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Los obstáculos que la dirigencia del Saprissa le puso a la UCR en la primera división, lo volcaron hacia la Liga.
Alfonso Chávez Ramírez, vicepresidente de la Corte, es un «fiebre» del papi fútbol y está aprendiendo italiano.
«Para quienes nacimos en Barrio Luján – de su Cuerpo de Bomberos 75 metros al este-, ir a jugar béisbol a la Plaza González Víquez era cuestión de todos los días; ahí nos uníamos con la fuerza que traían los jóvenes de Barrio La Cruz, Vasconia San Cayetano, vecinos del parque de béisbol Antonio Escarré, de manera que era imposible salvarse de la magia de practicar lo que millones llaman «el deporte rey.»
«Como era joven, ágil y veloz, la segunda base fue mi posición de juego y así lo hice oficialmente con novenas como Kinocola y Tica Line en mi época colegial, hasta que el fútbol se me atravesó en el camino».
Quien así habla es el Lic. Alfonso Chávez Ramírez, vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia y empedernido seguidor de Liga Deportiva Alajuelense.
Desde hace muchos domingos hemos visto entrar al estadio Alejandro Morera Soto, a Chávez, acompañado de su amigo y colega Luis Paulino Mora, presidente de la Corte, más fanático de la Liga que él y como lo conocimos también en sus andanzas como dirigente del equipo de fútbol de la Universidad de Costa Rica, cuando la UCR jugó en el campeonato mayor de fútbol, quisimos revelar la faceta deportiva de Alfonso, que se inició en el béisbol.
«Jugué béisbol, softbol y también fútbol, con Platense, un equipo de barrio y también con la Universidad de Costa Rica en tercera y segunda división; en fútbol fui defensor izquierdo y precisamente cuando la UCR ascendió a primera división en 1973; dejé de jugar por razones de trabajo y estudio».
DIRIGENTE CELESTE
«En 1972, egresado de la Facultad de Derecho, fui a trabajar a los Estados Unidos por cinco meses y colgué en el armario los tacos, los bates y los guantes. Cuando regresé al año siguiente, me encuentro a la Universidad en primera división y me incorporo a la dirigencia a trabajar al lado de Rodrigo Pacheco, Luis Fischman, Rónald Rojas, Eduardo «Bayo» Mora, Bernabé Sequeira, Jaime Weisleder. Sorprendimos cuando contratamos de Uruguay al técnico José Etchegoyen, el goleador José Mattera y al volante Rubén Iglesias y nos metimos de lleno a tratar de quitarle el protagonismo al Deportivo Saprissa, que tenía el monopolio de los aficionados de la capital.
Influenciados por Bernabé (ya fallecido), un empedernido universitario, nos pusimos intransigentes contra un estado de cosas donde todo y todos se le acomodaban al Saprissa.
«Incluso, a la U le costaba jugar en el Estadio Nacional siendo un equipo capitalino y de primera división, por la oposición de la dirigencia morada.
Soy consciente de que brota un anti-saprissismo y es de ahí que nace y germina mi liguismo. Primero fui antisaprissista y después, liguista», recordó Chávez.
Este funcionario judicial de alto rango se hace socio de la Liga y empieza a visitar el estadio.
«Luis Paulino es puriscaleño, pero fiebre de la Liga; veo jugar al Alajuelense y me doy cuenta de que ese rato en el estadio me hace olvidar las presiones del trabajo. Ir a ver jugar a la Liga es un relax, aunque también se sufre».
«Empecé a identificarme con los jugadores Roberto Tyrrel, Emilio Sagot, Rodolfo Mills, Freddy Méndez, Chalazo Vega, los hermanos Daniels, el Cholo Ruiz y se me fue haciendo buena costumbre ir al estadio los domingos y algunos sábados, mejenguear en el Colegio de Abogados y hasta llegar a representarlo en la disciplina del fútbol en los Juegos Interprofesionales».
El Vicepresidente de la Corte considera trascendental la práctica de cualquier deporte, porque afianza la personalidad del practicante.
«Quien practica deporte le da valor al esfuerzo, al sacrificio, a la disciplina y a la ilusión que da lograr la meta. El deportista siempre tiene ilusiones y metas. Si es responsable las puede alcanzar y eso se va a reflejar en su comportamiento de adulto», agregó.
HACIA EL DERECHO
Joven deportista, Chávez, sin embargo, nunca dudó de que su camino era estudiar; en los exámenes de orientación previos al ingreso a la UCR fue escogido como el tercer estudiante de vocación más definida hacia el Derecho, y eso le llamó la atención.
«Mi padre, Gonzalo Chávez -ya fallecido-, fue funcionario judicial muchos años y se pensionó como tal; él influyó en mi vida no tanto para ser abogado, sino para trabajar en el Poder Judicial. Me había casado, tenía obligaciones y un día respondí a un anuncio donde abrían una plaza para trabajar en el Digesto Judicial de la Corte; empecé a laborar como redactor de jurisprudencia en 1970. Luego me gradué e inicié mi carrera como juez que me llevó hasta la vicepresidencia de la Corte».
De la situación actual de Costa Rica es cauto al opinar, pero afirma que «viene de la desintegración familiar, de muchos vacíos que la educación no supo llenar, del culto al consumismo donde se vale por lo que se tiene y no por lo que es, de manera que se deben conseguir las cosas como sea y entonces las personas se desvían del camino de la probidad y la rectitud».
Don Alfonso, sin embargo, cree que vendrá un renacimiento.
Totalmente convencido de que una vez pensionado no se irá a litigar, este seguidor de la Selección Nacional admira el trabajo que ejecuta el entrenador Jorge Luis Pinto, a quien califica como serio, estudioso, franco, directo y capacitado.
El jerarca nos despidió en la puerta de su despacho en el V piso de la Corte, con esta broma: -«Los abogados que desean ascender en la carrera judicial, tienen que ser fanáticos de la Liga, sino repasen: Luis Paulino Mora (presidente), Francisco Dall’Anese (fiscal) Jorge Rojas (OIJ) y yo»…y se quedó sonriendo.
Su carrera judicial
970: Ingresa al Poder Judicial como redactor de jurisprudencia.
1971: Se egresa de la UCR como abogado.
1975-80: Juzgado Segundo Penal de Alajuela.
1980-83: Juzgado Quinto Penal.
1983-90: Tribunal Superior Segundo Penal.
1990: Magistrado Sala Tercera Penal.
2001: Vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia. Su período vence en el 2005
Su vida privada
Nació: 7 de mayo de 1948.
Primaria: Escuela República de Chile
Secundaria: Liceo de Costa Rica
Abogado: UCR, 1971
Esposa: María Esther Jiménez Barletta
Hijos: Gerardo, Javier, Rodrigo, Andrea y Laura
Padres: Marta Ramírez y Gonzalo Chávez (fallecidos)
Hermano: Gerardo (fallecido en la tragedia de Choluteca)
Pasatiempos: estudiar, viajar (le encanta Italia, la ha visitado siete veces), la playa, programas deportivos en TV, ir al estadio, aprender idiomas.
Sus equipos: Alajuelense, Barcelona, Juventus, Dodgers y Lakers.
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