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Mariano Figueres: «Hay que fortalecer al ICE»

«Búsqueme un cliente y le vendo las acciones por debajo del precio de mercado, con tal de que dejen de maltratarlo a uno.»

«Búsqueme un cliente y le vendo las acciones por debajo del precio de mercado, con tal de que dejen de maltratarlo a uno.»

(Yo debí preguntar: «¿Y de cuánto sería mi comisión?» Pero, a pesar del clima nacional, no tuve la malicia.)

Así comenzó la conversación de UNIVERSIDAD con el liberacionista Mariano Figueres Olsen, quien aceptó detallar los ingresos que reciben las empresas privadas que venden energía al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), al amparo de las leyes 7200 y 7508, y que son considerados «legales pero inmorales» por sectores ambientalistas y sindicales del país.

Comunicados de la Federación Costarricense para la Conservación de la Naturaleza (FECON) y de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), sostienen que en 2002 dichas empresas, algunas vinculadas a políticos como Carlos Vargas Pagán, Óscar Arias Sánchez, y el expresidente José María Figueres, recibieron del ICE ¢35 mil millones. Además, que entre el 2001 y el 2002, la familia de este último recibió por ese concepto ¢11.4 millones diarios, para un total de ¢8.377 millones.

A continuación, la entrevista en la cual el hermano del expresidente refuta estos datos y llama a sus acusadores a realizar un debate sobre el tema. Además, se declara a favor de fortalecer el ICE y reflexiona sobre los hechos de corrupción que sacuden al país.





¿Cuántas empresas de cogeneración privada tiene la familia Figueres?



-Grupo San Cristóbal tiene su centro de operaciones en La Lucha. Allí, desde que se inició la empresa, el 28 de abril de 1928, hemos «traveseado» con generación eléctrica. Don Pepe, por cierto, era muy travieso con estas cosas. Él decía que era ingeniero «diesel»: «Dice él» (risas). Tenemos una planta, cuando entré en la gerencia de la empresa, el huracán César la destruyó. La reconstruimos, la hicimos un poquito más eficiente. Antes, lo que generaba esa plantita, que era como un tercio de mega, lo consumíamos dentro de la empresa. Cuando viene la ley de cogeneración, tenemos que venderle eso al ICE y comprárselo a Coopesantos, que es el distribuidor en el área donde estamos.



¿Por qué venden la energía para volverla a comprar?



– Para garantizar, nos dicen, la estabilidad de la corriente en la red. Si hay energía de excelente calidad y yo meto energía «sucia», ocurren problemas. Como ellos no tienen control de esto, nos exigen vendérsela. En La Lucha hoy andamos cinco a uno a favor de Coopesantos, porque somos más consumidores que productores, pero también porque vendemos el kilowatt más barato al ICE de lo que lo compramos a Coopesantos. El asunto es que somos generadores desde el 50. No es que aprovechamos un negocio que vino con la política, ni en el gobierno de Calderón ni en el gobierno de José María ni después. Hicimos una inversión de buena fe, de la cual no hemos recuperado ni el 10%. En los proyectos es diferente la participación accionaria a la participación económica. En «Don Pedro» y «Volcán» nosotros tenemos un poco más del 23% y del 33% de las acciones, respectivamente, pero nuestro interés económico, en ambos proyectos, no llega al 6%. Somos accionistas sumamente minoritarios, que no estamos en ningún momento usufructuando de eso. Los mayoritarios son la empresa financiera de la General Motors y la empresa italiana ENEL, antes Global Energy. Incluso, con la entrada del Niño, estos dos proyectos no cumplieron con las expectativas y con el diseño original, y no han tenido el retorno siquiera suficiente para estar al día con los pagos a los financistas y ha habido que recurrir a los fondos de «backup» o de soporte. Nosotros no recibimos prácticamente nada.

