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Tony Peters inauguró la Jornada de reflexión «Fortalecimiento de entornos seguros: Una mirada desde la comunidad».
La inseguridad ciudadana y la forma en que las municipalidades en conjunto con la comunidad local, pueden prevenir la delincuencia, es el tema que se discutió en la Jornada de reflexión «Fortalecimiento de entornos seguros: Una mirada desde la comunidad». Para esto visitó el país el doctor en criminología y profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, Tony Peters, experto europeo en esta área.
La actividad fue organizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM). Sin embargo, horas antes de la actividad oficial del 12 de julio, UNIVERSIDAD conversó con el especialista acerca de la forma de adaptar a Costa Rica los programas que funcionan en su país .
Peters ha realizado visitas para referirse a estos temas en México, Brasil, Chile y Colombia, y es su primera estadía aquí.
¿En qué consiste la criminología y cómo se aplica?
– Allá la criminología se desarrolla como una ciencia de investigación y los criminólogos han asumido su papel en la comunidad, en la aplicación de las medidas penales. En las más recientes propuestas de innovación judicial se utiliza a los criminólogos en proyectos en la comunidad. En las conferencias analizaré la resolución pacífica de conflictos, y la forma en que a un delincuente se le puede dar una pena condicional.
¿Cómo funcionan las medidas de sanciones comunitarias, para qué fueron creadas y qué efectividad tienen?
– Este sistema se introdujo en Bélgica en 1974: en lugar de poner a alguien en la cárcel se le impone una pena condicional y se le dice a la persona que puede trabajar por ejemplo 200 horas al año en una organización comunitaria. Esto se oficializó en una ley de 2002 y es algo que un juez puede imponer como una pena directa. Es una tradición europea en general, porque también se hace en Inglaterra y Holanda. La filosofía es no imponer una pena privativa, de cárcel, sino dar una segunda oportunidad y buscar algo útil que esa persona pueda hacer en la comunidad.
¿Qué tipo de trabajos hacen estas personas?
– Bueno, se trata de dar trabajos que no se le dan a un empleado corriente; es decir, «labores añadidas». Poner a alguien a limpiar la calle es algo que se trata de no hacer porque es un poco estigmatizante, tanto para los delincuentes, como para las personas cuyo empleo es barrerlas. En este momento se enfrenta un pequeño problema para organizarse y distribuir las tareas a quienes se asignan estas penas. Es como una escalera, primero se puede poner una multa, después la sanción comunitaria, y después la pena privativa.
¿Tiene América Latina las características apropiadas para trabajar con este modelo?
– Creo que sí, no hay barreras. Es algo que sirve a la comunidad, que permite la reinserción del delincuente, y que también sirve para que la víctima vea que el delincuente hace algo por la comunidad. Yo entiendo muy bien que esta operación no es aplicable cuando un delincuente tiene problemas que atentan contra la integridad de las personas.
Otra opción de pena alternativa es la reparación o indemnización -lo más pronto posible- para las personas que han sufrido un delito. En 1994 se empezó a implementar esto con la ley de mediación penal. El Ministerio Público tiene la obligación de proponer una solución por mediación, para arreglar las cosas entre las dos partes, y que se repare el daño. Incluso tal indemnización podría arreglarse desde el ámbito de la policía.
Un ejemplo que muestra que estos arreglos no siempre son simples, es el caso de una mujer en Bélgica, que rompió una ventana de un café, por la noche, cuando estaba bajo los efectos del alcohol. El vidrio costaba 1.000 euros. Ella no recordaba haberlo quebrado pero accedió a pagarlo, sin embargo, pidió otra cotización porque el precio le parecía muy alto. Después de tres meses el daño fue reparado.
¿Todo esto es lo que se entiende como justicia «restaurativa»?
– Así es. Por ejemplo una víctima de una paliza que la manda tres días al hospital, por lo general no recibe informaciones sobre cómo va su caso, ya que nadie le informa. En nuestra propuesta el Ministerio Público invita a las dos partes a conversar, para que la víctima presente sus peticiones. Después se puede llegar a un acuerdo. La idea es la aplicación de una justicia más horizontal, más participativa, más demócrata.
Considerando la situación tan diferente de los países centroamericanos, donde históricamente ha habido tanta violencia y aumentan los conflictos con las pandillas, ¿cómo se pueden aplicar estas ideas?
– Considero que la situación puede ser más complicada, pero el proceso no tiene por qué ser diferente. Me he entrevistado con víctimas que sufrieron el daño y hablaron de sus necesidades meses después, en todas partes estas personas sufren mucho psicológica y físicamente por no recibir justicia, y carecer de atención.
Me interesa el trabajo que realizan en cuanto a prevención. En Costa Rica existen núcleos de población con dinámicas muy violentas, barrios con mucho hacinamiento, población de inmigrantes, drogas, delincuencia juvenil. Uno es Pavas y otro es La Carpio .¿Cómo se puede trabajar en estas comunidades sin medidas tan represivas?
-En ese tema de prevención hemos recibido mucha enseñanza de Holanda, porque ellos tienen mucha experiencia. Los partidos de la derecha, que suelen ser muy radicales, entran con propuestas de más penas y de mayor represión con los migrantes, etc. Pero más bien en este momento el Gobierno responde con una gran inversión en lo que es prevención, con proyectos muy interesantes en las municipalidades. En cuanto a las pandillas, se trabaja acercándose a sus vidas, teniendo mucho contacto con los vendedores de la calle, que los conocen.
¿Qué experiencias se impulsan en su país sobre iniciativas de seguridad ciudadana?
– Cada vez hay más proyectos planteados por las municipalidades y financiados por el Ministerio del Interior. En los municipios se instala un grupo que trabaja con gente de la comunidad.
¿Como se enfrenta el individualismo de las personas, para convencerlas de trabajar juntas?
– Por ejemplo, en Lovaina, que es una ciudad muy estudiantil, se sensibiliza a la gente con respecto al robo de bicicletas, y en otras ciudades se trabaja en contactar a las personas que han sido víctimas de robos de casas, para que trabajen en una solución en tecnología de seguridad, o algo parecido, por ejemplo.
El PNUD y el IFAM organizaron estas jornadas de reflexión motivados por la preparación que realizan del Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005 que se presentará en abril del próximo año. El tema será la inseguridad ciudadana y el eje de discusión es el fortalecimiento del papel de los gobiernos locales para crear condiciones de seguridad. De ahí el interés de aprovechar la visita de este especialista.
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