Abrir Noticia Guardar

Impulsan renegociación y referendo para TLC

En la exposición participaron el ex presidente Rodrigo Carazo, el economista Juan Manuel Villasuso y el presidente del PAC Ottón Solís, quienes consideran que en un proceso de renegociación deben estar presentes los temas de la soberanía, el Estado social de derecho y los bienes públicos.

En la exposición participaron el ex presidente Rodrigo Carazo, el economista Juan Manuel Villasuso y el presidente del PAC Ottón Solís, quienes consideran que en un proceso de renegociación deben estar presentes los temas de la soberanía, el Estado social de derecho y los bienes públicos.
Toda una estrategi para lograr que el Tratado de Libre Comercio Centroamérica-Estados Unidos se renegocie y después se presione al Gobierno para llevarlo al primer referendo, que se realizaría en el país, es la propuesta de figuras políticas y académicas que insisten en que este acuerdo nos atará de manos.
Los expositores Ottón Solís, presidente del Partido Acción Ciudadana, como Juan Manuel Villasuso, economista y catedrático de la Universidad de Costa Rica, argumentaron que el Tratado al promover una visión de desarrollo del libre mercado es urgente renegociar puntos clave como una agenda de cooperación, la defensa de los bienes públicos y la soberanía así como la jurisdicción nacional.
La propuesta fue planteada en un foro que organizó la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA) el jueves 22 de julio en la que también expusieron el expresidente Rodrigo Carazo Odio (1978-1982) y el economista de la UNA, Henry Mora.
Solís criticó que el TLC se promoviera bajo la amenaza del «temor» de la pérdida de 500 mil empleos y desmintió la afirmación de que si no se aprueba el acuerdo comercial, el país quedaría fuera de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe.
Recientemente el Banco Interamericano de Desarrollo ofreció al país un préstamo híbrido de $300 millones y el Gobierno ha convocado a cámaras y sectores productivos agrícolas para ofrecerles esos recursos. Solís denunció que debido a este ofrecimiento económico, estos grupos prefieren abstenerse de expresar sus objeciones al Tratado, porque podrían quedarse sin recursos frente a un inminente proceso de apertura. Además recordó que el BID condicionó el préstamo a que se apruebe el Plan Fiscal, lo cual a juicio del presidente del PAC, evidencia una estrecha relación entre el TLC y el pacto fiscal.
Gobierno «insensible»
Solís adujo que Estados Unidos se dio el lujo de pedir la apertura en el campo de la agricultura pese a que éste se negó a aceptar la eliminación de los subsidios y solo otorgó una «pinche cuota» en las exportaciones de azúcar a ese país.
«Cuando vieron que no había alegatos en esa área pidieron más, en octubre pidieron la apertura en telecomunicaciones, y Costa Rica dijo sí, después pidieron seguros. Si la negociación se hubiera extendido unos meses más ya iríamos por el Parque de la Amistad y por la isla del Coco», señaló.
En su criterio a Costa Rica le tocó negociar el TLC con el Gobierno más insensible en materia de ayuda a países en desarrollo y eso fue un error estratégico, pues sostiene, por eso se habrían obtenido resultados negativos en propiedad intelectual y en el capítulo de inversiones.
Recientemente Solís se reunió con el presidente de la República Abel Pacheco para plantearle una renegociación y ampliar el debate sobre el Tratado. Pacheco accedió a que en 15 días se realice un debate entre el presidente el PAC y su grupo de asesores frente al Ministro de Comercio Alberto Trejos, quien estará acompañado de funcionarios del COMEX.
El ex aspirante presidencial dice que es más fácil cambiar la Constitución Política que el Tratado, que sostiene, será ad infinitum, y consolidará un modelo de desarrollo de apertura.
En ese sentido Juan Manuel Villasuso, argumentó que detrás del tratado hay una concepción de mundo de libre mercado, en la que el Estado no tiene que intervenir. «Pero los mercados donde no hay intervención son los que nos llevan a la concentración del ingreso, y una distribución equitativa de la riqueza que es la base de la cohesión social».
En Costa Rica, expresó el economista, el Estado ha intervenido en áreas como la salud, educación, vivienda, las telecomunicaciones, pensiones y el mercado laboral.»Pero todas estas cosas son visualizadas como mercancías en el TLC.
Renegociación y referendo
Villasuso considera que es fundamental renegociar la agenda de cooperación con el fin de que EE.UU. asuma esa ayuda internacional, al igual que lo ha hecho la Unión Europea con Portugal y las diez nuevas naciones que recien se integraron a ese bloque económico. La propuesta del académico es que una vez agotada la renegociación, se debería realizar el referéndum.
Mediante la Ley No. 8281, publicada el 20 de junio del 2002, la Asamblea Legislativa reformó parcialmente la Constitución para introducir el referendo. Los legisladores tenían un año plazo para dictar una ley para reglamentara este tipo de consulta popular, lo cual no se ha hecho.
El pueblo podrá, mediante este mecanismo, aprobar o derogar leyes y reformas parciales de la Constitución, cuando lo convoque al menos un cinco por ciento (5%) de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral; la Asamblea Legislativa, mediante la aprobación de las dos terceras partes del total de sus miembros, o el Poder Ejecutivo junto con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de la Asamblea Legislativa, según el texto.
«Hubo un momento en que la propaganda tendenciosa y de miedo del gobierno calaba y mucha gente se asustó. Eso se ha ido aclarando y ahora mucha gente toma conciencia de que el TLC no es la panacea y que sin él podemos sobrevivir, que el país puede definir su futuro».
En ese mismo sentido se pronunció el expresidente Carazo, quien contó que cuando la gente le pregunta: «Don Rodrigo, ¿y qué va a pasar si no se aprueba el TLC?»; él responde: «Nos salvamos».
En su criterio la juventud costarricense debe tener muy claro que la negociación que se hace es para toda la vida. «por mucho que nos sentemos a renegociar no lo arreglamos, es mucho lo que tendríamos que reformar», opina.
Lo primero que él pondría en la mesa de negociación sería que «Robert Zoellick no le diga al país que negociar un TLC significa apoyar la política exterior de EE.UU»., y que además se tenga una «mesa limpia de ofensas y de torceduras de brazos», enfatizó.

  • Fabiola Pomareda G. 
  • País
Notas

Este documento no posee notas.