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Elecciones del 2006 Prevén derrota del bipartidismo

Debido a los actos de corrupción que agobian al país desde hace varios meses, el mayor escarmiento que podría sufrir el bipartidismo -Partido Liberación Nacional (PLN) + Unidad Social Cristiana (PUSC)- en las próximas elecciones nacionales del 2.006, sería su derrota electoral a manos de una coalición de distintas agrupaciones políticas, y las posibilidades de que esto ocurra son muchas.

Debido a los actos de corrupción que agobian al país desde hace varios meses, el mayor escarmiento que podría sufrir el bipartidismo -Partido Liberación Nacional (PLN) + Unidad Social Cristiana (PUSC)- en las próximas elecciones nacionales del 2.006, sería su derrota electoral a manos de una coalición de distintas agrupaciones políticas, y las posibilidades de que esto ocurra son muchas.

Para algunos costarricenses, la divulgación de la corruptela en que han participado numerosos políticos de los últimos gobiernos, se convertirá a corto plazo en una lápida electoral para el bipartidismo que ha manejado los destinos del país en las últimas dos décadas.

Es así como la coyuntura actual se presenta entonces propicia para que emerja una nueva fuerza política, que rompa en los comicios del 2.006 con la tradicional hegemonía del PUSC y el PLN, los cuales se han repartido el poder y, en algunos casos, diversos botines.

No obstante estas circunstancias políticas, aún no existe un partido coaligado que pueda asumir el reto frente al bipartidismo y apenas hay algunos intentos por integrarlo de cara a las próximas elecciones.

Acerca de estos temas hablaron para UNIVERSIDAD el exdiputado José Merino; el secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), Albino Vargas; el politólogo Francisco Barahona; el exministro de Justicia y aspirante a la presidencia de la República, José Miguel Villalobos; el exministro de Planificación, Juan Manuel Villasuso; y el legislador José Miguel Corrales.

Todos coincidieron en que por los últimos hechos de corrupción acaecidos y que involucran a reconocidos políticos e incluso a exmandatarios, se presentan las condiciones ideales para que en los sufragios del 2.006 los votantes opten por una tercera fuerza que derrote al bipartidismo.

Igualmente concordaron en que las probabilidades de concretar esta meta se lograría si se establece una alianza de grupos políticos, pues de lo contrario será difícil alcanzarla.



COALICIÓN NECESARIA



En opinión del exdiputado José Merino, para derrotar al bipartidismo en las próximas elecciones es imprescindible poder articular diversos sectores, no solamente de los que están en política electoral, sino también los sociales.

Merino forma parte del Movimiento Alternativa de Izquierdas (MAIZ), el cual persigue convertirse en un grupo político para el 2.006 que articule organizaciones populares interesadas en construir una sociedad más justa.

«Me parece que sería equivocado pretender que alrededor de un formato político-electoral y con los inconvenientes  del Código Electoral -que es una estructura fundamentalmente creada para favorecer el bipartidismo-, se pudieran aglutinar estas fuerzas (…). Todo esto también va a depender de la madurez y de la voluntad que pongan los actores de la lucha política y social», puntualizó Merino.

Una posición similar expresó Albino Vargas, quien enfatizó en la necesidad de que haya una convergencia amplia «que reúna a políticos honestos, ciudadanos de distintas procedencias sociales y productivas, con un proyecto y un programa unificado».

Vargas sostuvo que están dadas las condiciones objetivas para que se dé este frente amplio. «Lo que pasa es que como siempre en toda colectividad humana, entran a jugar los subjetivismos, los celos, la competencia de protagonismo, las mentes iluminadas que creen tener todo resuelto. Entonces, esta coalición surgirá si hay humildad, y patriotismo, para entender que el cambio que urgimos no lo hace una persona, sino un proceso sociopolítico de amplia base».

En este sentido, Francisco Barahona afirmó que si alguna persona logra asumir el liderazgo de este frente político, «es perfectamente factible que este sentimiento de decepción y rabia ciudadana contra los políticos, pueda encausarse y elegirlo».

