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MEP argumenta que hay mejorías en enseñanza impulsada por el Estado.
La escuela pública de Tejarcillo en Alajuelita se encuentra en condiciones deplorables, lo cual marca una desventaja en un ambiente que debería ser propicio para estudiar.
La brecha entre la educación pública y privada se hace cada vez más grande según algunas investigaciones universitarias y los informes de El Estado de la Nación basados en datos oficiales del Ministerio de Educación Pública (MEP).
La situación se hace notable en factores cruciales como el número de personas que pasan las pruebas de bachillerato, el rendimiento en el estudio, la deserción, una mayor desigualdad en las zonas rurales y las oportunidades de mejores trabajos y salarios para los graduados.
Los escolares mantienen una mayor estabilidad en los indicadores citados, mientras que los colegiales sufren una mayor deserción en sétimo y décimo años -como ha sido la tendencia desde hace una década: de 100 alumnos casi 14 abandonan los estudios-, mientras que estos se ven en mayor desventaja ante las pruebas de bachillerato si se les compara con los del sistema privado.
La más vulnerable es la educación nocturna, con una dramática deserción del 25% del alumnado en 1997, lo cual se redujo a un 13% para el 2000, se incrementó a 21% en el 2001 y bajó a 14% en el 2002.
En los últimos 13 años la deserción durante el curso lectivo mantuvo su promedio anual de 4,5% para primaria, mientras que para secundaria fue del 13,5%, según menciona el estudio «Educación y conocimiento en Costa Rica» del»Estado de la Nación».
También en promedio anual la educación secundaria no logra -según la investigación- retener a una de cada 10 personas adolescentes.
Solo en primer grado de la escuela la deserción es del 5,3% para 2002 y es un fenómeno notable en las direcciones regionales de Limón, Guápiles, San Carlos, Coto, Aguirre, Pérez Zeledón, Liberia y Puriscal. En la mayoría de los casos el abandono de la escuela se da más en varones que en mujeres.
Otra de las brechas que se vislumbra entre centros educativos públicos y los privados es la deserción, que alcanzó un 13,4% en 2002 mientras que en los privados fue de 1,8%.
«En el sétimo año se empezó a desgranar el camino por secundaria, ya que uno de cada cinco adolescentes que cursó ese año en un centro público, abandonó el estudio», cita el informe.
Además, según datos obtenidos por UNIVERSIDAD en el Departamento de Estadística del MEP, entre 1995 y 2004 el número de instituciones públicas creció 14,3%, mientras que las privadas aumentaron un 62,9%.
Se solicitó información desde 1980 y hasta 2004 para colegios públicos y privados, con el objetivo de deducir tendencias en variables relacionadas con educación, pero no se tuvo lista para el cierre de edición, pese a gestiones efectuadas ante el MEP.
El Ministro de Educación, Manuel Antonio Bolaños, considera que las políticas que impulsa buscan cerrar la brecha educativa y digital -de nuevas tecnologías-, así como de manejo de un idioma extranjero para el estudiantado de instituciones públicas.
De ahí que este año «se invertirán ¢60 millones en esa tarea mediante un préstamo que gestionamos con el Banco Centroamericano de Integración Económica», dijo. (Ver entrevista en pág. 3)
MÁS BECAS, PERO …
Bolaños aseguró que los programas de equidad elevarán para este año el soporte básico que necesitan los educandos con menor ventaja económica.
Entre ellos se encuentran las becas que, según dijo, se darán 7.000 nuevas, 5.000 nuevos bonos -que el año pasado fue incrementado de ¢10.000 a ¢13.000 mensuales- y un mantenimiento de los servicios que prestan los comedores escolares, así como los subsidios para transporte.
Si se suma el total de esas ayudas llegan a ¢131.000, pero se darán en forma atrasada para el comienzo de clases el 7 de febrero porque la Contraloría General de la República rechazó en diciembre pasado el plan de gastos del Fondo Nacional de Becas (FONABE).
Aún así, el ministro auguró un buen año porque supuestamente se destinarán ¢5.000 millones para mejoras infraestructurales, construcción de nuevas escuelas y colegios o compra de terrenos.
Pero agrupaciones como la Asociación Nacional de Educadores (ANDE) y el Sindicato deTrabajadores de la Educación Costarricense (SEC) argumentan que el jerarca del MEP ve con números muy alegres la realidad.
Aducen que no necesariamente las inversiones económicas son hechas con equidad en las distintas zonas, ni reflejan calidad en el proceso educativo.
PEQUEÑAS Y GRANDES DIFERENCIAS
Existen 4.845 edificios que funcionan como centros educativos públicos, señaló el ministro, los cuales también sirven como colegios nocturnos o técnicos para un total de 8.607.
Asegura que aproximadamente existen 500 preescolares, escuelas y secundarias privadas. (Recuadro adjunto: «Los números del ministro»).
Estas últimas son pocas y elitistas, tienen unos estándares altos de exigencia académica lo cual hace que la mayor parte de su estudiantado pase sin mayores problemas las pruebas de bachillerato.
Incluso, estos alumnos son preparados, en muchos de estos centros privados de educación, para hacer los bachilleratos internacionales que les da opción de estudiar en otros países, igual que la preparación especial para ingresar a universidades estadounidenses o europeas.
De ahí que el rendimiento en estos últimos sea superior a las instituciones públicas.
Por ejemplo, en los últimos 12 años las personas que han obtenido mayores promedios de ingreso a la UCR pertenecían a colegios privados. El año pasado once provenían de estos centros, cuatro de públicos y una de un semiprivado.
