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El miércoles 17 de noviembre, a partir de las 5 de la tarde hora centroamericana, en el estadio Francisco Morazán de San Pedro Sula, se inician 90 minutos de fútbol que a su término determinarán si las selecciones nacionales de Costa Rica y Honduras se despiden del Mundial de Fútbol Alemania 2006.
Los anfitriones están obligados al triunfo; a los nacionales les basta con un empate para pasar a la siguiente fase que, en el papel, es menos difícil que la actual.
Es un partido de vida o de muerte y en este caso, la definición es correcta y no es imaginación de la prensa deportiva porque para alguno de los dos rivales, no habrá mañana y están en juego no solo el orgullo futbolístico de cada nación, sino millones de dólares que se dejan de recibir si se pierde la clasificación a la máxima cita del fútbol universal.
Quien fuera uno de los artífices de la clasificación de Costa Rica a la última Copa del Mundo en Corea y Japón 2002, el máster Germán Retana, quien trabajó al lado de Alexandre Guimaraes en aspectos de liderazgo, superación y motivación de grupo, expresó a UNIVERSIDAD que en este partido en San Pedro Sula, no bastará con que los ticos lo «demos todo».
Afirma Retana que ‘darlo todo’ puede que no sea suficiente, «porque a lo mejor algunos tienen poco que dar; el pacto debe ser ‘darnos a más del 100%’, lo cual es la máxima expresión de un jugador en un partido final, en el que los sentimientos, el alma de ganador, el equipo y el hambre de triunfo son la fuente de pasión hacia ese placer indescriptible de ganar con el corazón en la mano».
Retana es del criterio que Costa Rica ganará en Honduras con comodidad y que «sería extraño y hasta el colmo, que los ticos no lográramos eso con el talento, materia prima y experiencia que tenemos. Es obvio que hay cosas que rectificar, pero no son superiores a las que experimentan Guatemala, Honduras y los otros países del área», agregó.
PRESIÓN LOCAL
Conocedores de que en este partido se juegan la clasificación al Mundial, la dirigencia de Honduras revolucionó su entorno -dicen ellos- para presionar a los ticos.
Tres fueron los puntos básicos para esta revolución futbolística y psicológica.
1.- Cambiaron de director técnico. Destituyeron a Raúl Martínez, entrenador que después de golear a Costa Rica 5-2 en el estadio de Alajuela, no fue capaz de ganar ninguno de los juegos que Honduras jugó en su patio contra Guatemala y Canadá, lo que puso contra la pared la clasificación.
Nombraron para el partido contra Costa Rica, al experimentado José De La Paz Uclés, el famoso «Chelato», quien fuera el técnico de los catrachos en el Mundial de España 82 y conoce muy bien a los costarricenses, pues admira nuestro fútbol y fue entrenador del Cartaginés.
Uclés se vio obligado a hacer un paréntesis en su carrera política (es candidato a diputado para el próximo gobierno), pero se ha sacrificado para entrarle con todas las ganas a este definitivo compromiso y darle a los fanáticos y apasionados amantes del fútbol, como ninguna afición en Centroamérica, la satisfacción de hincar a los ticos y dejarlos fuera del Mundial.
2.- Decidieron cambiar la sede y hora del partido; estaba señalado a las 8 p.m. en el Estadio Olímpico de San Pedro Sula y lo trasladaron para las 5 p.m. al Estadio Morazán, cuya grama no es la más apropiada y es un escenario donde no se jugaban partidos internacionales de selecciones desde hacía muchos meses.
Costa Rica apeló a la FIFA este cambio de sede, pero le fue rechazada su argumentación.
3.- Intentaron limitar los boletos de entrada a que tienen derecho los aficionados visitantes (10% de la capacidad del estadio), en el Morazán hay espacio para 18.000 espectadores; pero esta disputa la ganó Costa Rica y se dieron 2000 boletos para que los compren los seguidores de la Selección Nacional.
