UNA.
Costa Rica es uno de los tres países centroamericanos que aún no ratifica el Tratado de Cartagena que regula la manipulación genética en plantas y animales, según se desprende del seminario «Bioseguridad de Organismos, Cultivos y Alimentos Transgénicos en Costa Rica: Implicaciones de la Ratificación del Protocolo de Cartagena sobre la Seguridad de Biotecnología Moderna: Implicaciones para Costa Rica».
Esto eventualmente tendría consecuencias negativas para el país si se toma en cuenta el universo de posibilidades de manipulación genética de que pueden ser objeto las especies existentes en el mundo.
Un especial énfasis puso en esta materia el abogado especialista en Derecho Ambiental, Jorge Cabrera, quien aseguró -junto con otros expertos consultados por UNIVERSIDAD- que en el texto negociado del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Centroamérica no se especifica abiertamente que se autorice alguna experimentación entre las partes sobre las especies vegetales y animales.
«La Organización Mundial de Comercio (OMC) regula la ley sobre bienes y servicios,» que es una especie de freno para prácticas indebidas sobre el tema, según Cabrera.
Pero el primer artículo del Protocolo de Cartagena es mucho más específico y habla sobre las regulaciones en la creación y manipulación de organismos vivos. No especifica nada sobre los que son creados utilizando tecnología.
Este protocolo fue aprobado en 1995 y ha servido en varias naciones americanas para dicho tipo de regulaciones.
En Costa Rica dicho convenio entró en vigencia el 11 de setiembre de 2003, pero aún no ha sido ratificado por el Gobierno.
La Comisión de Asuntos Internacionales de la Asamblea Legislativa estudia este protocolo que ha sido ratificado por 67 países. En Centroamérica no lo han firmado ni ratificado Belice, Guatemala, Honduras y Costa Rica.
INCONVENIENCIA
Pese a que es conveniente que se firme y suscriba esta legislación, según Cabrera, constituye un «mecanismo regulatorio que no cubre a los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), los cuales son clasificados en el mercado como commodities».
Para Cabrera, así como la abogada Georgina García, asesora parlamentaria del Departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa, los planteamientos sobre este tópico en el TLC son muy generales y entran en lo referente a las negociaciones sanitarias, así como fitosanitarias del capítulo de Propiedad Intelectual.
Según Fabián Pacheco, de la Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (FECON) es iluso pensar que no existen mecanismos sutiles que se estén abriendo para posibles experimentaciones en animales y plantas en los países del Tercer Mundo.
Éstos, a criterio del representante son susceptibles de manipulación genética dentro del nuevo orden comercial que busca no solo recolocar su excedente de lo que ha producido en los últimos años, sino también crear nuevas necesidades y, por tanto, nuevos productos.
En ese contexto consideró que los agricultores mexicanos se sienten agredidos por la intromisión de alimentos transgénicos y algunos fueron llevados a la quiebra tras entrar en vigencia el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) suscrito hace 10 años entre México, Canadá y los Estados Unidos.
Al finalizar el mencionado simposio efectuado en el Auditorio de Biología, Pacheco anunció que ese día -el pasado 26 de febrero- estaban denunciado la actividad en un encuentro ecológico efectuado en Europa porque no se invitó a organizaciones sociales en representación de la sociedad civil.
Estas opiniones estuvieron matizadas por la de Alex May Montero, de la Dirección de Protección Fitosanitaria del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) quien considera que es urgente crear un marco nacional de bioseguridad para Costa Rica.
SORPRENDENTE EXPERIMENTACIÓN
Si bien la mayoría de expositores en el encuentro sostuvieron que la técnica para manipular genéticamente a plantas y animales no es en sí misma mala -incluso ha aportado beneficios terapéuticos para pacientes o consumidores- hubo advertencias sobre usos que podría rozar la ética.
Bernal Morera, director de la Revista de Biología de la UCR y un investigador en el tema, informó que se han creado animales transgénicos para estudiar ciertas funciones genéticas, para el mejoramiento de razas y la fabricación de proteínas -con el fin de disolver coágulos en personas que han sufrido infartos-.
«La experimentación en ratones con manipulación genética, que podría ser lo más cercano a la inocuidad en el campo científico y ético, ayudaría a la cura de enfermedades genéticas humanas», detalló.
