Mediante el Programa Osa-Golfo Dulce, la UCR pretende frenar la tala indiscriminada  y la explotación  de los recursos naturales de la Península  de Osa.
Más de 1000 hectáreas anuales deforestadas y 14.000 árboles extraídos bajo planes de manejo forestal,  así como la presencia de una cacería salvaje, forman parte del balance general que permite concluir a  investigadores que hay una seria degradación de los ambientes terrestres y acuáticos del área de la Península de Osa y Golfo Dulce.

Ante esta realidad y como un alto a la explotación  de los recursos naturales de la zona, se creó el Programa Osa-Golfo Dulce, a cargo del Jorge Lobo, profesor de la Escuela de Biología  de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Según Lobo, el objetivo general del proyecto es apoyar la investigación  y  acción social de la UCR, así como ampliar  el conocimiento de los recursos naturales y el entorno humano de la Península de Osa y del Golfo Dulce, promoviendo acciones para el aprovechamiento sostenible de estos recursos por parte de las comunidades  locales.

Recalcó, que este plan busca la integración de tres áreas para alcanzar  un  desarrollo sostenible, el uso del suelo, los ambientes marino-costeros y el desarrollo local participativo.

Explicó que el proyecto pretende ayudar a más de 5.000 pobladores, al darle mejores oportunidades  económicas  y de desarrollo en la región.

«Es importante hacer investigación, pero también buscar beneficio directo para la gente, por lo que en este caso pretendemos trabajar en conjunto con las comunidades campesinas de Rancho Quemado, La Palma, Cañaza, Golfito,  Puerto Jiménez, Agujitas y Planes de  Draque,  entre otras «, detalló.

De acuerdo con el investigador otra de las metas del programa, es evitar que en la región de Osa, ocurra otra situación similar a la del Golfo de  Nicoya con la creación de megaproyectos turísticos, que destruyen la zona.

En ese sentido, acusó a la Municipalidad de Golfito favorecer este tipo de iniciativas turísticas, por medio de concesiones y la agilidad  de trámites administrativos.





UCR CON LA NATURALEZA



Según el docente, se espera que en el proyecto participen estudiantes  de diferentes  escuelas de la UCR como Biología,  Trabajo Social,  Economía Agrícola,  así como la facultad  de Derecho, a través del Instituto de Investigaciones Jurídicas y el Centro en Investigación  en Ciencias Marinas.

Además, añadió que se cuenta con la colaboración del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) en el campo forestal, y se pretende que más adelante se incorpore la escuela de Ciencias Marinas de la Universidad Nacional (UNA).

«Tenemos un acuerdo para trabajar ahora y en el futuro con estas instancias académicas…hasta el momento solo participan estudiantes de la UCR (20 estudiantes), cifra que puede ir aumentando conforme se va desarrollando el Proyecto»,  expresó.

Para Sylvia Solís, estudiante de Biología, quien participa en la investigación, este proyecto generará información científica sobre los bosques, datos que luego difundirán a los pobladores con el fin de contribuir con el bienestar económico de los lugareños que viven de esta actividad natural.

Lobo añadió que con este programa la UCR permitirá a las comunidades, mediante la participación de biólogos, abogados, ingenieros forestales y economistas, conseguir apoyo del Estado para solicitar recursos en busca de su desarrollo.

Por ejemplo, en el tema de la tenencia de la tierra se pretende que los estudiantes de derecho planteen  una discusión  en la Asamblea  Legislativa, ya que muchos de los campesinos carecen de título de propiedad, lo cual dificulta  su progreso.







PRESUPUESTO EN ESPERA





Este programa aprobado por la Vicerrectoría de Investigación de la UCR, arrancó hace seis meses con un presupuesto de ¢4 millones de colones.

«La idea es que el proyecto busque por sí mismo sus propios recursosa través de sus propuestas, puesto que el objetivo es montar una serie de proyectos ya existentes bajo el marco del programa», enfatizó

Lobo dejó claro que hasta el momento el plan se encuentra bajo una norma de presupuestaria vigente de un año, ya que falta institucionalizarlo, es decir, requiere que se traslade al Consejo de Rectoría, (se espera que entra el próximo mes)  para que  la rectora le dé el visto bueno.

Concluyó que «si la UCR no entra dentro de este programa,  el proyecto se atrasará y también lo haría un proceso que debe comenzar y que hace tiempo debería haber terminado. Esto es darle alternativas positivas a los campesinos y pescadores de la región  en conjunto con la naturaleza».