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El desarrollo de proyectos en distribución y tendido de líneas eléctricas, sufrirá recortes con la aplicación de la metodología financiera del FMI.
La aplicación de la metodología contable del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que las instituciones del sector público no tengan déficit, amenaza de nuevo las finanzas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y por ende la ejecución de sus proyectos.
Cifras obtenidas por este Semanario, dan cuenta de que tan solo en el área de generación eléctrica, el déficit presupuestario llegó el 31 de marzo pasado a ¢23.000 millones, según la fórmula del FMI.
Mientras tanto, en el sector de telecomunicaciones el déficit acumulado a la misma fecha sumó ¢30.000 millones. En conjunto, el déficit de toda la institución alcanzó los ¢53.000 millones.
La acumulación de estos déficit, obedece al empleo por parte del gobierno de la metodología desarrollada por el FMI en 1986 para balancear el presupuesto de las instituciones, la cual asume las inversiones como gastos.
Esta fórmula del FMI fue seriamente cuestionada por el informe que presentó en noviembre pasado la «Comisión de alto nivel para el análisis de la situación financiera del ICE», que evaluó a esta entidad tras afirmaciones de mala administración que hicieron algunos grupos del sector privado.
Las acusaciones contra el ICE aseguraban que tenía doble contabilidad, que no se regía por la normativa presupuestaria de la Contraloría General de la República, y que era deficitaria.
Estos supuestos fueron descartados por la mencionada comisión de notables, integrada por José Manuel Echandi, defensor de los habitantes; Leonardo Garnier, exministro de planificación; Leonel Fonseca, exregulador de los servicios públicos; Carlos Muñoz, exministro de hacienda; y el cura Eladio Villalta, representante del Arzobispo de San José.
El grupo de expertos concluyó que la definición de déficit financiero utilizada por el FMI es incorrecto, ya que «esta interpretación hace que las inversiones públicas sean tratadas como un gasto más, sin tomar en cuenta su impacto en términos de los activos ni la capacidad productiva del gobierno que resulten de ella, ni la capacidad de pago correspondiente».
Los notables recomendaron desechar esa metodología y usar más bien la que elaboró el mismo organismo financiero en 2001, la cual sí toma en cuenta las variables financieras citadas (ver «ICE: ¿Una crisis inventada?», en edición del 20-11-03).
Cabe recordar que los trabajadores del ICE realizaron en junio del año pasado una huelga, en protesta por la crisis financiera que se enfrentaba en ese momento. De igual manera, los sindicatos increparon a la Junta Directiva del ICE por el acuerdo con el gobierno para no tener déficit en el 2004.
SUBEJECUCIONES
Para que se refirieran a las consecuencias que tendrá para el ICE aplicar esta fórmula en el presente año y para que precisaran sobre las cifras presupuestarias, UNIVERSIDAD solicitó una cita el 30 de abril al presidente ejecutivo -Pablo Cob-, y otra el 4 de mayo al subgerente del sector de energía -Carlos Obregón-. Ninguno había atendido al cierre de esta edición (10 de mayo), a pesar de las gestiones al respecto.
De acuerdo con datos recabados por este Semanario, las subejecuciones presupuestarias a que obligaría la metodología del FMI, para finales de año situaría al sector de energía con recortes en proyectos por ¢31.400 millones. De estos, ¢3.400 millones corresponderían a recortes «naturales», que son montos que por diversas razones se dejan de invertir cada año.
Para que el impacto de las subejecuciones no afecte tanto a los proyectos, habría pagos por unos ¢13.000 millones que se podrían posponer para el próximo año, con lo que el déficit del sector de energía quedaría en ¢11.600 millones.
Las inversiones en obras de proyectos hidroeléctricos -como el de Pirrís y Cariblanco-, de distribución eléctrica y líneas de transmisión, serían la más afectadas por la limitación presupuestaria.
No fue posible obtener proyecciones de lo que sería la reducción presupuestaria del sector de telecomunicaciones, la cual se prevé mayor que el de energía. El presupuesto ordinario del ICE para 2004 es de ¢567.000 millones.
CRÍTICAS
Consultado sobre la aplicación de la metodología del FMI, el exjerarca de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (ARESEP) y miembro de la comisión de notables que estudió las finanzas del ICE -Leonel Fonseca-, calificó de grave el recorte de su presupuesto.
Fonseca recordó que cuando Pablo Cob le entregó en octubre del año pasado el informe al mandatario Abel Pacheco, se comprometió a estudiarlo y a que su equipo hiciera lo mismo. «No hemos vuelto a saber nada al respecto», dijo.
El documento en mención expuso la necesidad de convertir al ICE en una empresa pública, mejorar su contabilidad, y cumplir con los fallos de la Sala Constitucional que estipulan que no debe dedicar los ingresos que obtiene para ayudar a mitigar la deuda interna del país, invertir en títulos valores o acatar directrices gubernamentales que limitan sus inversiones, indicó el exregulador.
En su opinión, con la aplicación de la metodología del FMI, el informe de la comisión de notables se convierte en un simple «archivo», sin validez técnica.
Por otra parte, Fonseca comentó que si bien considera que el Tratado de Libre Comercio que se firmaría con Estados Unidos es necesario, es grave que hasta ahora no se haya avanzado en la aprobación de la ley de telecomunicaciones, en el proyecto de modernización del ICE, y en el establecimiento del organismo regulador. Esta situación hará que al entrar en vigencia el TLC, «la competencia será de burro amarrado contra tigre suelto», advirtió.
En relación con el empleo de la fórmula del FMI, el vicepresidente del Sindicato de Ingenieros del ICE (SIICE) -Ricardo Segura- responsabilizó de ello al gobierno y a su intención de estrangular presupuestariamente a la institución.
Precisó que el ICE dispone para este año de ingresos de capital por ¢75.000 millones que no puede reflejar en sus estados financieros, debido a la aplicación de la metodología del FMI. De estos ¢75.000 millones, ¢29.000 millones ya están comprometidos para distintos proyectos y los otros ¢46.000 millones están disponibles.
Segura explicó que para cerrar el año sin déficit -tal como lo exige el esquema financiero del FMI-, la alternativa es aumentar las tarifas o reducir las inversiones.
Por su parte, el coordinador del Frente Interno de Trabajadores del ICE (FIT) -Jorge Arguedas-, estimó que en 2005 el impacto de los recortes será más fuerte.
Vale recordar, que el gobierno ordenó mediante un decreto del 29 de marzo pasado, que el crecimiento presupuestario del sector público no fuera mayor al 7%; es decir, ni siquiera cubre la inflación de 2003.
La crisis financiera del ICE para este año apenas comienza a ser analizada por autoridades de la institución y sus sindicatos, por lo que aún no hay medidas para enfrentarla, según indagaciones hechas por Semanario.
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