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La figura del sacerdote de la barba blanca y la boina calada, el poeta irreverente y claro, el revolucionario rodeado de niños, la mirada profunda a la escucha del canto sideral, esa imagen legendaria de Ernesto Cardenal se impone a través de los años.
El poeta Cardenal nació el 20 de enero de 1925 en Granada, Nicaragua. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México y luego en la Columbia University en Nueva York, estudia literatura norteamericana. Viajó a Europa, escribió, aprendió escultura y con el poeta José Coronel Urtecho tradujo poetas estadounidenses y provoco una transformación en la poesía nicaragüense.
Su posición política contra la dictadura de la familia Somoza siempre fue clara. En 1954 participó en el movimiento armado conocido como la Rebelión de Abril, que intentó asaltar a Somoza en el Palacio Presidencial.
Pero dos años después decidió hacerse monje e ingresó en el monasterio trapense Gethsemani en Kentucky, Estados Unidos, donde tuvo como guía a Thomas Merton. No solo había asumido convertirse en religioso, sino que renunciaba completamente al mundo.
Sin embargo, como él mismo lo dice, Dios eligió otro camino. Una úlcera de estómago hizo que tuviera que abandonar el monasterio en 1959. Pero no abandonó su vocación religiosa. Continuó estudios de sacerdocio en el monasterio benedictino de Cuernavaca, y escribe varios textos donde se reflexión lo muestra con un profundo sentido místico, contemplativo y social al mismo tiempo.
A partir de 1961 continúa sus estudios sacerdotales en el Seminario de la Ceja, Colombia. Allí escribe sus famosos libros Oración para Marilyn Monroe y otros poemas y Salmos.
Tras finalizar sus estudios se ordena sacerdote en 1965, en Managua.
De regreso en Nicaragua fundó en Solentiname una comunidad en la cual puso en funcionamiento formas de organización social como la cooperativa, desarrolló la pintura primitivista y la poesía, pero principalmente la aplicación del Evangelio desde una visión revolucionaria y social. De ahí el libro Evangelio en Solentiname.
Con participación de varios jóvenes de Solentiname, un movimiento insurreccional en 1977, asaltó el Cuartel de San Carlos. Como represalia la guardia de Somoza destruyó la comunidad de Solentiname y Cardenal debió permanecer fuera de Nicaragua pues estaba condenado a prisión.
Después del triunfo de la insurrección popular sandinista, en 1979, es nombrado ministro de Cultura.
Se separó definitivamente del Frente Sandinista en 1994.
Esa mezcla de misticismo y pragmatismo que lo llevó a la Teología de la Liberación y a ser un sacerdote marxista, es la esencia de su ser, ya emblemático en América Latina.
Ernesto Cardenal ha demostrado en su larga vida ser un hombre consecuente como poeta, como sacerdote y como revolucionario.
Para la celebración de los 80 años de Ernesto Cardenal, se nombró una comisión integrada entre otros por el narrador Sergio Ramírez y el poeta Luis Rocha.
Entre otras actividades El Nuevo Diario editó una antología de poesía de Cardenal a un precio cómodo para que la mayoría nicaragüense pueda conocer los textos de uno de sus más grandes autores.
Asimismo, se creó el Premio Internacional de Poesía Joven Ernesto Cardenal, que en su primera edición recayó en manos de Francisco Ruiz, poeta de Estelí, Nicaragua.
También se realizará un Encuentro Internacional de Poesía en Granada, ciudad natal de poeta, donde se develará una placa en la casa donde vivió.
La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN, con sede en León, le otorgó el Doctorado Honoris Causa y el Presidente de la República, Enrique Bolaños, le impuso la Orden Rubén Darío.
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