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Nancy De Lemos Si bien los recientes hechos de presunta corrupción empresarial y política al más alto nivel social y político, parecen confirmar las sospechas «vox populi» de la ciudadanía, no por eso dejan de ser asombrosos.
Además, nadie sabe cuántas sorpresas más deparará, todavía, la desatada caja de los demonios justicieros, relacionados con las comisiones distribuidas con el préstamo de Finlandia a la Caja Costarricense de Seguro Social.
En este contexto, UNIVERSIDAD quiso conocer los criterios de dos dirigentes empresariales que en distintos momentos han sostenido posiciones encontradas. Por un lado, Samuel Yankelewitz, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras de la Empresa Privada (UCCAEP), quien en una declaración polémica (ver ediciones 1529 y 1530) sostuvo que el sector empresarial es monolítico en sus posiciones. Por el otro, Juan Francisco Montealegre, expresidente de la Cámara de Exportadores y quien dirige la Cámara de Empresarios Pro Costa Rica (CEPCR), sostuvo que hay diferencias en el sector y sobre todo, «maneras y maneras» de hacer negocios.
A continuación sus visiones sobre la corrupción, la ética empresarial, los cambios en el gabinete, las relaciones con el sector laboral, la crisis del PUSC, el TLC y el rumbo que debe seguir el país.
Samuel Yankelewitz:
«Vamos en dirección correcta»
La UCCAEP aboga por una mayor apertura, desregulación y privatización del mercado. Sin embargo, como muestran los acontecimientos recientes, empresarios y políticos recurren a prácticas cuestionables para ganar dinero. ¿Es el empresariado tico neoliberal de palabra, pero mercantilista en la
práctica?
-Es claro que en la pregunta se están mezclando dos aspectos que no necesariamente lo están. El sector empresarial aboga por una mayor apertura y desregulación del mercado, convencido de que esto mejorará la atracción de inversiones y la competitividad del país, y por ende, la generación de más oportunidades, mayor producción, mejores empleos. Pero ello no se relaciona con la ética empresarial ni con las malas prácticas de un grupo muy reducido de empresarios.
¿Cree la UCCAEP en la necesidad de negociar un nuevo «pacto social», que defina una estrategia de desarrollo y en cuyo diseño participen el empresariado, el sector laboral y el Gobierno?
-El sector productivo empresarial representado en la Unión de Cámaras cree en el diálogo como la instancia adecuada para dirimir las diferencias, y como mecanismo mediante el cual los sectores puedan expresar sus opiniones para buscar fórmulas en la resolución de los problemas nacionales. Siempre participamos en las instancias de diálogo y concertación a que se nos ha invitado, precisamente porque consideramos que es la forma más adecuada de resolver los conflictos, manteniendo los principios básicos de nuestra institucionalidad y Estado de derecho.
El sector productivo privado debe participar en las mesas de diálogo, porque es el sector que aporta más empleo (casi 9 de cada 10 personas de la fuerza laboral), así como el que más contribuye en la recaudación tributaria y el pago de las cargas sociales.
¿Qué sentido tiene insistir en una política económica que amplía la
desigualdad? ¿ Esto no hace el país más inseguro e inestable precisamente para quienes son cada vez más ricos, y tienen que «atrincherarse» en sus casas?
– El sector productivo empresarial, mediante algunas reformas que se discuten, busca promover no sólo un mayor crecimiento económico, sino también que éste se traduzca en un mayor bienestar para la población. Por ejemplo, la política salarial aplicada en el sector privado, la reforma fiscal en discusión en la Asamblea Legislativa, la Ley de Fortalecimiento de las PYMES, la reforma financiera y el concepto de banca de desarrollo, el documento reciente sobre una Política Nacional de Empleo, las iniciativas para erradicar el trabajo infantil, son muestras de que se avanza en la dirección correcta.
Costa Rica ha sido un país exitoso en la atracción de inversión productiva y en el fomento y diversificación de nuestra oferta exportable, así como en materia social y de desarrollo humano que lo colocan entre los primeros lugares de América Latina. Esto indica que las políticas van en la dirección correcta, aunque por supuesto susceptibles de correctivos para mejorar los resultados en el campo social y económico. Asimismo, la política económica aplicada en los últimos años, no responde a la aplicación de un modelo «puro», sino más bien «híbrido» en el que confluyen aspectos de mercado con intervencionismo estatal, apertura con defensa del mercado interno. Falta quizás un proyecto de país más claro y con visión de mediano y largo plazo.
