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Estudio del IIMEC Pruebas de Bachillerato con nota aceptable

La gran cantidad de apelaciones recibidas por el Ministerio de Educación Pública (MEP) y el número de preguntas anuladas en las Pruebas de Bachillerato realizadas el año anterior, crearon serias dudas sobre la adecuada construcción de estos exámenes.

La gran cantidad de apelaciones recibidas por el Ministerio de Educación Pública (MEP) y el número de preguntas anuladas en las Pruebas de Bachillerato realizadas el año anterior, crearon serias dudas sobre la adecuada construcción de estos exámenes.
Sin embargo, estos cuestionamientos no son nuevos por lo que en 1998 el Instituto de Investigación para el Mejoramiento de Educación Costarricense (IIMEC) de la Universidad de Costa Rica (actual INIE), realizó un estudio llamado Análisis Evaluativo de las Pruebas de Bachillerato y Noveno Año.
Este trabajo describe una serie de análisis técnicos realizados a las preguntas que conforman las pruebas y que determinan su confiabilidad, índice de poder discriminatorio, equilibrio en los niveles de habilidad y algunos sesgos.
El primer aspecto analizado fue el índice de confiabilidad y precisión de las preguntas, para el cuál se utilizó el Alfa de Cronbach, el cual es una medida de confiabilidad desde el punto de vista de su consistencia interna. Para este índice el valor recomendado es 0.90.
 
 
En el análisis de la Pruebas Nacionales revisadas por este trabajo (Matemática de noveno año; Biología, Estudios Sociales, Español y Matemática de Bachillerato), solamente la prueba de bachillerato de matemática supera ese puntaje con 0,9001.
Los demás exámenes obtuvieron puntajes inferiores en el siguiente orden: Matemática de noveno (0,8742), Biología (0,8736), Estudios Sociales ( 0,8404) y Español (0,7539). Lo anterior significa que las pruebas, salvo la de Matemática de Bachillerato, tienen un nivel de confiabilidad moderado, inferior al estándar establecido.
En cuanto al poder de discriminación, el cual se obtiene de la correlación entre el puntaje de la pregunta y el valor total de la prueba, el examen de Matemática salió nuevamente bien librado al obtener la menor cantidad de ítemes  con valores inferiores al estándar. En el resto de las pruebas se encontró una cantidad de preguntas que pueden ser mejoradas en este aspecto.
El estudio revela que no existe equilibrio en los niveles de habilidad requeridos para resolver las diferentes pruebas. Este análisis establece que la prueba de Biología se puede considerar como fácil; los exámenes de Matemática y Estudios Sociales requieren de un nivel de habilidad intermedio, mientras la prueba de Español tiende a ser difícil.


Sesgos en poblaciones


Otro aspecto evaluado son los sesgos que tienen las pruebas en las diferentes poblaciones comparables. En el caso de los exámenes de matemática de noveno, la evaluación mostró que la mayoría de las preguntas son más difíciles para estudiantes de colegios públicos que de privados.
El examen de Matemáticas para Bachillerato favorece a los hombres en los niveles más bajos de habilidad y a las mujeres en los niveles más altos. Esta prueba también muestra sesgos que favorecen a los colegios urbanos en los niveles bajos de habilidad y a los colegios rurales en los niveles más altos.
En Estudios Sociales se detectaron sesgos que favorecen a los hombres, colegios urbanos y privados. Situación opuesta se da en Biología, donde se favorece a las mujeres, los colegios públicos y no es clara la diferencia entre la zonas rurales y urbanas.
Entre tanto en la Prueba de Español se encontraron muy pocas preguntas sesgadas.
A pesar de estas deficiencias, el informe califica las pruebas como aceptables  de calidad técnica y susceptibles a mejoras. Además se recomienda la creación de un banco de ítemes analizados y psicometricamente adecuados, para garantizar la construcción de pruebas de alta calidad.
Según la Dra. Alicia Gurdián, exdirectora del IIMEC y coordinadora de este trabajo, el informe final fue remitido al Ministro de turno, Guillermo Vargas, y al Departamento de Control de Calidad del MEP, cuyo director es Felix Barrantes, pero no hay indicios de que se halla dado importancia al mismo.
UNIVERSIDAD consultó al Viceministro Académico de Educación, Wilfrido Blanco, sobre la aplicación que le dieran a este informe, único realizado por el IIMEC de forma evaluativa, pero este señaló que lo desconoce, ya que no se encontraba en el MEP en ese gobierno. Agregó que por tanto no puede afirmar que se hallan tomado medidas en esa dirección.
También intentamos desde el miércoles 26 de enero localizar al Director de Control de Calidad, Felix Barrantes, pero se nos indicó por medio del Departamento de Prensa que se encontraba de gira y al cierre de esta edición tenía una encerrona con los asesores de educación previa al inicio de clases.

«Mejorar la matemática es cuestión de actitud»

Matemáticas es probablemente la materia más odiada y temida por el estudiantado costarricense, y la que en general obtiene los peores resultados en las pruebas nacionales, lo cual plantea un problema nacional en su enseñanza y aprendizaje.
Ante esta situación, los estudiantes de licenciatura en educación de la Universidad Nacional, Joselito Barquero y Heriberto Rojas, realizaron un estudio para determinar los problemas más frecuentes que afectan el aprendizaje y la enseñanza de las Matemáticas.
Según Joselito Barquero, el principal problema encontrado es el poco dominio que presenta el estudiantado sobre los conceptos básicos de esta materia, principalmente en el área de álgebra.
«Confunden el uso de la Ley de Signos en la suma y la multiplicación, así como las operaciones con números racionales, radicales, reglas de potencias, etc. Hay una seria confusión de los procedimientos», explicó Barquero.
Para el investigador, esta deficiencia tiene varias causas, entre ellas la desconcentración del estudiante, la transcripción sin análisis de los ejercicios, y principalmente la falta de participación del alumnado en el proceso de reflexión y reconocimiento de los errores.
Barquero consideró fundamental que se aplique una metodología más participativa en el aula, para que el estudiante pueda reflexionar sobre su proceso de aprendizaje y que el docente explique al inicio de las lecciones cuales son los objetivos que se pretenden alcanzar y la forma de trabajo conjunto que se quiere desarrollar.
Sin embargo, aclaró que el docente no cuenta con el tiempo suficiente para reflexionar con sus alumnos sobre los errores, ya que debe correr para cumplir con el programa establecido.
Barquero también señaló el uso excesivo de la calculadora como un obstáculo para el buen aprendizaje, ya que crea una «pereza mental» y una dependencia a lo que debería ser una simple herramienta de apoyo.
El investigador considera que no existe una receta para enseñar matemáticas, pero insiste en un cambio de actitud en estudiantes y sobretodo en profesores para propiciar un proceso educativo más participativo y provechoso.

  • Javier Córdoba 
  • Universitarias
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