Tan no es buen negocio, tan no son de recibo las acusaciones que se nos hacen, que estamos dispuestos, en el momento que guste cualquier persona, sea la FECON, los sindicatos, quienquiera, a venderles las acciones nuestras en esos dos proyectos, por debajo del valor de mercado. Y en el momento en que nos digan: «Ya no les compramos la energía de La Lucha» a nosotros nos sirve, por lo que acabo de explicar: la diferencia de precios de entrega y de recibo. Y, entonces, nos autovenderíamos a nosotros mismos.



Desde el punto de vista económico, ¿le parece justo el precio que paga el país a los cogeneradores privados?



– El precio nació con un criterio de «costo evitado» para el ICE. Fue la decisión salomónica del momento: «el ICE no puede cubrir la demanda, entonces metamos a los privados y se les paga lo que le costaría al ICE.» Los privados andan en ¢0.075 el kilowatt. El ICE dice que anda de ¢0.025 a ¢0.035. La generación térmica, cuando el petróleo estaba a menos de $30 el barril, andaba a $0.14 el kilowatt. Aquí estamos comparando Arenal con una planta de 20 megas. No es lo mismo una planta inmensa que una pequeña. En esta última no se llega a la economía de escala, en la grande, sí. Entonces un primer punto es el tamaño. Un segundo punto es que el ICE habla de proyectos amortizados, que ya se pagaron. Al final, un proyecto de cogeneración, cuando ya haya pagado su deuda, obviamente va a andar muy por debajo de ¢0.075 el kilowatt, y entonces, como ya no va a haber contrato, van a entrar a ofrecerle al ICE la energía a lo que pague. Cuando eso ocurra, la crítica será que ahora que se acabaron los contratos sí pagan el precio correcto. Dirán: «¿Ves cómo estaban choriceando?». Pero es que hay que pagar, «Don Pedro y «Volcán» son dos proyectos de $50 millones. Eso se debe.

Por otra parte, con el barril de petróleo a $50, este verano ¿a cuánto va andar la energía térmica, sucia? ¿Contra ¢0.075 de energía limpia de los privados? Además, está el coctel que usan quienes critican para hacer la comparación: mezclan proyectos amortizados y otros más grandes, para decir que el ICE cuesta menos, pero ¿cuál es el costo del ICE en el proyecto nuevo Peñas Blancas, para el cual el ICE colocó bonos en el mercado costarricense y hoy está funcionando? El mismo que el de los privados: ¢ 0.075

Pero, además, el ICE está hablando de su costo en la planta. Eso no es justo. Hay que tomar el costo de operación de ICE-Energía, dividirlo entre los kilowatt y verá que está por debajo del térmico, pero por encima de los privados. No se puede precisar exactamente cuánto porque el ICE incorpora los costos de generación, transmisión y distribución, más el costo corporativo. ¿Cuánto de todo esto corresponde a generación, para poder compararlo con los privados? Si alguien con honestidad quiere llegarle a esto, llegaría a resolver la intención del legislador cuando fijó el «costo evitado», y veríamos que con la tarifa actual el ICE está ganando, porque si se obtuviera el real costo evitado del ICE, le garantizo que está por encima de los privados. Me parece importante que en algún momento el país tenga este debate con transparencia, por ejemplo aquí, en el Semanario UNIVERSIDAD, y que le digamos al país la verdad.



¿Qué puede decir sobre las críticas de las organizaciones ambientalistas a los cogeneradores privados?



