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Con la renuncia de ocho altos funcionarios de gobierno el panorama parece enturbiarse en el Poder Ejecutivo, hasta el punto que algunos analistas aseguran que un gobierno paralelo está tomando las riendas del poder en el país.
Por otro lado el presidente Abel Pacheco de la Espriella ha negado en múltiples oportunidades que se esté viviendo una crisis en el gobierno o que se esté cediendo ante las presiones de los grupos sociales, cámaras empresariales o medios de comunicación.
Sin embargo, después de la reunión realizada en la casa del exdiputado verdiblanco Edgar Mohs han caído siete cabezas, entre ellas 3 ministros. Rolando Laclé negó que la reunión tuviera relación con las dimisiones.
Las renuncias de Javier Chaves (Ministerio de Obras Públicas y Transportes), Alberto Trejos (Comercio Exterior) y Ricardo Toledo (Presidencia) han consternado al país pues pertenecen a líneas ideológicas diferentes: Chaves y Trejos, del «duro» sector económico y Toledo, del grupo social y político.
OLEADA DE RENUNCIAS
Todo empezó cuando varios sectores sociales se unieron en una entidad llamada Movimiento Cívico Nacional que agrupó a las cámaras y sindicatos del sector de transporte, agricultura y empleados públicos.
El 23 de agosto, este grupo encabezado por los traileros tomaron las calles del país para manifestar su descontento con la empresa de Revisión Técnica Vehicular(Riteve), contra el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos (TLC), y demandó un mayor control en el aumento del costo de la vida.
Durante casi dos semanas continuaron los bloqueos en las calles y las marchas de protesta por San José hasta que el 31 de agosto el gobierno llegó a un acuerdo con este nuevo grupo de presión en la sede de la Conferencia Episcopal.
Acordaron que se iba a mandar el caso de Riteve a la Contraloría General de la República, que aunque calificó de válido el contrato, sí consideró el pasado 9 de setiembre que incurre en una serie de prácticas monopolísticas.
También se acordó suavizar los términos de la revisión vehicular y el Estado prometió tomar nota del descontento de los grupos sociales por el TLC.
Pero la gota que derramó el vaso fue el aumento salarial de 0,5% que el gobierno prometió a los empleados públicos a partir de setiembre. Acto seguido de este acuerdo se conoció la renuncia del ministro de Hacienda Alberto Dent y de Ronulfo Jiménez, el coordinador del equipo económico del Gobierno.
El lunes 6 renunció Ricardo Toledo, el ministro de la Presidencia y principal negociador del gobierno ante los grupos de protesta. Toledo dijo que volvería a su puesto en la Asamblea Legislativa. Ese mismo día se conoció la dimisión de la viceministra de Hacienda Silena Alvarado.
Pero el debacle continuó el miércoles 8 cuando se anunció la renuncia de Javier Chaves, Alberto Trejos, la viceministra de Comercio Exterior, Gabriela Llobet; la jefa negociadora del TLC, Anabel Gonzáles y el director de la Tránsito, Ignacio Sánchez.
GOBIERNO PARALELO
UNIVERSIDAD conversó con Vladimir De la Cruz acerca de la situación del gobierno y éste advirtió la existencia de un «supra partido político» que manda por encima del mismo gobierno y es quien decide los puestos y estructuras políticas.
Para De la Cruz las renuncias no significan ningún cambio real pues las políticas están definidas con anticipación. Pone el caso de que la reforma fiscal y el TLC no van a sufrir modificación porque los términos en que podrían ser aprobados ya se acordaron por este grupo dominante.
El analista aseguró que la ida de Dent no hace gran diferencia porque el presupuesto del Estado para el 2005 ya fue presentado y no incluye el aumento salarial pactado con los grupos sociales, más bien disminuye todavía más el aumento en el sector público.
De la Cruz explicó que la renuncia de Toledo es solo un «toque cosmético» para aparentar un equilibrio de fuerzas, pero eso no provoca un balance real entre lo económico y lo social en el gobierno.
Este analista habla de un «autogolpe de Estado» donde el gobierno autoritario, en nombre de la salud pública, impulsaría medidas neoliberales que restrinjan los derechos de participación y favorezcan a los sectores empresariales.
El excandidato presidencial explicó que el gobierno creó bloqueos civiles, por ejemplo con la crisis de abastecimiento de la gasolina, para luego justificar el uso de la fuerza contra los traileros la madrugada del miércoles 25 de agosto y con ello ganarse el favor de las cámaras empresariales.
Por su parte el diputado liberacionista José Miguel Corrales explicó a UNIVERSIDAD que el presidente Pacheco se dio cuenta que estaba «en los brazos de la derecha» con medidas que iban contra la parte social.
Dijo Corrales que luego de la reunión con los grupos de protesta el gobierno quebró la política salarial y aceptó cambios en Riteve, lo que creó una confusión mayor entre lo social y lo económico dentro de su gabinete.
Para el legislador son neoliberales los que encabezan las cámaras empresariales y son los que tienen un «gobierno en la sombra» que no perdonará al presidente por haber inclinado su balanza hacia lo social y haber roto con la derecha.
LA CASA DE MOHS
Uno de los capítulos que más dudas ha generado es qué pasó en la casa de Edgar Mohs el sábado 4 de setiembre cuando se reunieron el ex legislador Mohs, Rolando Laclé, Alberto Trejos y Javier Chaves.
Después de tan polémica reunión se ha desatado el rumor de que los ahí presentes decidieron el futuro de quien iba y quien llegaba a los puestos vacantes en el gobierno. Corrales dijo que a la casa de Mohs se le llama «el departamento de recursos humanos» del gobierno.
UNIVERSIDAD quiso conocer directamente la versión de uno de los involucrados, el diputado Rolando Laclé, quien fue enfático al afirmar que en dicha reunión «no se pidió la cabeza de nadie».
Laclé aclaró que en esta reunión se hizo un análisis de cómo estaba el gabinete para poder aconsejar al presidente Pacheco sobre una política coordinada y repitió que nadie esta presionando al mandatario.
Laclé aseguró que las renuncias no son una crisis sino una constante en otras administraciones. Dijo que a medio período se busca un equilibrio para lograr una política austera que saque a flote la economía e impulse la parte social del gobierno. Para él la aprobación del TLC sería una gran oportunidad si el país la sabe aprovechar.
Consultado por UNIVERSIDAD el representante del sector empresarial Marco Vinicio Ruiz, dijo que Edgar Mohs es una persona de confianza de Pacheco y que en la mencionada reunión no hizo más que un análisis del conflicto entre el mandatario y el equipo económico.
Ruiz explicó que Pacheco ha tomado una posición de árbitro entre lo económico y lo social que no ha funcionado en el gobierno, pero eso no implica que haya más presiones de lo normal.
El empresario señaló que lo siguiente es ayudar al gobierno a encontrar la coherencia y un acomodo equilibrado en los puestos vacantes.
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