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Los volcanes asaltan los sentidos, también arroyan el medio ambiente cuando entran en erupción, aterrorizando y a la vez fascinando al género humano durante incontables milenios. En los últimos 10.000 años, más de 1.500 volcanes esparcidos por el planeta han entrado en erupción al menos una vez, y durante el pasado milenio, fenómenos volcánicos han ocasionado la muerte de más de 300.000 personas y generado pérdidas de miles de millones de dólares.
Muchas de las columnas eruptivas de gas y ceniza entre 1975 y 1985, alcanzaron la altura de vuelo de los aviones comerciales de turismo
Sin ser dramáticos, nuestra sociedad no tiene idea el caos que se puede generar por una nueva y fuerte actividad eruptiva de alguno de nuestros volcanes ubicados en la Cordillera Volcánica Central. Más de la mitad de la población desconoce y ni siquiera piensa en vivir una tragedia a raíz de una actividad volcánica. Si echamos un vistazo a nuestra historia y a la de otros países nos damos cuenta que la actividad volcánica que afecte a grandes extensiones y a sus pobladores ocurre pocas veces por siglo.
Es el caso del volcán Irazú que tiene como punto máximo de altura 3.432 m.s.n.m., siendo un volcán tipo escudo que forma un complejo volcánico de 500 km2 (el mas grande de Centroamérica), su última gran actividad eruptiva se presentó entre los años de 1962 y 1965 en su cráter principal, que actualmente tiene un diámetro de aproximadamente 1000 metros, con unos 250 metros de profundidad y una laguna cratérica en el fondo.
El 9 de agosto de 1962 se reinició la actividad del volcán Irazú, pero dichas erupciones no tuvieron mayor importancia. A partir del 12 de marzo del 1963 la actividad eruptiva se manifestó intensa y fue creciendo gradualmente. Esta actividad eruptiva se prolongó hasta 1965 (30 meses en total).
Las explosiones con lanzamiento de gases y cenizas a alturas de 500 m o más sobre el nivel del cráter, fueron producidas por enormes emisiones de gases compuestos casi exclusivamente de vapor de agua acompañado de pequeñas cantidades de H2S y SO2. Las erupciones de ceniza cesaron el 10 de febrero de 1965 y en julio de 1965 el fondo del cráter fue ocupado por una laguna. Estas nubes de ceniza se mueven gracias a los vientos predominantes con un rumbo suroeste, llevando estas partículas hacia el valle central hasta el golfo de Nicoya.
Un peligro creciente relacionado con los volcanes se ha evidenciado en las ultimas décadas: el de los aviones a reacción, que se encuentran con nubes de ceniza volcánica a la deriva tras una erupción explosiva, el crecimiento de la población mundial, la continua urbanización, y el previsible rápido aumento del trafico aéreo, harán que el problema global de la reducción del riesgo volcánico sea cada vez mas difícil y acuciante (Figura 1).
Estos encuentros avión-ceniza pueden darse a grandes distancias de donde sucedió la erupción, y a varias horas, incluso días luego de la explosión. El problema se da cuando la ceniza que es un material extremadamente fino y abrasivo, fácilmente ingresa a los motores dañando las turbinas provocando un descenso en su rendimiento hasta ocasionar un incendio. En 1989, un reactor comercial de la línea aérea KLM ingresó en una nube de ceniza proveniente del volcán Redoubt en Alaska. Esto provocó que las partículas finas detuvieran los motores. Solamente gracias a la pericia del piloto logró sacar el avión del manto de ceniza, y aterrizar en tierra firme con sus tripulantes.
La sociedad olvida lo frágil que somos, deja relegado los recuerdos que dejan grandes enseñanzas para otros tiempos. ¿Qué podría suceder actualmente si el volcán Irazú empezara a lanzar la misma cantidad de ceniza que lanzó entre 1962-1965?, ¿Cuántas personas viven ahora en las faldas del coloso? , ¿Se podría movilizar a la gente como se hizo en esos años hacia tierras nuevas con sus bienes, ganado, etc?, ¿Cómo afectaría la caída de ceniza en todo el Valle Central y cuál seria las repercusiones en la economía del país, sin pensar en las pérdidas humanas? (figura 2).
Por ejemplo ¿qué pasaría si el río Reventado diera paso a un nuevo lahar hacia Taras, en donde ahora la gente vive hasta encima de los diques que se construyeron en los años 70? Otro gran problema son las torres de comunicación de diversos medios radiales y televisivos que se ubican en la cumbre del Iraza; la ceniza provocaría daños importantes en todo el sistema de comunicación de Costa Rica.
Sin embargo, uno de los problemas mayores es el incremento exponencial que se ha da en vuelos comerciales a nuestro país, supliéndonos de divisas gracias al turismo que es actualmente la fuente de ingresos número uno. Recordemos que por política internacional estos vuelos se cancelarían en su totalidad durante el período de erupción.
Algunas erupciones volcánicas afectan con productos proximales solo a pequeñas localidades cercanas, mientras que los productos distales afectan grandes áreas del territorio y especialmente constituyen un alto riesgo para la aeronavegación.
La producción de una erupción volcánica así como los parámetros de su pluma eruptiva (altura, temperatura, masa etc.) puede ser determinada precozmente por medio del monitoreo y utilización de diversos instrumentos localizados en plataformas satelitales.
La discriminación de nubes volcánicas de las meteorológicas se puede realizar por medio del satélite GOES-AVHRR-TIR, por el método de sustracción de bandas infrarrojas y determinación de parámetros básicos de la erupción (altura, temperatura, masa etc.).
El comportamiento eruptivo de un volcán, determinado previamente por los vulcanólogos, sumado a la información espacial proporcionada en tiempo cuasi real por sistemas de satélites, permite la aplicación de modelos predictivos desarrollados por los científicos sobre el comportamiento de la dispersión y caída de cenizas. Ellos permiten predecir el movimiento y desarrollo de una pluma volcánica y dar las alarmas tempranas a la aeronavegación y poblaciones que serán afectadas. Estas técnicas de vigilancia volcánica deben ser el rumbo para una sociedad moderna, que pretende reducir el riesgo y que vive al pie de varios volcanes activos.
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