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Reclaman políticas culturales para el SINART

Se espera que con la nueva ley que conformó al SINART  como sociedad anónima se pueden destinar más recursos a las producciones nacionales.

Se espera que con la nueva ley que conformó al SINART  como sociedad anónima se pueden destinar más recursos a las producciones nacionales.
Miguel Salguero, Presidente del Consejo Ejecutivo del  Sistema Nacional de Radio y Televisión (SINART, abandona sus funciones este 1 de abril.
Tanto desde el Poder Ejecutivo como a lo interno del Sistema aplauden su gestión, subrayada por la aprobación de la ley 8346, la cual conforma al SINART como una sociedad anónima del Estado.
Además, la ley instituye un Consejo Ejecutivo y obliga a las instituciones públicas a pautar en el sistema el 10% de su presupuesto publicitario.
Sin embargo, algunos sectores consideran que existe una ausencia de un verdadero proyecto cultural en la programación tanto de Canal 13 como de Radio Nacional.
Óscar Aguilar Bulgarelli, quien fue Director de la institución entre 1978 y 1981 y de nuevo entre 1998 y 2002, consideró que «el gran problema durante estos 25 años, excepto en las dos oportunidades en que nosotros hemos llegado a la dirección general, es que los equipos de trabajo no han llegado con un proyecto, con metas ni objetivos claros para desarrollar un proyecto específico».
Explicó que algunas administraciones, como la de Calderón Fournier, llegaron «sin saber qué hacer».
«En otros casos ha habido el interés evidente de cerrarlo, como en el caso de los dos primeros años de la administración Figueres», agregó.
Aguilar fue más allá al incluir en sus acusaciones al gobierno actual: «Hay gente que llegó tal vez no pensando en cerrarlo, pero sí en destruirlo lo suficiente para que no sirva para nada en obediencia a intereses externos al SINART, por ejemplo la administración Monge y la actual».
El abogado señaló la insuficiencia del desarrollo de los medios de comunicación del Estado, al reñir con fuertes intereses del capital privado. «La Nación siempre ha estado detrás de la frecuencia de Canal 13, es el enemigo de toda la vida. Cuando está más contenta La Nación con ese canal, es cuando no sirve para nada, ni es un peligro a los intereses políticos».
Respecto a la promulgación de la ley 8346, el antiguo director se mostró crítico, pues consideró que ésta «solo sirvió para matar al SINART».
«Ahora le toca un 10% de la publicidad pero eso no es la cantidad de dinero que la gente cree, ya que en los recortes de gastos en las instituciones y ministerios, lo primero que recortan es la publicidad. Como se le asignó ese 10%, lo primero que hizo Hacienda fue bajarles el presupuesto», apuntó.
Aguilar consideró que «la ley se convirtió en una soga para su propio perscuezo», ya que la empresa privada no va a comprar publicidad «en algo que ni se ve ni se oye».
Además aseguró que en la nueva ley de radio y televisión que está en la Asamblea Legislativa, «hay un parrafito escondido que dice que en las frecuencias que explota el Estado, es prohibido vender publicidad».
En su criterio, «es un movimiento por aquí, y otro por allá. Claro, con razón pasaron la ley del SINART tan fácil, ya sabían que venía la guillotina por otro lado».
Iris Zamora, quien fue Directora de Radio Nacional entre 1990 y 1994, consideró que el SINART «desde sus inicios tuvo enemigos en los medios comerciales, que lo vieron como un adversario».
La periodista estimó que gran parte de los obstáculos del SINART derivan del momento en que Canal 13 y Radio Nacional «se convirtieron en medios del gobierno de turno y no del Estado».
«Los proyectos de los partidos políticos nunca han dado apoyo al Sistema, lo cual deriva en la falta de una política de comunicación del Estado. Al SINART se le ve como un mal necesario, no se le definen funciones ni políticas de comunicación», agregó.
Zamora recalcó que el Estado sí debe mantener medios de comunicación alternativos que no se ocupen de competir con los privados, sino de presentarse como una opción.
«La Radio Nacional y Canal 13 deberían aportar los espacios de análisis, discusión y periodismo cultural que los sectores privados no atienden», añadió. Subrayó que «Canal 13 debería ofrecer espacios de cultura y tradición costarricense con producciones de calidad que no caigan en la chabacano».
«Los costarricenses deberíamos plantearnos qué queremos  hacer con los medios de comunicación estatales, si mantenerlos como la cenicienta o si realmente queremos potenciarlos para dar un gran aporte a la sociedad», indicó.
Institución se levanta
Sin embargo, el personal del SINART hace un balance positivo de la gestión de Salguero y de la institución. Fernando Vargas, quien es el representante del sector por parte de la Seccional de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) ante el Consejo Ejecutivo, consideró que «la institución ha comenzado a levantar imagen e ingresos a raíz de la ley 8346, y hay saldos positivos en las finanzas».
Vargas elogió el respaldo que el Presidente de la República le ha brindado a Salguero, así como el compromiso que éste último ha demostrado con el SINART.
