Los adolescentes de la región se sienten satisfechos con el sistema democrático de sus países, pero no así con el desempeño de los partidos y políticos, y exigen a los gobiernos mayores políticas para proteger el ambiente, reveló un estudio del Programa Centroamericano para la Sostenibilidad Democrática (Procesos), presentado en nuestro país.

Según el informe, los jóvenes que no vivieron la época de gobiernos militares en la región (década de los 80 y principios de los 90) no se quejan de la democracia como sistema, pues estos valores están fuertemente arraigados, sino que culpan a los actores políticos de la insatisfacción de sus necesidades y sobre todo de sus expectativas hacia el futuro.

La directora del estudio, Florisabel Rodríguez, una de las autoras de la investigación, dijo en conferencia de prensa que los resultados se basan en una encuesta realizada en el 2000 a 9.370 jóvenes de toda Centroamérica que cursaban el primer y el último año de la secundaria.

La investigación lanza una alerta a los gobiernos y políticos regionales para que vuelvan sus ojos a la población joven, pues al no poder satisfacer sus necesidades y expectativas están perdiendo credibilidad y apoyo.


IGNORANCIA, UN GRAN RIESGO

Entre los adolescentes del istmo, excepto en Costa Rica, hay una disposición a aceptar la suspensión de los gobiernos democráticos de forma temporal con el fin de solucionar algunos problemas sociales y económicos de los países, explicó Rodríguez.

En Honduras el 48,4% de los jóvenes entrevistados aceptaría un gobierno totalitario, mientras que sólo el 20,2% aseguraron que no cambiarían el sistema democrático por ningún otro, apunta del documento.

La cifra de quienes estarían de acuerdo con un gobierno temporal no democrático llega a 42,9% en Nicaragua, 38,7% en El Salvador, 36,6% en Guatemala, 33,7% en Panamá y 25,8% en Costa Rica.

Sólo en nuestro país hubo mayoría de jóvenes (44,3%) que se negarían a aceptar cualquier otro régimen político diferente al democrático.

Para Rodríguez, esta tolerancia a regímenes autoritarios responde en gran parte al desconocimiento que tienen los adolescentes de la etapa militar y bélica de la región, pues la gran mayoría no saben lo que es una dictadura.

El 80,7 de los entrevistados guatemaltecos reconoció no saber qué es una dictadura. Ese porcentaje fue de 80% en El Salvador, 82,35% en Honduras, 69,4% en Nicaragua, 50,6% en Costa Rica y 58% en Panamá.
Según la experta, el gran desconocimiento sobre los regímenes autoritarios deja «un enorme vacío en los jóvenes que puede dar cabida a la creencia en las falsas promesas de esos sistemas como un mayor orden, menor corrupción, mayor seguridad ciudadana y mejor condición económica».


AMBIENTE SOBRE CRECIMIENTO ECONÓMICO

Para el 69% de los jóvenes costarricenses, la estrategia de desarrollo del país debe priorizar la protección del medio ambiente frente al crecimiento económico, que sólo se señalado para el 8% de los muchachos.

Costa Rica ocupa el primer lugar en ese sentido, pero la opinión de los adolescentes es la misma en el resto de Centroamérica, donde más del 55% de los jóvenes afirman que el Estado debería abocarse a un modelo de desarrollo que sea armonioso con la naturaleza.

El 48,5% de nuestros jóvenes asegura que la reducción de la contaminación debe ser el primer objetivo que debe perseguir el país en el futuro, mientras que el 43% opina que debe ser la protección a las personas necesitadas, y sólo el 7,5% considera que la nación debe concentrarse en atraer empresas de alta tecnología.

El estudio concluye que Centroamérica goza de una «democracia mínima que no es suficiente» pues no ha logrado un «desarrollo económico socialmente inclusivo y amistoso con el ambiente» que llene las expectativas sociales, culturales y económicas de los jóvenes.