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Con la salida del equipo negociador encabezado por el ministro de Comercio Exterior, Alberto Trejos, la viceministra Gabriela Llobet y la jefa de negociaciones Anabel Gonzáles, queda la duda de si se le bajará la presión al acelerador que impulsaba en la Asamblea Legislativa. la aprobación del Tratado de Libre Comercio que Centroamérica firmó con Estados Unidos (TLC).
El presidente Abel Pacheco de la Espriella anunció meses atrás que no enviaría el TLC al Congreso hasta tanto no se conozcan los resultados de las elecciones presidenciales en el país norteamericano, en noviembre próximo.
A esta declaración que generó rumores de distanciamiento y enojo entre el mandatario Pacheco y el propio ministro Trejos, se le debe sumar el ingrediente de las renuncias en «masa» que hicieron hace dos semanas las tres autoridades responsables de las negociaciones del Tratado.
La presencia de un nuestro ministro en esa cartera, Manuel González Sanz, abogado del bufete Facio-Cañas, y embajador de Costa Rica ante organismos especializados en Ginebra, Suiza, también le dan un toque distinto a lo que podría ser su gestión en el ministerio en los próximos 20 meses.González, quien afirma que suspendió su participación en las acciones del bufete, no responde al perfil tradicional de jerarcas, caracterizados por ligamen con la empresa privada o comercio internacional.
Además UNIVERSIDAD confirmó que Pacheco, tras las renuncias ministeriales recientes, habría preguntado al resto de su gabinete, si estaban dispuestos o quedarse con él «con o sin TLC». (Ver entrevista a Ricardo Toledo.
Este panorama hace pensar a diversos expertos consultados por UNIVERSIDAD que es muy probable que este acuerdo comercial sea tema de acaloradas discusiones el próximo año al calor del proceso electoral de 2006. Por lo que resta de éste, el Tratado se mantendría en el congelador.
Pero este atraso no debería significar un cambio en el avance de las discusiones en Costa Rica, aseguraron, ya sean estas por parte de especialistas o con procesos de renegociación, afirmaron esos analistas.
POSICIONES DIVERGENTES
UNIVERSIDAD consultó a varios especialistas de diferentes campos, conocedores del tema y obtuvo de ellos posiciones divergentes, desde quienes afirman que esta es la coyuntura ideal para renegociar el tratado hasta quienes dicen que la salida de los ministros no afectará en nada la aprobación de éste.
Vale recordar que el TLC se firmó en la capital estadounidense el 25 de enero del presente año luego de ocho rondas ordinarias de negociaciones que durante más de un año celebraron los ministerios de comercio exterior de los países centroamericanos con Estados Unidos. Costa Rica necesitó de dos rondas extraordinarias para concluir varios temas que, según los negociadores ticos, eran sensibles para el país.
El tratado culminó con un documento donde se detallan las exportaciones e importaciones y los aranceles de los mismos. Además de las salvaguardas y los derechos de propiedad intelectual.
En el tratado firmado entre los poderes ejecutivos, se acordó la apertura de los monopolios estatales de telecomunicaciones y seguros, previa aprobación de las leyes respectivas para que puedan competir en un mercado abierto.
VENTANA PARA RENEGOCIAR
El economista Henry Mora explicó que la rígida posición del Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) para enviar el TLC a la Asamblea lo más pronto posible había causado una división de criterios en el gobierno.
Mora aseguró que con la salida de Trejos y la jefa negociadora, Anabel González, se abre una pequeña esperanza para realizar un debate nacional, pues insiste que el tratado no debe aprobarse como está planteado.
El analista señaló que no es bueno depender de las elecciones en Estados Unidos para decidir porque, en caso de que ganará John Kerry, quien ha propuesto realizar cambios en el tratado, estos no necesariamente podrían ser ventajosos para Costa Rica.
De la misma forma pensó el historiador Oscar Aguilar Bulgarelli, figura cercana al Partido Unidad Socialcristiana, quien afirmó que la caída de la «cabeza» del equipo negociador fue una caída provechosa para el país, pues se trataba de «una cabeza tozuda, que no entendía razones y que solo obedecía órdenes».
