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El alto porcentaje de amas de casa con sida representa un doble riesgo, ya que podrían trasmitir el virus a sus hijos durante el embarazo.
Construcciones sociales, machismo y factores fisiológicos hacen más vulnerables a las mujeres ante el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirido (sida). Así mismo, el grupo de jóvenes es en el que más se transmite la enfermedad.
Lo anterior se evidencia en el informe: Situación del VIH/SIDA en el mundo y en Costa Rica elaborado por la empresa Image Value and Management by MultiMedios, el cual es una sinopsis sobre el último informe oficial del país.
Se estima que en Costa Rica hay 4000 personas que tienen el VIH, pero por el subregistro y algunas proyecciones, se calcula que podrían ser hasta 20.000.
Las mujeres son físicamente más vulnerables a la infección por el VIH, virus que transmite el sida. Diversos estudios señalan que la transmisión de varón a mujer es unas dos veces más probable que a la inversa.
En los últimos años, la proporción global de mujeres VIH positivas ha aumentado progresivamente. En 1997 ellas constituían 41% de las personas infectadas con el virus; ya para el 2002 esa cifra había aumentado a casi un 50%.
Debido a constricciones sociales y a un sistema patriarcal en donde al hombre se le «permite» llevar una sexualidad irresponsable, mientras que a las mujeres se le impone la monogamia, el factor de mayor riesgo que afrontan las mujeres ante el VIH es el comportamiento sexual de sus parejas masculinas.
La población de hombres homosexuales representa entre el 5% y 10% de todos los caso de VIH en el mundo. Los varones que tienen sexo sin protección con otros hombres también pueden ser bisexuales, de modo que actúan como puente epidemiológico para propagar la infección.
Hombres que mantienen relaciones genitales con trabajadoras o trabajadores del sexo o con otros hombres sin ninguna protección, después contagian a sus esposas. Podría decirse que en ciertos contextos el matrimonio aumenta el riesgo de VIH en las mujeres.
Según la psicóloga del Centro de Investigación de Estudios de la Mujer (CIEM) de la Universidad de Costa Rica (UCR), Mirta González Suárez, las mujeres se encuentran en una posición de «nunca ganar», ya que sus parejas son infieles y ellas, aunque en algunos casos lo sepan, no pueden exigir la utilización de condón, debido a una relación de poder desigual y a los supuestos valores del matrimonio: confianza y amor, por ejemplo.
Dado lo anterior, González considera fundamental que se realice una campaña de concienciación dirigida a los hombres, en la cual se les indique que si van a tener relaciones extramaritales al menos utilicen preservativo.
En el hospital Max Peralta aumentó progresivamente la cantidad de heterosexuales enfermos, entre las que destacan amas de casa contagiadas por sus maridos; en el hospital Monseñor Sanabria esa misma población es de 24%; mientras que en el San Juan de Dios 64% de mujeres infectadas son amas de casa.
JÓVENES EN RIESGO
De acuerdo con el registro de infectados, en Costa Rica el grupo etario (por edad) en el que más se transmite la enfermedad es el de 20 a 24 años. En el nivel global las personas entre 15 y 24 años representan la mitad de nuevas infectadas por el VIH; en el mundo más de 6.000 jóvenes contraen el virus cada día.
Falta de información, mala educación y carencia de servicios de prevención son algunas causas que sitúan a las personas jóvenes en el centro de la vulnerabilidad.
El informe antes citado destaca que factores como la pobreza, la exposición de ideas conflictivas sobre los valores y comportamientos sexuales y el colapso de la percepción tradicional de la sexualidad, entre otros, han impulsado que la mayoría de jóvenes inicien la actividad sexual en la adolescencia.
Es más probable que quienes empiezan su actividad sexual precozmente tengan relaciones con varias parejas y de manera irresponsable, informó el estudio. Esto abonado a una mitificación con respecto al uso del condón, representa una situación de riesgo para la población adolescente.
Para disminuir la prevalencia de VIH entre jóvenes es indispensable crear accesos a servicios confidenciales de salud, distribución de preservativos y campañas de información con respecto al sida y a la sexualidad.
EN UCR
Consultada al respecto de la incidencia del VIH/SIDA en el estudiantado de la UCR, la Dra. Eulile Vargas Villalobos, encargada de la Unidad de Promoción y Servicios de Salud de la Oficina de Bienestar y Salud, informó que no existen datos específicos, pero reconoció que hay un alto factor de vulnerabilidad debido al promedio de edades de la población estudiantil.
Agregó que en esta oficina las personas tienen la facultad de preguntar sobre cualquier problema de salud, incluyendo dudas relacionadas con enfermedades de trasmisión sexual. Así mismo, se les brinda diagnóstico y tratamiento.
No obstante, en la UCR no se trata a personas infectadas con el VIH ya que no se dispone de los medicamentos antirretrovirales, los cuales solo se consiguen en algunos hospitales. Tampoco se efectúa el examen de detección del virus, ya que para esto se necesita una logística técnica que los laboratorios de la institución no poseen; empero, se trabajan para acondicionarlos. Actualmente los exámenes se efectúan en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
Dicha Oficina iniciará una campaña de información acerca del virus, a partir de una encuesta de sexualidad y VIH/sida efectuada en junio 2003 por la Comisión Institucional de Prevención del VIH/sida. El objetivo es que las personas jóvenes desarrollen actitudes para combatir dicho mal.
Gasto millonario
Una suma de $10.1 millones se invierte anualmente en nuestro país para el tratamiento de pacientes con el sida o son portadores del virus.
El Dr. Solón Chavarría, Director Ejecutivo del programa VIH/SIDA/ITS de la Caja Costarricense del Seguro Social, afirmó que esa inversión millonaria comprende el costo de los internamientos y la compra de antirretrovirales.
Ese presupuesto es cubierto en un 80% por la CCSS y un 20% por el Ministerio de Salud, junto con organizaciones no gubernamentales, indicó Chavarría.
El informe Situación del VIH/SIDA en el mundo y en Costa Rica destaca que para alcanzar los objetivos de gasto relativo del sida para el 2007, todos los países tendrán que aumentar sus partidas presupuestarias aproximadamente en un 30% por año. Es decir, dentro de tres años Costa Rica gastaría más de $13 millones en dicho tratamiento.
Para la prevención
Educación y sensibilización sobre el sida.
– Programas de cambios de comportamiento.
– Promoción de usos de preservativos y de la monogamia
– Asesoramiento y pruebas voluntarias.
– Prevención y tratamiento de infecciones de transmisión sexual.
– Reducción de la vulnerabilidad a través de cambios en las leyes.
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