-Mi impresión es que en un momento dado, por las amarras sobre el ICE, el país comenzó peligrosamente a generar mucho con energía térmica. Por un lado, había una amenaza ambiental y, por el otro, se veía que crecía la demanda nacional y no la oferta energética, se iba a empeorar la situación y veíamos aquellos famosos apagones en Honduras, etc. Siento que allí fue cuando hubo un ambiente nacional para hablar de cogeneración. Como país nos fuimos por el lado de cogeneración. Yo no entiendo algunos reclamos contra los cogeneradores por parte de ambientalistas, en el sentido de que las plantas privadas, por ley, no pueden ser mayores a 20 megas. Las represas de los privados son sumamente pequeñas, no causan el daño ambiental de Arenal, parecen un lago de botecitos familiares, porque se acumula solo para lo que se va a generar hoy. Sí creo que ha habido daños en la construcción de los proyectos privados, y que se debería haber hecho un mejor trabajo. Eso hay que decirlo con toda verdad, pero creo que se ha corregido a tiempo, se les ha obligado tanto legalmente como con relaciones públicas a restituir rápidamente el daño ambiental, pero los privados, al ser no mayores de 20 megas, no hacen el daño por inundación ni cuando lavan las represas, que sueltan el agua y son esas escorrentías y la muerte de peces que provienen de las represas del ICE, no de los privados. Entonces no entiendo cuál es el punto con los ambientalistas.





En términos políticos, ¿qué opina Ud. de la cogeneración privada de energía?



-Yo me declaro iceísta. Una de las diferencias que mantengo yo con los Arias, siendo yo de casco amarillo, es que cuando uno en la casa tiene un enfermo, uno lo cura, no lo cierra a patas ni a tiros. Si nuestras instituciones, que tanto nos han dado en el pasado, en estos momentos están enfermas, como costarricenses tenemos que hacernos responsables de un gran trabajo por sanearlas. Si en algunas hay corrupción o despilfarro, si en algunas nos faltan índices de eficiencia, inversión tecnológica, entrémosle a eso. Pero bien es sabido por todos los costarricenses que al ICE lo hemos tenido amarrado, comprando bonos del Estado, entonces, ayudémosle, ya que tiene la gente tecnológicamente más preparada de la región. Es una institución insignia de Costa Rica, y lo que tenga de debilidades hay que darle el acetaminofén necesario, y si es más serio, pues un «overhaul», pero no matemos al ICE.



Pero, ¿era absolutamente necesario recurrir a la cogeneración privada y firmar esos contratos?



-Si el ICE no estuviera amarrado, no tendría necesidad de la cogeneración. Si al ICE no le hubieran pedido que comprara bonos del Estado, no habría necesidad ni de cogeneración privada ni de energía térmica, y ya hubiéramos hecho boruquita, y ya se nos habría venido FECON encima.





¿Le preocupa que a raíz de las investigaciones de los medios de comunicación y del Ministerio Público, pueda salir implicado su hermano expresidente, o su madre, quien ha sido diputada, y que esto pudiera acabar con su carrera política?



– No me considero que tenga carrera política. Soy de una familia que ha estado en política, no le voy a decir que me disgusta la política. Sí le voy a decir que me asquea la politiquería y que me preocupa mucho que en Costa Rica la gente livianamente, inclusive algunos periodistas, confundan política con politiquería. Y si los ticos queremos democracia, necesitamos partidos políticos y políticos.

Hablando de esos comentarios sabios del tico de la calle, el otro día oí a un señor decir: «Aquí no hay que ser investigador. Ud. ve cómo alguien vive, y ve dónde bretea, y ya sabe cómo es la cosa.» A José María, desde que salió de la presidencia, yo lo veo trabajando mucho, y tiene que hacerlo. Tendría, por gusto, que tener plata guardada. Pero cuando alguien está trabajando duro y uno ve que lo que gana corresponde con la manera en que vive, entonces eso le da a uno tranquilidad. Yo no veo que ni José María ni doña Karen lleven un estilo de vida que indique que han hecho algo incorrecto.