¿Cómo interpreta Ud. el nombramiento de Federico Carrillo en el Ministerio de Hacienda, de Manuel González en Comercio Exterior y de Ovidio Pacheco en el MOPT? ¿Tiene algo que ver con la campaña electoral?
– La Unión de Cámaras es respetuosa de la decisión del Presidente de la República para nombrar a sus colaboradores.
¿El empresariado se sentiría mejor representado con un gobierno no
liberacionista de Óscar Arias?
– Le reitero, el sector productivo empresarial que representa la Unión de Cámaras es respetuoso del proceso democrático. Quien asuma la Presidencia de la República debe tener claro el rumbo que debe seguir el país para el desarrollo social y económico a mediano y largo plazo.
¿Cuál es el porcentaje de impuesto sobre la renta que Ud., como empresario, estaría dispuesto a aportar al país, en el marco de la reforma fiscal? ¿Está de
acuerdo con la renta mundial?
– La Unión de Cámaras, durante el proceso de aprobación de la reforma fiscal, defiende la tesis de que la tasa del impuesto sobre la renta a las empresas debe permitir mantener niveles adecuados de competitividad. Es decir, que dicha tasa tome como base de referencia la vigente en otros países con los que Costa Rica compite. Asimismo, el sector productivo empresarial advierte la necesidad de tener tasas diferenciadas para las PYMES y los micronegocios del régimen simplificado, así como los sectores pioneros y empresas que se ubiquen en zonas de menor desarrollo relativo. Todo ello para disponer de instrumentos específicos que fomenten la atracción de inversiones y la generación de empleo, procurando desarrollar polos de desarrollo en zonas deprimidas.
Desde que en los 80 la AID financió la expansión de la banca privada, la apertura del mercado bancario facilitó la existencia de la banca off shore, que ahora vemos es utilizada para ocultar ingresos dudosos o prohibidos y moverlos a través de estructuras paralelas. Usted es banquero, además de industrial. ¿Cree en la regulación de las operaciones bancarias?
-Sí creo en la regulación de las operaciones bancarias y en la necesaria transparencia que debe tener el mercado financiero. Sin embargo, los casos que usted menciona son aspectos puntuales y no representan la generalidad del sistema financiero nacional.
¿Cuál es el beneficio de la banca privada para Costa Rica?
-La principal contribución de la banca privada es el financiamiento de alrededor del 50% de los recursos destinados a actividades productivas (comercio, industria, turismo, servicios, créditos personales, construcción) Y, en segundo lugar la generación de una sana competencia en el mercado financiero local, traducido en una mayor eficiencia en la banca estatal, tanto en la captación como en la colocación de recursos.
Juan Francisco Montealegre:
«PUSC, en quiebra moral; Arias, sin ideas propias»
Hace unas semanas se constituyó la nueva cámara empresarial que Ud. preside. ¿Por qué se creó en vez de integrarse a las existentes?
– La Cámara de Empresarios Pro Costa Rica (CEPCR) se creó con base en dos objetivos: el fortalecimiento del bien común y la lucha por el engrandecimiento de Costa Rica a través del trabajo empresarial. Las otras Cámaras no tienen los mismos objetivos por ser de tipo gremial o sea, defienden el negocio del gremio, independientemente del concepto «país».
La nuestra la integran todo tipo de empresarios, desde el más pequeño, unipersonal, hasta el más grande, con miles de trabajadores.
Como empresario, ¿le sorprendieron los acontecimientos relacionados con la Corporación Fischel? ¿Es un hecho común que algunas empresas lucren a través de sus lazos políticos, para obtener negocios, y que los políticos a su vez lucren de ello obteniendo comisiones?