UNIVERSIDAD quiso conocer el criterio de la prensa deportiva de dicho país sobre este cambio de sede y la intención.
David Sierra, reportero de «La Tribuna», dijo a este Semanario que la idea del entrenador Uclés, es aprovechar que a las 5 de la tarde todavía hay sol y aún no entra el fresco de la noche.
«Los futbolistas costarricenses tendrán que jugar a una temperatura de 30 a 32 grados centígrados, -mucho más alta que Puntarenas- y van a encontrar una cancha seca, caliente, muy húmeda, algo diferente si se juega a las 8 p.m., ya sin sol.
Pero -agregó-Sierra- no es mucha la diferencia. Caliente, caliente es de 11 de la mañana a 2 p.m. y aquí en Honduras aún no nos explicamos como este partido no se programó un fin de semana para jugarlo en horas del mediodía. Entendemos que hay que respetar las fechas FIFA y estaba establecido que era el día 17″, explicó el colega.
SIN TEMORES
Jorge Luis Pinto, técnico de la Selección Nacional, no le teme a estos factores ajenos a lo futbolístico.
«El 80% de mi nómina titular es mundialista y se ha presentado ante 40.000 aficionados en Corea y Japón y ante 30.000 espectadores en Copa América. No nos van a asustar 15 o 18.000.
No me interesa lo que hagan en Honduras; solo lo que hace mi equipo. Después de perder los dos primeros juegos, nos propusimos ir de partido en partido para que la carga no fuera insostenible y así logramos amarrar tres victorias que nos tienen a solo un punto de la clasificación. Vamos a ir a Sula a conseguir no uno, sino los tres», expresó a este Semanario el colombiano.
Volviendo con Retana, el experto define algunos puntos básicos para que Costa Rica saque adelante este partido y así lo define.
«A la dirigencia le corresponde dar confianza. Una relación seria entre dirigentes y jugadores permite que la atmósfera de trabajo no se contamine. Además, ningún detalle logístico debe sacar al equipo de su total concentración mental.
El director técnico debe dar seguridad, optimismo y ejemplo. No debe existir incertidumbre sobre el plan de juego, pues el jugador necesita interiorizar ese sistema para iniciar el partido con un libreto conocido y confiable. El entrenador también necesita ser ejemplo de serenidad, madurez ante la presión y de liderazgo con los jugadores, porque ello influye notablemente el ánimo y la actitud competitiva del equipo.
Un partido así no lo gana el entrenador solo, por capaz que sea. El aporte pleno de sus colaboradores inmediatos es crucial.
Al equipo no le corresponde «dar» sino «darse». Es una entrega total porque se sabe que -en el lenguaje de los jugadores- será un partido a «muerte».
Todos deben estar dispuestos a «darse» y eso se nota en los entrenamientos, en la relación con el técnico, en la camaradería informal y en la lealtad mutua entre jugadores dentro y fuera de la cancha», concluyó.
Pie de foto
Honduras goleó 5-2 a Costa Rica en el primer juego de la cuadrangular que ahora termina; David Suazo, autor de un gol esa aciaga noche en Alajuela, superó la marca de Luis Diego Arnáez y Luis Antonio Marín.
Posibles alineaciones
Costa Rica
Alvaro Mesén; Gilberto Martínez, Luis Marín, Pablo Chinchilla, Leonardo González; José Luis López, Cristian Badilla, Steven Bryce, Carlos Hernández, Andy Herron, Paulo Wanchope.
Honduras
Noel Valladares; Edgar Alvarez (Cagliari, Italia), Maynor Figueroa, Junior Izaguirre, Ninrod Medina (Atlante, México), Iván Guerrero (Peñarol, Uruguay; Jerry Palacios, Amado Guevara (MetroStars, USA), David Suazo (Cagliari), Saúl Martínez (Shangai), Juan Cárcamo.
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