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Iris Peña participó en la primera fase del proyecto epidemiológico en Guanacaste
Un equipo conformado por cinco médicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) participa en la búsqueda del antídoto para evitar el cáncer en el cuello del útero, llamado comúnmente cáncer de cérvix.
Y es que alrededor de 20.000 mujeres Guanacastecas entre 18 y 25 años, serán vacunadas contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), relacionado con este tipo de carcinoma.
El Proyecto Epidemiológico Guanacaste, lleva a cabo este ensayo clínico, y según sus investigadores, el estudio ayudará a saber si la vacuna aplicada, evitará esta enfermedad, la cual es producida por el VPH tipo 16 y 18.
Rolando Herrero es quien dirige la investigación, junto con cuatro médicos de la UCR, Concepción Bratti, Ana Cecilia Rodríguez, Enrique Freer y Jose Bonilla.
«El proyecto ya logró reconocer una relación causa-efecto entre la infección causada por el VHP y la enfermedad del cuello del útero», indicó Herrero.
El médico explicó la importancia del estudio, ya que si logran con esta vacuna prevenir la infección del virus, se podría evitar el desarrollo de dicho cáncer, el cual mata a más de 200.000 mujeres cada año en el mundo.
«Si no hay infección, no llega a haber cáncer, pero esta por sí sola no implica que su desarrollo sea inevitable, ya que para producirse intervienen cofactores como, tabaquismo, alto número de embarazos, entre otros, indicó.
Detalló que se escogió esta provincia para el ensayo, debido a que presenta la incidencia más alta de la enfermedad en el país, pues en Costa Rica mueren 200 mujeres por esta causa, al año.
Según los analistas, en el estudio solo participan mujeres sanas, que deseen formar parte de la vacunación, no planeen quedar embarazadas durante los primeros 8 meses de la investigación o presenten ciertas alergias. Además, no serán elegibles, aquellas a quienes se les haya extraído la matriz, hayan tenido hepatitis A, o fueron vacunadas contra esta enfermedad.
«DOBLE CIEGO»
La mitad de las mujeres en estudio, recibirán la vacuna contra el VPH, mientras que la otra recibirá una vacuna contra la hepatitis A, por lo que ni las mujeres que reciben la inyección, ni quienes la aplican, sabrán a cuál pertenece. A esto se le conoce como: «Doble Ciego», explicó Ana Cecilia Rodríguez
Al final del estudio, se revelará la información, lo cual permitirá comparar la frecuencia de la enfermedad entre ambos grupos, su eficacia y efectos secundarios, «si los hay», añadió.
Las pacientes recibirán tres dosis de la vacuna el primer día, al mes y a los 6 meses. Además, tendrán que realizar siete visitas a la clínica asignada, durante los cuatro años que durará el estudio, y se hará una prueba de embarazo para asegurar que no lo estén, indicó Rodríguez.
Antes de iniciar con la vacunación cada participante deberá firmar un documento que autorice y exprese su consentimiento en participar del proyecto.
Se instalaron cuatro clínicas en Guanacaste, ubicadas en Liberia, Santa Cruz, Cañas y Nicoya, luego se colocaran otras dos en La Cruz y Tilarán.
Hasta el momento se han vacunado 200 mujeres, y según los médicos, no se han reportado efectos secundarios serios, como hinchazón, enrojecimiento, y calor.
PAISES POBRES, MÁS RIESGO
Según los expertos los países más pobres y menos desarrollados presentan las tasas más altas de esta enfermedad, que es de transmisión sexual.
«No podemos asegurar que aún cuando se use el condón, el virus no será trasmitido», aseguró Herrero.
Por su parte, una vecina de la zona de Upala, San Carlos, de apellido Quirós Gonzáles, comentó el caso de su vecina, quien desde hace 8 meses le detectaron un cáncer de útero.
Afirma que aunque los médicos le han aplicado diferentes tratamientos, hasta el momento no hay resultado positivo.
«Los doctores le dijeron que no hay nada más que hacer, y la mandaron para la casa», aseguró.
Gonzáles confirmó que fue el esposo de la mujer, quien contagió a su amiga, y cuando al hombre le informaron sobre la situación, la abandonó, junto a su hijo de siete años.
«Me parece bien que estén buscando una vacuna que ayude a prevenir esta enfermedad porque una es mujer y no me gustaría morir de esto», relató.
Así mismo, Iris Peña Abarca, vecina de Liberia, afirma que participó en la primera etapa de la investigación, pero luego decidió no continuar con el tratamiento, aunque asegura que está de acuerdo con el proyecto.
Por otro lado, la Ministra de Salud Rocío Sáenz, destacó la importancia de esta investigación, pues ofrece la oportunidad de contar en un futuro mediato con una vacuna para la prevención de este mal, considerado un flagelo para las mujeres costarricenses.
«El Ministerio de Salud ha manifestado el apoyo a este proyecto… económicamente no tenemos dinero para desarrollarlo por nuestra cuenta».
¿EXPERIMENTO A PRUEBA?
Rolando Herrero, descartó por completo que estén aplicando un experimento sin estudios previos, por lo que avaló la seguridad de las participantes.
Sobre la pregunta si de quedar una mujer embarazada durante este proceso de ensayo, se le garantizaría al menos seguridad en su salud, Herrero, no aseguró, en su totalidad tal afirmación. Esto debido a que aún no se conocen los riesgos en mujeres embarazadas o niños no nacidos, puesto que es una vacuna en investigación.
«Puede presentarse cualquier reacción inesperada», indicó.
Sin embargo, destacó que ya se han aplicado pruebas semejantes a más de 600 mujeres voluntarias con edades entre 15 y 30 años, en Brasil, Canadá y Estados Unidos, sin riesgo alguno.
Aseguró que este proyecto cuenta con más de 12 años de estudio, y en la primera etapa se logró determinar el origen de esta enfermedad, analizando a 10.000 mujeres guanacastecas. Para el segundo nivel, se dio seguimiento a las pacientes y la tercera etapa es la vacunación.
Además, enfatizó que el proyecto cuenta con la apoyo y supervisión del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA), y el Ministerio de Salud y es producida por GlaxoSmithKline Biologicals en Bélgica.
La vacuna fue desarrollada y financiada por el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos (NCI). Se espera para el 2010 tener los resultados de este proyecto,
El estudio se aplicará también en algunas áreas de Upala y Puntarenas.
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