– Los hechos relacionados con la Corporación Fischel son el ejemplo de una práctica muy difundida en los últimos 30 años, al crecer la participación de los empresarios-políticos y políticos-empresarios en la dirección de la administración pública. Aunque el hecho sea común, de que ambos sectores lucren de los bienes públicos, es amoral. La impunidad, de la que hasta hoy han gozado los llevó a creerse «intocables», unos por su connotada posición social y otros por su posición estratégica profesional, dentro del Estado. Muchos administradores, hoy en las empresas, son herederos en segundo y tercer grado, y nacieron sin más principios que el «poder del dinero», al asociarse con políticos partidarios de la filosofía de aquel maestro mexicano que dijo: «Un político pobre es un pobre político».
¿Qué dimensiones abarca la ética empresarial en cuanto a la corrupción y en cuanto a la solidaridad?
– Uno de los temas más traumatizantes para las dirigencias empresariales, con las consabidas excepciones, es el tema de la ética. Como esta última es la herramienta con que se aplica la moral, y la moral «no es relativa», la ética empresarial no es relativa, sino obligante en cuanto a las interrelaciones de producción, negocios y servicios.
Los dirigentes empresariales saben perfectamente lo que es un acto corrupto, por lo tanto se es consciente del hecho y de las consecuencias que éste acarrea en caso de ser descubierto, como ha ocurrido.
En relación con la solidaridad, la única forma de actuar de buena fe en este campo es con la observancia de principios éticos, de lo contrario la solidaridad se convierte en un abuso de las partes.
Las libertades sindicales se encuentran muy restringidas en Costa Rica, pues existe temor entre quienes laboran en el sector privado de organizarse para defender sus derechos. ¿Cuál debería ser la relación entre sindicatos, empresarios y Gobierno?
– Las libertades sindicales en Costa Rica no se encuentran restringidas. Por una razón histórica los sindicatos tradicionales se desarrollaron y fortalecieron dentro de las distintas administraciones estatales, cuyas dirigencias políticas y sindicales llegaron a acuerdos para defender privilegios no siempre sanos y consolidaron los actos corruptos como un derecho adquirido por dirigentes sindicales corruptos y funcionarios estatales incompetentes. Los sindicatos conocen las vidas y haciendas de cada funcionario con quien han establecido negociaciones y esto llevó a acuerdos de mutua protección. En el otro sector, fuera del temor de los dirigentes privados corruptos, no existe otra cosa que un rechazo a las actitudes de los dirigentes sindicales corruptos que han lucrado de las negociaciones abusivas dentro de la administración del Estado y este rechazo no es de la dirigencia empresarial, sino de los mismos trabajadores.
La relación entre sindicatos, empresarios y gobierno debe ser de relaciones normales, de negociación permanente en defensa de sus intereses particulares pero teniendo claro que el país y el bien común estén en la mira de toda negociación.
¿Cuál debe ser el porcentaje de impuesto sobre la renta que deberían pagar las empresas? ¿Está de acuerdo con la renta mundial?
– Las empresas pueden pagar el 30% de impuestos, como hasta ahora.
Dentro de las acciones justas está el pago de la renta mundial, pues reconocemos que somos ciudadanos de Costa Rica y que necesitamos mejorar las condiciones de vida.
Sin embargo, para tener equidad y ser justo en el cobro de estos impuestos, es indispensable el uso correcto de los recursos, y exigir a sus administradores el cumplimiento cabal de sus
juramentos al recibir sus cargos públicos.
Le pido hacer un poco de analista político. La implicación del expresidente Calderón y otros militantes del PUSC en los manejos del crédito finlandés para la CCSS, parece sacar a ese partido de la próxima competencia electoral. Esto favorecería al expresidente Óscar Arias, quien consolidaría la representación de los intereses de ciertos sectores del empresariado -quizás del más vinculado al sector financiero y exportador-, más allá de diferencias entre los dos partidos tradicionales, diferencias que, de por sí, ya no se distinguen. ¿Está de acuerdo con esta interpretación?
-La implicación del expresidente Calderón y otros militantes del PUSC en los manejos del crédito finlandés, lleva al partido a una situación de quiebra operativa, moral y ética, desde el punto de vista de la imagen pública. El PUSC siempre ha sido un partido unipersonal, con la gran desventaja de que la gente pensante y de peso político ha abandonado sus tiendas por este tipo de manejo tan particular y tuvieron que recurrir a la «invención de líderes» para mantener su imagen.