Para Aguilar el TLC se estaba encauzando en un camino donde se aprobaría sin análisis y sin discusión, pero ahora surge una nueva oportunidad en la que los costarricenses que tienen dudas deberían discutir inteligentemente sobre el tema.
Agregó que las elecciones en Estados Unidos deben ser indiferentes con respecto al proceso de negociación que se debe dar en Costa Rica. Explicó que gane quien gane el afán imperialista es el mismo pero en diferentes grados. En el gobierno se viven problemas internos por grupos que luchan por mayores cuotas de mando, «no existe cabeza que piense» enfatizó.
Con respecto a la situación del país, Aguilar explicó que todo gobierno necesita un fiscal que suele ser el partido de oposición pero que en este caso está cogobernando con la presencia del expresidente Oscar Arias, lo que elimina la posibilidad de una fiscalización objetiva en bien del país.
CAÍDA NO AFECTA
Otra posición es la de quienes dicen que la caída de los principales negociadores no va a afectar el desarrollo del mismo ni su aprobación en el parlamento costarricense.
El mismo presidente Pacheco respondió el día de la juramentación de tres de los nuevos ministros que «estamos con un TLC que favorezca a los pobres y eso lo hemos dicho siempre».
El economista Mario Carvajal y miembro de la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER) explicó que Costa Rica ha desarrollado una política de apertura comercial desde hace más de 20 años y que los cambios de los jerarcas del ministerio no alterarán ese camino.
Lo que si considera el experto es que habrá una redefinición de los tiempos para enviarlo a la Asamblea Legislativa a fin de conocer el resultado de las votaciones en Estados Unidos, eso le dará tiempo de resolver primero el Plan Fiscal, agregó.
Para Carvajal el gobierno tendrá tiempo hasta noviembre para decidir mandar el TLC al plenario, en este punto avanzan con mayor velocidad Nicaragua y El Salvador. El analista señaló que la aprobación en la Asamblea probablemente se tome hasta el segundo trimestre del 2005.
«Costa Rica debe entrar a formar parte del TLC porque es un paso para la formación de oportunidades laborales», agregó el ex ministro.
Carlos Murillo del Centro Internacional de Política Económica, explicó que el cambio en los ministros no implica el final del proceso pues «hay gente capaz en el país y se puede seguir adelante».
Murillo indicó que la primera fue una etapa más técnica y que ahora viene otra etapa política en que la reorganización del COMEX lo faculta para enfrentar una nueva etapa de negociación.
El analista aseguró que el presidente Pacheco no quiere desgastarse y prefiere esperar a que pase el Plan Fiscal y otras discusiones sobre el TLC para no tener que enviar el proyecto varias veces a la Asamblea.
Para Murillo el gobierno ha asumido el TLC como un asunto de gran interés, no como presión de los grupos de cámaras, «no es fácil decirle que no a Estados Unidos», agregó. Insistió que no hay presión de los gremios empresariales para acelerarlo.
OTRAS POSICIONES
Antonio Álvarez Desanti habló con UNIVERSIDAD sobre la posibilidad de que el gobierno espere a las elecciones de Estados Unidos.
El precandidato explicó que en el momento actual enviar el TLC al plenario sería enterrarlo en discusiones que no van a llevar a nada hasta que se sepa el destino en Estados Unidos. Pero plantea que es importante que los negociadores no presionen al presidente para acelerar la tramitación del TLC
Albino Vargas, líder sindical del Movimiento Cívico Nacional, dijo que continuarán en la línea de derrotar por completo el TLC en la calles.
Vargas explicó que la salida de Trejos, Llobet y González representa un golpe psicológico para el resto de los negociadores y eso va a desacelerar su envío al parlamento.
El dirigente concluyó que aunque el gobierno apuesta por esperar el resultado de las elecciones estadounidenses, en Costa Rica se debe eliminar el tratado, no renegociarlo.
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