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Dejar la llave abierta mientras nos lavamos los dientes, las manos o los platos, regar las plantas del jardín o lavar el auto con la manguera abierta, son prácticas comunes entre la población costarricense que, junto a los ineficientes sistemas de riego en la agricultura, las fugas y el mal estado de las cañerías, constituyen una amenaza silenciosa a la sostenibilidad del agua en el país.
Si bien no existe un estudio particular sobre el desperdicio del agua en Costa Rica, y los hábitos de consumo y utilización del líquido en la población, diferentes instancias relacionadas con el tema coinciden en que este es alto, y se ha convertido en un problema de creciente magnitud.
El desperdicio es un factor que influye en todos los ámbitos del manejo del agua, ya que implica los hábitos de consumo de la población, la pérdida de agua en los sistemas de transporte subterráneo del agua potable (que llega al 40 % o 60% del agua en Centroamérica) hasta los ineficientes sistemas de riego para la producción agrícola.
Es cierto que el agua desperdiciada en las casas no se compara con la que es malutilizada en actividades productivas como la agricultura y la industria, o la que se pierde por el mal estado de las cañerías. Pero también el manejo y la preservación del agua es un asunto que atañe a la sobrevivencia de la humanidad, y por lo tanto la responsabilidad no recae sólo en algunos sectores.
FUGAS, UN MAL SUBESTIMADO
Acueductos y Alcantarillados (AyA) recibe cerca de 1.500 reportes diarios de fugas y averías en sus tuberías, y la mayoría de ellas no son atendidos con la rapidez necesaria para evitar la pérdida de miles de litros de agua potable que no se recuperarán jamás.
Como en toda institución, se aduce que estas fallas y retrasos en la atención de las fugas obedecen a la falta de recursos y personas, específicamente de 298 trabajadores para reparar las fallas.
Según el investigador del Observatorio del Desarrollo de la UCR, Alvaro Fernández, lo más alarmante es que diversos estudios señalan que cerca del 50 % del agua potable que se produce para el consumo nacional, que oscila entre los 4,5 y 10 kilómetros cúbicos al año, se pierde por fugas y mal estado del sistema de tuberías.
En el AyA no tienen un registro de la cantidad de agua que se desperdicia en estas fallas, pues según explicó a UNIVERSIDAD Raúl Brenes, de la unidad de comunicación corporativa, el líquido perdido depende del tipo de tubo y el tiempo en que tardó en repararse el daño.
La otra gran causa de desperdicio son los sistemas ineficientes de riego agrícolas, pues esta es una actividad que consume el 82% del agua del país, y en muchas zonas los sistemas son artesanales y poco tecnificados según datos del Estado de la Nación.
EL CONSUMO EN LOS HOGARES
El consumo de agua en los hogares costarricenses se disparó en los últimos años al pasar de un promedio de 4,2 metros cúbicos por segundo en 1990 a una demanda de más de seis metros cúbicos por segundo en 2001, un crecimiento del 42%.
Este porcentaje es coherente con el aumento de la población, especialmente en el Valle Central, pero sin embargo vale la pena cuestionarse cuánta de esa agua potable, cuyo tratamiento cuesta millones al Estado, está siendo utilizada para consumo o con otros fines.
Por ejemplo, el inodoro utiliza cerca de cinco galones de agua potable cada vez que se desagua, lo cual es considerado por algunos expertos como exagerado, y un verdadero desperdicio.
Para Brenes, la población costarricense tiene una arraigada «cultura del desperdicio» pues ha sido educada con la idea de que el agua es un recurso inagotable.
El desperdicio ya afecta a miles de costarricenses que durante el verano sufren racionamientos del líquido debido a su escasez, pero a pesar de los llamados del AyA para que ahorren el agua la población parece hacer caso omiso a las recomendaciones, agregó.
No obstante, no toda la responsabilidad recae en la ciudadanía, las autoridades también tienen su cuota en ello.
«Tratar el agua tiene un costo muy elevado, pero las autoridades también tienen que hacer su parte; la gente no tiene otra opción que usar el agua potable para los quehaceres domésticos que realmente no la requieren, pues sólo se les suministra este tipo de agua», manifestó Brenes.
Siga los consejos
Con acciones simples usted puede colaborar en la preservación y buen uso del agua:
– No dejar las llaves abiertas mientras se enjabona el cuerpo, se cepilla los dientes o lava la ropa y los trastos.
-No permitir que un tubo quede goteando. Con sólo una gota de agua que caiga por segundo se desperdician 30 litros de agua potable en un día.
-Reducir el volumen de agua que se gasta en el servicio sanitario. Un consejo útil es introducir una botella llena de arena en el tanque para ahorrar en agua el volumen que ocupa la botella.
-Lavar el carro con un balde con agua en lugar del «chorro» de la manguera.
– No bañarse en tina, utilizar mejor la ducha.
– No regar el jardín cuando hace mucho sol porque de esta manera el agua se evaporará más rápido y las plantas no la aprovecharán. Es mejor regarlas en la mañana o en la noche.
– Cuando llueve, colocar recipientes limpios para recoger agua, ésta puede servir para realizar algunas tareas domésticas como lavar los platos y la ropa.
Fuente AyA
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