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Anticoncepción de emergencia, el secreto mejor guardado

Un alto porcentaje de las mujeres costarricenses consultadas en una encuesta realizada por el Centro Centroamericano de Población (CCP), desconocían el uso de los anticonceptivos de emergencia (AE) que se emplean desde los años 70 en todo el mundo. Por su parte, menos de la mitad de los  gineco-obstetras y farmacéuticos consultados en otro estudio, los han aplicado en casos calificados.

Un alto porcentaje de las mujeres costarricenses consultadas en una encuesta realizada por el Centro Centroamericano de Población (CCP), desconocían el uso de los anticonceptivos de emergencia (AE) que se emplean desde los años 70 en todo el mundo. Por su parte, menos de la mitad de los  gineco-obstetras y farmacéuticos consultados en otro estudio, los han aplicado en casos calificados.
En Inglaterra, un estudio sobre información a adolescentes acerca de AE, demostró que la difusión no aumenta la actividad sexual en los jóvenes.
Costa Rica es el país de Centroamérica donde los gineco-obstetras emplean menos la anticoncepción de emergencia, con un 48% del total de los consultados en el área metropolitana. En Nicaragua, por ejemplo, un 88% de los especialistas manifiestan haberla recomendado, en El Salvador un 68%, en Panamá un 67%, en Honduras un 62% y en Guatemala un 56%.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), «la píldora anticonceptiva de emergencia es un método hormonal que puede ser usado para prevenir un embarazo luego de una relación sexual sin protección». Estas píldoras «no interrumpen el embarazo, por lo tanto no son una forma de aborto».

Por su parte, el consejo consultivo de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA de los Estados Unidos), recomendó la venta de la pastillas de anticoncepción de emergencia (PAE) sin receta médica. La razones para tomar esa decisión fueron: que la población joven tuviera acceso al fármaco, y para la protección efectiva y rápida, en casos de violencia sexual.

La Dra. Carmen Marín  Baratta, investigadora del CCP y coordinadora del proyecto AE, dijo que las píldoras de anticoncepción de emergencia pueden actuar por varios mecanismos, dependiendo del momento del ciclo menstrual en que se tuvo la relación sexual (inhibir la ovulación y la fecundación, alterar el moco cervical y el transporte de los espermatozoides o del óvulo, entre otros).

No se ha demostrado la inhibición de la implantación del óvulo fecundado ni su efectividad después de la implantación, es decir no sirve para interrumpir el embarazo, ni tiene efectos sobre el feto en caso de uso inadvertido durante la fase temprana de la gestación.

La especialista en salud pública añadió que en términos generales el tratamiento es inocuo, y mencionó que algunas mujeres han experimentado efectos secundarios como mareos, vómitos y alteración del ciclo menstrual. Es posible usar el tratamiento tanto en niñas que ya están menstruando y han sido abusadas sexualmente, como en mujeres adultas.



EL SECRETO MEJOR GUARDADO



El método de anticoncepción de emergencia fue determinado a finales de los años 60 por el médico norteamericano Trusell; posteriormente, el Dr. Yuzpe rescató el hallazgo y lo defendió para su utilización.

No obstante, hasta la fecha ha sido el secreto mejor guardado, porque los resultados de la Encuesta de Salud Reproductiva de 1999 que realizó el CCP, entonces denominado Programa Centroamericano de Población, revelan que solo el 3% de las mujeres que empleaban métodos anticonceptivos declararon que conocían la AE.

En esta misma encuesta, el 70% de las mujeres dijo que en su primer encuentro sexual no habían usado ningún método anticonceptivo.

El estudio piloto realizado por el CCP en el año 2002 en San José y denominado «Conocimientos, actitudes y prácticas de los gineco-obstetras sobre la anticoncepción hormonal de emergencia», concluye que los médicos encuestados tienen un alto conocimiento del mecanismo, acción, modo de uso y eficacia de la AE. Sin embargo, el porcentaje que la ha prescrito es muy bajo con respecto a otros países, en donde han realizado estudios similares.

En esa oportunidad se entrevistó a 42 gineco-ostetras. El 92% de ellos habían escuchado sobre la AE, mientras que el 80% identificó entre ocho y diez situaciones en las que está indicada su prescripción. El 72% afirmó que estaban dispuestos a prescribir AE en casos de violación o incesto, y en menor frecuencia por embarazo no deseado o en casos muy calificados.

La mayoría de los médicos entrevistados manifestó que muy pocas veces mencionan la AE, como parte de la consejería habitual de las pacientes.

Los argumentos para no prescribir la AE fueron: que no se había presentado la situación, por motivos ético-morales-religiosos, porque no es adecuado, y en menor porcentaje porque es abortiva o por no estar disponible.

En el caso de los 93 farmacéuticos encuestados, el 77% había escuchado sobre la AE pero solo el 13% la había recetado en el último año. Estos profesionales mostraron un bajo conocimiento del mecanismo de acción, modo de uso y eficacia de la AE. No obstante, un 56% conocía las indicaciones y un 76% los efectos secundarios, pero solo el 4% acertó cómo se usan, 3% cómo actúan y el 24% aseguró que tienen un alto porcentaje de éxito para evitar un embarazo. El 42% opinó que eran abortivas.



RAZONES DEL ESTUDIO



La Dra. Carmen Marín explicó que la investigación sobre la AE fue motivada por los resultados de la Encuesta Nacional de Salud Reproductiva de 1999, en donde solo un 3% de las encuestadas había escuchado sobre las PAE y el 42% de las mujeres no había deseado su último embarazo. Asimismo, porque un embarazo no deseado podría producir un aborto en condiciones inadecuadas y poner en riesgo la vida de la mujer.

Otra de las razones es conocer el grado de información que obtiene la población acerca de la AE por medio de las instituciones de salud; de ahí que se iniciara un estudio  más detallado con médicos gineco-obstetras y farmacéuticos.

Los especialistas  manifestaron que el tema de la anticoncepción de emergencia no es un tópico dentro de la formación profesional, que no es un tema de consulta en su despacho, y que no es un asunto que se trate en congresos de actualización.

Actualmente se ha conformado un grupo de trabajo para informar sobre el método a mujeres y profesionales del área de la salud. Existe información en el sitio web del CCP: http://ccp.ucr.ac.cr/ac, y también por medio de una línea telefónica para consejería en salud sexual y reproductiva, a cargo de la Asociación de Mujeres en Salud (AMES), y en el sitio web de la Asociación Demográfica Costarricense www.adc.or.cr.

Igualmente, se han elaborado unas tarjetas informativas que se están distribuyendo en la Oficina de Salud de la UCR, y a organizaciones de mujeres a través de AMES, la Asociación Demográfica Costarricense y la Colectiva por el Derecho a Decidir.



EL  9-1-1 DE LA ANTICONCEPCIÓN



La anticoncepción de emergencia, como la palabra lo indica, se usa solo en casos muy calificados. Por eso la información es muy importante para que la mujer tenga el derecho a tomar la decisión que crea conveniente lo más pronto posible, dentro de las siguientes 72 horas después de una relación sexual sin protección.

Un ensayo aleatorio y controlado, realizado con estudiantes de décimo año de secundaria en escuelas públicas de Inglaterra, concluyó que una intervención educativa aumentó significativamente el conocimiento del uso correcto de la AE, sin evidencia de cambio en la actividad sexual o el uso de las píldoras.

Este estudio disminuye el temor de un eventual aumento o inicio temprano de la actividad sexual en adolescentes, en caso de conocerse el uso de la AE.

  • Elizabeth Rojas Arias 
  • Crisol
EnglandViolence
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