Por eso se han hecho experimentos con ratones que normalmente pesan 29 gramos y pasaron a pesar 44 gramos porque se les incorporó el gen del crecimiento de las ratas.
«También se les suministró una dieta rica en metales para estimular al gen promotor que estimula su crecimiento. Este tipo de experimentaciones abren puertas para ciertas curas humanas», puntualizó.
Al preguntársele si es posible la creación de nuevas razas animales mediante este tipo de técnicas admitió que sí, aunque no hay comprobación oficial de que haya intereses empresariales que promuevan este objetivo para lucrar.
Marta Valdez, investigadora en biología molecular y celular de la UCR -así como organizadora del simposio- informó a UNIVERSIDAD que existen en el mundo solo dos tipos de casos comprobados de animales transgénicos que han sido aceptados para su comercialización-lo que se denomina «desregulados»-.
«Uno de ellos es el de unas ovejas cuyo manejo genético permitió mejorar en calidad y cantidad la lana, además de unas vacas en Argentina cuyo tamaño es más grande», aseguró la científica.
Según explicó Valdez esto implica la interrupción de genes mediante la técnica del «knock out» y la suplencia de los mismos.
Los tipos de animales a los que se puede llegar en un experimento así pueden ir desde los descritos antes hasta algunos que pueden ser fuera del actual orden natural como ratones fosforecentes -según se muestra en una foto adjunta, a los que se les intervino con genes de anémonas- o un ratón que tiene mezcla de pez y zebra, cuyo nombre científico es «caenorhabditis drosophila».
ASUNTO BIOÉTICO
Aunque el tema de la ética en biología y el uso de estas técnicas no fue abordado directamente, sí se destacó la importancia de educar y hacer conciencia en la población sobre las transformaciones que pueden tener algunos productos de uso diario como el arroz.
«La variedad de arroz dorado fue genéticamente creado para brindar más calidad y, dependiendo de su manipulación, reducir los costos de producción», explicó por su parte Jorge Madriz, de la Escuela de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional (UNA). (Ver cuadro aparte: «Metiendo mano en natura»).
Metiendo mano en natura
La intervención genética es un recurso que está en pleno apogeo en la ciencia. Sus alcances aún son poco predecibles y existen criterios encontrados. Sobre este tema se refirió, en forma general, Jorge Madriz, investigador y docente de la Escuela de Ciencias Agrícolas de la Universidad Nacional.
* En el seminario «Bioseguridad de Organismos, Cultivos y Alimentos Transgénicos», efectuado el 26 de febrero en el Auditorio de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR), el mencionado especialista ejemplificó los extremos de la manipulación genética con los pollos sin plumas que han sido creados en Taiwán para ahorrarse una etapa en el procesamiento comercial-como se ilustra en foto adjunta-. «¿Cuál es el costo ambiental de hacer esta medida?», se preguntó el científico.
«Puede ser algo grotesco en algunos casos, jugar a Dios y entrar en un terreno que debe dirimir la ética. (…) Pero también la biotecnología puede ser de gran ayuda en países del Tercer Mundo, como muchas naciones africanas. En ellas, la aplicación de estas técnicas puede ayudar a manejar la cadena de frío para mantener mejor los alimentos».
* También en la conferencia «Transformación genética de cultivos: métodos, perspectivas y situación mundial» la especialista Marta Valdez, de la UCR, aseguró que la biotecnología agrícola puede ayudar a mejorar el rendimiento de cultivos, ahorrar costos e incrementar la calidad de los alimentos con los debidos cuidados.
La científica entró en detalles de cómo se genera un organismo transgénico sea de un organismo vivo o modificado. Aseguró que la biotecnología moderna aplica técnica «in vitro» de ácidos nucléicos. El organismo transgénico se crea por un procedimiento que, en resumen, consiste en:
-Extraer el Ácido Desoxirribonucléico (ADN) de cualquier organismo -es la «cadena de la vida» biológica contenida en un elemento con vida e integra los cromosomas y genes, entre otros elementos-.
-Hacer una extracción y sustitución del ADN recombinante por medio de enzimas.
-Introducir el ADN híbrido al nuevo organismo
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