En cuanto a mi carrera política, me encanta colaborar con el partido, pero en esto no tengo miedos personales absolutamente de nada. Obviamente que en estos días he llegado a valorar mucho más el valor de la conciencia tranquila, porque por tantos años las cosas se han hecho de una manera tan jodida que yo creo que todos, tarde o temprano, hemos, tal vez, tenido una duda, volviendo a ver a alguien y diciendo: «Mirá cómo vive aquel carajo, y yo aquí, trabajando todos los días 18 horas diarias.» Entonces, tal vez uno, a través de la vida, ha tenido alguna duda y alguna tentación. Pero en estos días sí he recordado mucho a mi abuelo Fafa, un viejo íntegro, más allá de toda prueba, y un gran ejemplo, y el valor y la tranquilidad de salir un sábado en la noche del trabajo y saber que va uno para la casa, y que pasa el domingo allí en el pueblo… Eso no tiene precio, no hay nada en el mundo que valga esto.



¿Qué opina de lo que está pasando en el país?



– El país se tomó cuatro sobres de magnesia «Rey» y le falta un estañón de miel de purga. El cuerpo está enfermo y tiene que limpiarse y curarse. Esto es un proceso necesario, doloroso, porque bien que mal socollonea al «statu quo», se menea la rama muy duro. Pero esto es positivo, el país va a salir tremendamente fortalecido. Yo entiendo perfectamente, por ejemplo, las negociaciones que ha hecho la Fiscalía de casa por cárcel, porque son necesarias en una investigación para lograr llegar al fondo de las cosas, pero la gente está indignada y lo manifiesta con otra frase interesante de los ticos: «el palacio por cárcel». En Cartago oí otra frase interesante: «No, hombre, si a mí me dan la casa de Eliseo por cárcel, que me metan cadena perpetua.» Creo que como país vamos a salir muy bien de esto.

Tenemos que seguir hacia delante, apoyar mucho al Fiscal, ser prudentes en frenar la cacería de brujas. Le pongo un ejemplo: no tienen por qué salir heridos tres empleados de la Fischel en una manifestación, es absolutamente injusto e intolerable, una agresión que no puede ser. No puede ser que podamos decir que toda persona que haya recibido un pago de Alcatel o de Ericsson, necesariamente sea inmoral y corrupta, de hecho hay un montón que ha provisto toda clase de servicios y productos honestamente, de buena fe y han sido retribuidos en un rango normal por el valor de los servicios o de los productos. No podemos ir en contra de todo el mundo. Esta es una enorme oportunidad para hacer varias cosas, pero, primero, para acabar con la impunidad de decir que, de aquí en adelante, no vamos a permitir esto, y se pueden pasar algunas leyes de una página, por ejemplo, prohibir las contribuciones privadas a los partidos políticos, que pueden servir para limpiar el país y quedar ante el mundo como que enderezó el camino, e internamente con una fortaleza y autoridad moral para exigir el fin definitivo de la impunidad. El ambiente nacional está dado para hacer estas cosas.



¿Cree Ud. que el precandidato Óscar Arias, de su partido, capitalizará esta situación?



– No siento que esta situación beneficie a ningún candidato de la vieja política. Esto ha venido mayoritariamente de la Unidad porque, de los últimos 16 años, 12 han sido de gobiernos de la Unidad, entonces la probabilidad de que los chorizos sean de la Unidad es inmensa (risas). Y hay una búsqueda salvaje del empate, que si es porque está allí, destapémoslo, pero si es por cacería de brujas, no se vale. No creo que esto beneficie a ningún político tradicional, porque ha sido algo que ha golpeado a todo el país y a la institucionalidad. Las últimas encuestas muestran que todos los partidos políticos juntos andan en un 36% de la intención de voto contra el 64% que no votaría por ninguno. Me parece que esto nos lleva a reflexionar un par de cosas. Primero, lo que está sucediendo afecta a todos los políticos tradicionales, segundo, es un mensaje muy fuerte de que se debe hacer nueva política, y si bien en estos momentos no hemos llegado ni siquiera a la «goma» del proceso, faltan el resto de éste y su asimilación, su digestión, después, salvo que queramos cambiar de sistema, tendremos que escoger nuevos políticos. Si queremos democracia, escojamos nuevos políticos.

  • Emanuel García Jiménez 
  • País
Democracy
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