Sin embargo, el politólogo estima que si se consumara en las elecciones venideras esta posibilidad, eso no será suficiente para sacar al país de la crisis. El nuevo líder deberá no solo ser un abanderado de la nueva ética, sino también encabezar un movimiento de cambio profundo, que incluya la convocatoria a una nueva asamblea nacional constituyente, «para diseñar las líneas sobre las cuales Costa Rica construirá su futuro».



PUEBLO PREPARADO



Respecto a si están preparados los costarricenses para dejar de ver el bipartidismo como la única opción electoral, las personas consultadas por este Semanario confluyeron con una respuesta afirmativa y sostuvieron que este es el momento ideal.

«Si los costarricenses con esta coyuntura no entienden que el bipartidismo es nefasto para nuestro país, es que tenemos como pueblo una gran vocación de mártires y masoquistas», increpó Vargas.

Por su parte Merino, Barahona y Villasuso advirtieron que si no se consigue un  cambio político inmediato, a corto plazo el país se enfilará a una confrontación civil no deseada por los ciudadanos y de consecuencias difíciles de prever.

Barahona aseveró que ya los costarricenses estaban decepcionados de los políticos y este sentimiento se ha acrecentado a raíz de los últimos escándalos por corrupción. Es por eso que muchos de los militantes del bipartidismo podrían emigrar a otros partidos y contribuir a «una solución de emergencia nacional», que podría ser la candidatura de una tercera fuerza.

Hay coincidencia, además, en que la actual coyuntura del país se presenta como una ventaja que podría ser aprovechada electoralmente por los partidos emergentes.

«La derecha política del país lo que busca es lavarse la cara por las actuaciones de sus malos hijos y buscar el camino para que emerja ojalá límpidamente Óscar Arias Sánchez, que como ya sabemos, tiene muchas cosas que aclarar y explicar», aseguró Vargas.

El candidato por el partido Alianza Democrática Nacionalista -José Miguel Villalobos-  dijo en forma tajante que solo el candidato de una agrupación emergente tiene posibilidades de resultar electo en el 2.006.

«Estoy convencido de que las próximas elecciones las va a ganar un partido nuevo -de coalición o solo-. Ningún partido de los que actualmente existen va a tener ninguna posibilidad; barrió con todos ellos la coyuntura actual», argumentó.

La misma advertencia hizo el diputado del PLN -José Miguel Corrales-, quien -lo mismo que Villasuso- sostuvo que el bipartidismo llegó a su final. «Estos hechos que han acontecido y que son tan lamentables, dieron al traste con una institución (el bipartidismo) que a otras democracias les ha servido extraordinariamente».

Corrales criticó que «desgraciadamente lo que se ha demostrado es que cogieron el poder político para servirse y no para servir. En ese sentido, el bipartidismo perdió toda autoridad moral para dirigir el país».

El legislador, aunque primero descartó una nueva candidatura suya a la presidencia, después lo vio como algo difícil, aunque no descartable; eso sí, de ocurrir sería en un partido ajeno al PLN, en el que ha estado siempre.

Entretanto, el exministro Villasuso, manifestó que si no fuera porque en los hechos de corrupción aparecieron implicados expresidentes y altos empresarios, el panorama político-electoral no habría cambiado mucho para los comicios del 2.006.

Condicionó el ambiente de las próximas elecciones, a lo que pase en las semanas venideras en torno a las investigaciones por corrupción. Así, podría haber un alto abstencionismo, o una afluencia masiva de los ciudadanos, que ven en el sistema político y las elecciones la forma de enrumbar a Costa Rica por un nuevo camino, agregó.

Si bien las indagaciones sobre corrupción apenas comienzan y son una «caja de Pandora» de la que podría salir cualquier cosa conforme se ahonden las pesquisas,  los entrevistados sí parecen tener claro que el bipartidismo está en sus últimos pataleos y que a partir del 2.006 Costa Rica se regirá por otros paradigmas políticos.

De última hora, al cierre de esta edición (martes 19) el precandidato del PLN -Antonio Álvarez Desanti- anunció mediante  una cadena de televisión, que formará un nuevo partido para continuar con sus aspiraciones presidenciales en las elecciones venideras.

  • Eduardo Ramírez 
  • País
DemocracyNational LiberationPartido Liberación Nacional
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