El expresidente Óscar Arias llega ahora a la política electoral de una forma muy original, haciendo uso de su prestigio de Premio Nobel y aprovechando el privilegio de poder reelegirse con el prestigio de exgobernante; pero demuestra hoy poca capacidad de maniobra y escaso conocimiento de la realidad nacional. Apuntalado y acompañado por el equipo «neoliberal» de los últimos 20 años, se le ha embarrialado la cancha al no esgrimir ideas propias a la solución de los problemas nacionales y por lo tanto, ha debido montarse en el carro de las ideas de organizaciones y equipos financieros que han sido los más beneficiados por las reformas económicas de los últimos años y que han demostrado, a su vez, gran incapacidad para repartir riqueza.
Esta deficiencia los ubica como parte de los grandes responsables de la polarización socioeconómica de nuestro país; pero lo más grave es que estas organizaciones y equipos, no parecen capaces de equilibrar el entorno en donde se desarrollan las empresas nacionales, productoras de riqueza, de bienestar y de paz, y evitar así la alteración del orden establecido.
¿Qué orientación debería tener el próximo Gobierno para garantizar una Costa Rica menos desigual y más progresista?
– La orientación del próximo Gobierno esta determinada por el concepto de país que tenga el equipo o partido que gane las elecciones. Por los hechos que están ocurriendo, las exigencias del electorado serán de otro tipo,
muy diferentes a las tradicionales, porque las reacciones de la ciudadanía puede variar desde el simple enojo hasta el odio hacia cierto tipo de políticos, lo que nos pone en la disyuntiva de esperar actos extremos ejecutados por algún elemento radical alimentado por esta pasión del odio. La confianza en las personas representantes de los partidos políticos que participen en las próximas elecciones será fundamental para mantener la paz y el orden. El abuso con los fondos públicos y el silencio de los dirigentes de los partidos tradicionales, alimentaron de forma alarmante el enojo y la desconfianza de la ciudadanía hacia sus dirigentes políticos.
El próximo gobierno tendrá que agenciárselas para poner en práctica una verdadera repartición de riqueza y disminuir la brecha social, de manera que se fortalezca, nuevamente, el acceso de la ciudadanía a la verdadera riqueza, que son la educación y el conocimiento, al igual que a la salud, a la seguridad y a la libertad, respetuosa del pluralismo.
¿Cree Ud. posible conocer cómo funciona la corrupción empresarial y política al darse un colapso de la forma tradicional de relación entre el empresariado y el sistema bipartidista (PUSC/PLN), que se reacomoda a la luz de los cambios que en el orden político y de negocios traerá la aprobación del TLC con Estados Unidos, es decir, la sustitución del reinado político de la «burguesía nacional» por la «burguesía transnacional»?
– Costa Rica no es un país fácil de doblegar. Por algo somos una isla en América. El hecho de que algunos pretendan vender nuestro país como una forma fácil de hacer negocios hará que choquen contra algo que se han estrellado en el pasado terroristas y guerrilleros: esa forma particular de hacer de la ciudadanía para ponerse de acuerdo en lo fundamental. Si el negocio del combo del ICE no resultó y se trasladó para el TLC, el resultado, con el acuerdo de toda la ciudadanía, será el mismo.
Costa Rica no es un país de esclavos, aunque algunos dirigentes lo sean. El respeto a la democracia, a la libertad y a la pluralidad ha sido el accionar permanente de nuestro pueblo.
¿Cuál es la posición de la Cámara que Ud. representa frente al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos?
-Es la de establecer una negociación conveniente para cada uno de los socios. La posición fácil de que en toda negociación debe haber ganadores y perdedores no va con los principios de la CEPCR, de ayuda a Costa Rica y al bien común. Lo mismo vale para los socios nuestros con quienes tengamos que negociar. Si en una negociación quedan heridos, se crean enemigos permanentes, los cuales han demostrado hoy, que pueden hacerle mucho daño a quien sea, independientemente del poder que tenga. La renegociación en puntos fundamentales para el futuro de Costa Rica, es ineludible.
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