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Las elecciones serán ilegítimas mientras se encuentren las tropas aliadas en Irak.
El supuesto éxito que tuvieron los pasados comicios electorales en Irak, que según fuentes oficiales 8 millones de iraquíes respaldaron con su voto, no evitará que cese la escalada de violencia en este país ocupado desde marzo de 2003.
A esta conclusión llegan algunos observadores internacionales, quienes sostienen que la elección del 30 de enero fue un evento superficial que no le resolverá al pueblo iraquí los problemas de seguridad, agua, electricidad así como la deteriorada economía de esta nación asiática.
Esos analistas insisten en que este proceso será siempre un acto ilegítimo, mientras se encuentren las tropas estadounidenses allí afincadas.
Las opiniones críticas sobre la elección, contrastan con la algarabía de otros grupos, que a pocas horas del cierre de los centros electorales, reportaban una participación del 60% de la población.
Mientras se reporta una afluencia significativa de votantes en las poblaciones chiitas y curdas, en las mayoritariamente sunitas, el apoyo fue mínimo.
TV dividida
Las lecturas de los analistas estaban tan divididas como las de las cadenas internacionales de televisión, que mostraban los distintos prejuicios sobre la elección.
Por ejemplo, los estudios de Fox News, el canal estadounidense de Rupert Murdoch, hacían «increíbles» informes sobre un 95% de apoyo de votantes en ciertas áreas.
Este canal, que es acusado de ser un «esclavo» de la administración Bush, ha sido determinante en la visión triunfalista de la jornada electoral.
Inclusive el Coronel Oliver North, conocido por su participación en el escándalo Irán-contras, celebraba con Fox los resultados: «¡Que grandioso día para América, que grandioso día para la libertad que ha regresado a Irak!».
Por el contrario, la cadena internacional Al-Jazeera, mostraba imágenes que daban cuenta de mas de 40 personas muertas durante un día de votaciones «violentas».
Al-Jazeera conversaba vía telefónica con un hombre en Tikrit – el pueblo de Saddam Hussein- quien manifestaba estar sorprendido por las noticias, ya que «muy poca gente» había votado allí.
En Faluya, al medio día del 30, afirmaban que solo una persona había ido a votar de acuerdo con los datos de la página Web y los centros de votación en varios sitios de Latifiya, Mahmudiya y Yusufiya, no pudieron abrir sus puertas.
Continuará la violencia
Días antes de las elecciones, los observadores no descartaban el retiro de las tropas de la coalición en caso de darse un triunfo electoral, pero vaticinaban el inicio de una guerra civil entre etnias y grupos tribales, si se producía lo contrario.
El diario estadounidense Los Ángeles Times afirmaba en sus páginas de opinión: «No hay razón para esperar una pronta finalización de la violencia después de las elecciones del domingo».
Lo mismo anunciaba el Washington Post que mostraba una encuesta previa a los comicios en la que seis de cada 10 estadounidenses consultados no creían que después del domingo 30 llegaría la estabilidad.
Esta opinión la externó el Ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, en una visita en Londres días antes de los comicios, quien predijo que continuaría la violencia.
Lluvia de ataques
Esa semana previa a la jornada electoral estuvo cargada de furibundos ataques demócratas contra el presidente George W. Bush, a quien responsabilizaron de sembrar dudas en el escenario internacional por su discurso inaugural del segundo mandato. Este evento fue también cuestionado por los opulentos gastos calculados en $40 millones. (Ver nota Discurso napoleónico)
«Un día este fuego salvaje de la libertad alcanzará los rincones más oscuros de nuestro mundo», dijo en tono «mesiánico», afirmaron analistas..
Igual de certeras fueron las críticas de los demócratas, quienes se negaban a ratificar a Condoleezza Rice como Secretaria de Estado, una de las arquitectas de la política estadounidense en Irak.
«Ella será una maravillosa Secretaria de Estado», dijo el mandatario mientras le caía otra lluvia de cuestionamientos, porque el déficit presupuestario registraba la más alta cifra alcanzada en la historia de esa nación: $427 billones.
Este monto creció por las demandas de Bush de sumar $80 billones, producto de la guerra en Irak y Afganistán.
Un oficial de seguridad reveló al diario New York Times que cerca de $75 billones se los llevará el Pentágano a sus arcas. También indicó que las operaciones militares en Irak tienen un costo aproximado de $4.3 billones al mes y en Afganistán, $900 millones.
Analistas del Congreso pronostican que el billonario déficit fiscal empieza a ser una de las más grandes preocupaciones en Estados Unidos y quizá sea la mayor en los siguientes 10 años.
Boicot de sunitas
La mayor parte de los ataques a la elección fueron perpetrados por los sunitas, lo cual según los expertos tiene explicación no solo por su cercanía con el depuesto presidente Saddan Hussein, sino por su presencia en la población.
El interés por los comicios lo tuvieron en especial los chiitas, quienes tenían asegurados 60% a de los escaños en la Asamblea Nacional. Los curdos, quienes son sunitas pero no árabes, representan el 20% de la población y es muy probable que logren cerca de este porcentaje en los asientos elegibles.
Los sunitas árabes conforman el restante 20% y fueron muy favorecidos con las políticas del sunita Saddam Hussein. Este grupo fue el que mas boicoteó el proceso electoral desde el momento del anuncio.
Los analistas estiman que una fuerte presión sobre los triunfadores de los comicios será determinante para integrar a los sunitas en el proceso político posterior a la jornada de sufragio.
Una posibilidad que analizan es aumentar el número de asientos en la asamblea y que algunos de éstos les sean entregados a los sunitas. Los especialistas consideran vital integrar a este grupo a la asamblea, si el objetivo es elaborar una nueva constituyente.
Discurso ¨Napoleónico¨
Al asumir su segundo mandato, George W. Bush nunca imaginó que su discurso inaugural, fuera a levantar tal polvorín que tuviera que aclarar conceptos a los pocos días de pronunciado.
El mensaje de toma de posesión de su segunda gestión, que ha pasado casi desapercibido en otras administraciones, le provocó calificativos de emperador, el Napoleón del XXI y otros adjetivos en la prensa, como informó la revista mexicana Proceso.
«Un día este fuego salvaje de la libertad alcanzará los rincones más oscuros de nuestro mundo», dijo en tono mesiánico repitiendo la palabra «libertad» en sus dos acepciones, freedom y liberty, nada menos que 42 veces en su fatuo discurso», editorializó Proceso.
Una de sus frases mas controversiales fue aquella en la que prometió acabar con la tiranía en el mundo: «La política de Estados Unidos es buscar y apoyar el crecimiento de las instituciones y movimientos democr*ticos, en todas las naciones y culturas… con nuestros esfuerzos hemos encendido un fuego en la mente de los hombres. Es un fuego que calienta a quienes sienten su poder y abrasa a quienes luchan contra su progreso».
Esta afirmación obligó al presidente a explicar que trabajará en «objetivos prácticos» con aquellos gobiernos que no vivan de acuerdo con los ideales estadounidenses.
«La mejor esperanza para la paz en nuestro mundo es la expansión de la libertad en todo el mundo», fue otra de las frases del discurso de Bush más comentadas por analistas políticos de Estados Unidos y otros países.
Estas declaraciones se producen en momentos en que 75% de la población estadounidense piensa que Bush carece de una estrategia para salir de Irak, y 53% considera que la guerra no ha justificado la pérdida de vidas humanas, según un sondeo del periódico The New York Times y la cadena de televisión CBS.
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