Respecto a la programación del Canal 13, Vargas señaló que «el SINART es una institución donde todos los sectores tienen derecho a un espacio. La ley dice que debe ser pluralista, aunque no se comparta el pensamiento de un programa, se debe mantener. La institución debe ser abierta».
En su opinión «la institución apenas se levanta, la programación aún no es la que queremos. Se necesitan recursos para actualizar los equipos de producción y vídeo».
David Zúñiga, también de la seccional de ANEP, consideró que «la figura de Miguel Salguero ha promovido el bienestar de la institución en dos sentidos. Primero, entendió la necesidad de que el personal tuviera participación en el proyecto de ley. Además, al ser un personaje que genera voluntad política de todos los sectores, logró consenso en la Asamblea Legislativa para la aprobación de la ley».
Zúñiga coincidió con algunas de las críticas que recibe el sistema al subrayar que «durante 25 años fue un instrumento del gobierno mal utilizado», al tiempo que destacó que con la nueva ley «el SINART retoma la visión original de ser un sistema de radio y televisión al servicio de los costarricenses».
«Vivimos una coyuntura muy sensible con la renuncia de Salguero. Se debe designar un nuevo presidente del Consejo Ejecutivo y como trabajadores nos interesa que se entienda que a diferencia de otras instituciones autónomas, el SINART tiene un presidente de Consejo Ejecutivo, no un Presidente Ejecutivo, que tiene otro tipo de privilegios», agregó.
El sindicalista sostuvo que «para nosotros la renuncia de Salguero refleja no sólo sus deseos de volver a sus proyectos. Hay presiones políticas de sectores del mismo gobierno, que quieren seguir viendo al SINART como un instrumento del gobierno».
Agregó que «el Consejo Ejecutivo debe seguir siendo un organismo muy analítico y no de politiquería; seguiremos siendo una fuerza vigilante para que las decisiones que se tomen respondan al interés de la población y no de los partidos políticos».
Considera necesario perfilar una programación buena y atractiva, «romper la imagen del 13 como un canal de programación aburrida».
Sin embargo, aclaró que «no nos interesa ganar rating ofreciendo programas de mala calidad. Coincidimos con Salguero en que es mejor formar a mil personas que deformar a 3 millones».
«El proceso en el que estamos incluye a Radio Nacional. Hemos cuestionado si la presencia de un subdirector general, Carlos Oreamuno, que tiene fuertes vínculos con grupos religiosos, debería incidir en el perfil de programación de la emisora», señaló.
Sobre esta última, Vargas denunció que «Oreamuno convirtió Radio Nacional en una emisora religiosa», aunque en su criterio «debe transmitir cultura y rescate de valores, no convertirse en Radio María II».
Recordó que Oreamuno no cumple con los requisitos académicos mínimos que exige la ley para su puesto, como tener el grado de licenciatura en comunicación o administración.
Sobre este tema, el también sindicalista Fernando Revillat informó que «hemos elaborado una propuesta para la emisora, tomando en cuenta los resultados de la comisión de reestructuración y la necesidad de ofrecer una programación coherente con la producción nacional».
En su criterio este medio no aprovecha material de alto nivel que llega de Radio Exterior de España, la Deutsche Welle o Radio Francia Internacional. «En la propuesta se critica el hecho de que no se les da importancia a pesar de que son gratuitos», agregó. «Ni siquiera se han preocupado por la calidad radiofónica, de lo que están produciendo».
Por su parte, Salguero defiende su gestión con base en los logros institucionales conseguidos.
«Cuando entré había una situación económica muy difícil, no había dinero ni para pagarle a los empleados y existía una serie de deudas. Aún hay una deuda con el exterior muy grande, pero ya se solucionó el pago de los empleados».
Destacó que con la nueva ley, cuya aprobación considera un logro, la institución encontró mayor estabilidad económica, a pesar de las deudas pendientes. El proceso de reestructuración implica la reducción de 300 a 227 empleados, con lo cual busca asignar más recursos a la producción.
«Otra fortaleza es que es manejado por un Consejo Externo, el cual representa a diferentes sectores como las universidades», añadió.
Sobre la programación de Canal 13, Salguero puntualizó que se proyecta aumentar la presencia de producciones nacionales del 60% actual a un 75%.
Consultado sobre su decisión de renunciar al puesto, puntualizó que «mi salida se debe a que tengo una serie de proyectos a los que tengo que dedicar más tiempo, yo presenté la renuncia a don Abel hace tres meses y no fue por presiones políticas, esas son insinuaciones malévolas de alguna gente».
Sin embargo, reconoció que alrededor del sistema  «siempre han existido intereses por parte de diferentes sectores,  eso es lo más común cuando se tiene una frecuencia o un medio, lo que pasa es que esta nueva ley es un respaldo para evitar que otros grupos se apoderen del SINART, pero los intereses siempre han existido».

  • Alonso Chaves 
  • Cultura
FranceSpain
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