El reconocido fotoperiodista Héctor García, expone junto a Gloria Calderón en la Galería Nacional.
Es posible encontrar armonía ente opuestos. Así como el blanco y el negro se combinan para producir las fotografías, las risas y las lágrimas, la paz y la guerra y la desilusión y la esperanza, se unen en la exposición «ReVelados y ReBelados» de la Galería Nacional del Museo de los Niños.
Los expositores son la costarricense Gloria Calderón y el mexicano Héctor García, reconocido por su larga trayectoria en el fotoperiodismo.
García, que pronto cumplirá los 81 años, ha sido acreedor de numerosos galardones, entre ellos «El Premio Nacional de Periodismo» de su país en 1958, 1969 y 1979.
Con su cámara cubrió la revolución en Cuba y documentó el diario vivir de México, desafiando al gobierno autoritario.
En la exhibición la obra de García nos muestra a ese país en crecimiento y se vale de personajes anónimos que encarnan la expectativa que vivía el pueblo mexicano en aquella época. Con nombres como «México entre el progreso y el desarrollo» y «El nacimiento de Netza», García logra complementar imágenes que ya de por sí dicen mucho.
En contraste, «El salón de los ídolos» se dedica a las figuras públicas de los mundos de la farándula y la literatura, y trata de resaltar las características que hacían únicas a cada una de ellas.
 
«Octavio Paz, poeta polémico» y «Tongolele, bailarina rebelde» son los títulos de algunos de los retratos que comparten el salón con los de Mario Moreno «Cantinflas», Gabriel García Márquez, y Frida Kahlo.
El fotógrafo, quien nunca ha utilizado una cámara digital, se mostró emocionado de traer su obra a Costa Rica en el acto de inauguración, celebrado el 10 de junio. Su visita, que es la primera a Costa Rica, es el resultado de un encuentro con Calderón, cuando ella expuso en la capital mexicana en febrero de este año.
«Don Héctor es una inspiración. Sus fotografías son impactantes, muy puntuales y logran hablar de muchos lugares y de muchas personas con sencillez. Como fotoperiodista es un ejemplo de lo que me gustaría llegar a ser», expresó Calderón.
 
MIRADAS LOCALES
 
Las fotografías de Gloria Calderón tienen en común que son sobre gente común. En todas, hay un elemento que resalta: la mirada del fotografiado.
La artista buscó plasmar la esperanza en los ojos de adolescentes madres, adultos mayores, niños y niñas, ya que manifestó que le «interesa mucho la mirada ya que a través de esta se puede contar la historia de una persona por que es como una ventana al alma».
Calderón, quien en esta ocasión presenta piezas como «Los vinos» y «Coquetas» decidió retratar a personas que se encuentran en condiciones adversas, siempre desde el punto de vista positivo que la caracteriza.
«Ya hay demasiado dolor en el mundo y creo que no es necesario aprovecharse de él para hacer una buena fotografía. Por supuesto que hay situaciones dolorosas que ameritan hacerlo, pero no siempre», puntualizó.
La exposición permanecerá abierta hasta el 30 de junio y la entrada es gratuita.