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Iride Martínez cuando participó en el Festival de Salzburgo, Austria.
Para Íride Martínez, la responsabilidad del trabajo artístico es inseparable del compromiso con sus raíces latinoamericanas y costarricenses. Así lo manifestó en una conversación que sostuvo con UNIVERSIDAD desde Italia, donde se encuentra de vacaciones.
Martínez recientemente se presentó en la ópera Goya, en un papel que le valió la atención internacional por compartir el escenario con el consagrado tenor español Plácido Domingo.
De igual trascendencia fue su segunda intervención en el Festival de Salzburgo, Austria, donde tuvo un papel protagónico en el «Rapto en el Serallo», de Mozart.
«Mi carrera sigue su normal desarrollo. Sobre la atención que reciben presentaciones como la de Goya, junto a Plácido Domingo, debo decir que me concentro más en los proyectos y trabajos artísticos, no en la publicidad o la fama», explicó la soprano.
Al mismo tiempo, reconoció que «sí es cierto que cantar junto a Domingo me pone en otro escenario y brinda mucha publicidad y atención de la prensa, pero lo importante es mi carrera, pues trato de hacer un cambio hacia lo que puedo expresar mejor, la ópera italiana, como la de Donizetti o Bellini».
En ese sentido, explicó que ha entrado en una etapa muy dura de su desarrollo artístico, pues «el mercado laboral es muy difícil y toma tiempo posicionarse. Cuando se accede a cierto nivel de mercado, la competencia es acérrima».
«Hace poco tuve que rechazar una invitación del Metropolitan Opera House, de Nueva York, pero me puse a pensar que si me llamaron a mí fue porque me consideraron entre las cinco o seis personas en el mundo para el papel. Los teatros quieren lo mejor de lo mejor para los montajes operísticos, así que es difícil acceder a los proyectos si uno no se ha dado a conocer», apuntó.
LOS CAMBIOS
Para Martínez, lo importante como artista es siempre renovarse, emprender buenos proyectos. «Ya pasé la etapa de joven promesa y la de hacer carrera, ahora accedo a una superior desde el punto de vista artístico. No creo que se trate de consagración, ya que eso se da desde el punto de vista de la publicidad».
La cantante señaló que sus próximos trabajos serán en Alemania, ya que se presentará primero en Colonia y luego en una ópera barroca en Dresden.
Sobre su proyecto de una fundación para ayudar a jóvenes cantantes del país, manifestó estar contenta con los avances recientes en la conformación. Adelantó que probablemente para final de año pueda anunciar en Costa Rica su puesta en marcha.
Mientras tanto, Martínez indicó que trata de ayudar a la gente de acuerdo con sus posibilidades. «Varias personas jóvenes costarricenses que estudian canto me han contactado en diferentes partes de Europa y he tratado de ayudarles y de darles seguimiento», manifestó.
La soprano detalló que son varios los proyectos a los que se dedicará la fundación, el principal de los cuales es brindarle el aval económico a jóvenes costarricenses para que puedan aventurarse en el mercado internacional. Es decir, darles la posibilidad de hacer audiciones internacionalmente, de manera que inicien la carrera.
«Además, será importante trabajar en colaboración con otras instituciones, como la Orquesta Sinfónica Nacional o la Compañía Lírica Nacional, para realizar talleres de canto y traer profesores del extranjero», manifestó.
A largo plazo, Martínez planea implementar una biblioteca especializada en material para canto.
Martínez fue clara al explicar que en el mundo de la ópera, hay quienes hacen carrera a partir de la publicidad y la atención mediática, sin embargo, «los artistas de calidad son los que ponen el corazón en el escenario y esa es la principal virtud que tenemos los latinos. Lo que yo puedo aportar como Íride Martínez que viene de Costa Rica, es esa identidad propia».
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