Los directores de estos colegios aseguran que la diferencia está en que sus estudiantes desarrollan el razonamiento y la lectura, a diferencia del sistema público donde se da la memorización de conceptos.
Un dato adicional es que desde hace 17 años las mujeres poseen una mayor participación en el sistema educativo, aunque ganan menos salario que un hombre y son pocas las que tienen acceso a puestos de mando, según el estudio «Transformaciones sociales en el estilo de desarrollo y cambio social en la Costa Rica de finales de siglo», hecho por Ana Lucía Gutiérrez y Carlos Castro para el Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR.
Félix Cabalceta, presidente de la Asociación de Centros Educativos Privados (ACEP), reconoce que «lastimosamente la brecha entre lo público y lo privado existe y tiene fuerte relación con el nivel futuro de oportunidades».
Añadió que «se debe a que la educación pública no ha podido avanzar porque no produce profesores ni maestros con un perfil de educador para un mundo globalizado. En la educación privada vamos muy adelante en materias regulares, tecnologías y aprendizaje de un segundo idioma».
Para Cabelceta, las entidades privadas incentivan a un alumno para ser más creativo, investigativo y crítico.
«Estamos preocupados porque falta mejorar el perfil de los educadores. Vea el problema que existe con las pruebas nacionales».
«No hemos logrado que estas pruebas las hagan en inglés para las instituciones privadas porque estamos enfocados en un futuro donde vendrán oportunidades de trabajo con multinacionales que piden gente graduada con un inglés perfecto».
NO ES PARA TODOS
La exclusión de estudiantes por la cobertura que brinda el sistema educativo es mayor en la secundaria, según asegura la investigación «Las transformaciones en la estructura social en Costa Rica en el cambio de siglo: estratos socioocupacionales, educación y trabajo», efectuada también por Gutiérrez y Castro.
Ellos aseguran que «la cobertura en la educación secundaria experimentó una fuerte caída y estancamiento después de la crisis económica de los 80, pues descendió de un 60,9% en 1980 a menos de un 50% en 1989. No fue sino hasta el año 2000 cuando se recuperó el nivel alcanzado 20 años antes al llegarse de nuevo a un 60,9% de cobertura».
Los investigadores dicen que el 90% de la educación es estatal, pero que «este gran promedio esconde la creciente privatización en el nivel secundario, puesto que en el 2002 las instituciones privadas y semiprivadas en la educación media representaban un 33,7% del total de colegios diurnos y un 17,3% de la matrícula. En 1980 la primera cifra era tan solo de un 12,6%». (Ver cuadro aparte: «Las cifras de la desigualdad»).
FATALES RETROCESOS
Sobre el tema el «Estado de la Nación» asegura que el retroceso en la educación secundaria ocurrió en una mala época demográfica.
La investigación puntualiza que «desde un punto de vista demográfico, la caída de la cobertura en la educación secundaria en los años 80 -y el prolongado tiempo que tomó recuperarla- no pudo ocurrir en peor momento».
Añade que «una cohorte -conjunto- de jóvenes, la más grande en la historia de Costa Rica, fue la principal víctima de este descuido. Hoy, cuando el país ha logrado ampliar esa cobertura -aunque con logros comparativos insuficientes-, se vive una época de una fuerte declinación en el crecimiento del tamaño de las cohortes jóvenes».
«Pese al aumento reciente en cobertura, el número de personas que no ingresan o no completan la secundaria se ha incrementado en números absolutos, ya que entre 1990 y 2003 la población de 13 a 17 años pasó de 287.957 a 438.025 personas».
«En conclusión -señala el informe- el retroceso educativo afectó a una generación que se estará pensionando alrededor del 2040 y que, vista en conjunto, arrastra severas desventajas en material de conocimientos y habilidades».
El panorama no parece nada halagüeño tampoco para las regiones Huetar Norte y Atlántica que muestran la mayor desigualdad en el rendimiento y la retención de los estudiantes -para que se mantengan estudiando- si se comparan con las mayores facilidades que brinda la Región Central del país.
El Ministro de Educación admitió que los retos que se deben afrontar son el mejoramiento de la calidad educativa, la universalización de la secundaria, mejorar la infraestructura escolar, fortalecer el crecimiento de los programas de equidad y que se cumpla el programa educativo de 200 días.
En la investigación «Educación y conocimiento en Costa Rica» se reconocen los esfuerzos para impulsar la cobertura en secundaria, como la creación de 10 nuevos colegios en el 2002, el establecimiento de 17 nuevas telesecundarias en el mismo año, el mantenimiento de las becas y de facilidades para transporte.
También se menciona la atención de poblaciones con necesidades educativas asociadas a la discapacidad, una matrícula que es atendida prácticamente en su totalidad por el sector estatal, y que en el 2002 alcanzó a 15.448 personas con necesidades especiales, el doble de lo registrado en 1990.
UNA MEJOR VIDA
La mayoría de los expertos consultados coincide en que la educación es un factor de movilidad social, esto es, procura una mayor oportunidad de trabajos bien pagados o puestos de jerarquía a las personas según tengan una mayor educación formal.
Por eso algunos altos representantes de la carrera de docencia en la UCR y de los gremios de educadores estiman funesta la diferencia entre el sistema privado y el público, así como entre la que se da entre zonas rurales y urbanas.
Claudio Monge, Vicedecano de la Facultad de Educación de la UCR estima que es evidente la brecha que existe. «La mayoría de diputados y personas con puestos de poder estudiaron en instituciones privadas, con pocas excepciones», dijo.
Consideró que la ética profesional es más arraigada en los docentes del sector estatal. «Los alumnos de entidades del Estado son más comprometidos con sus comunidades y por lo regular, en su educación superior, tendrán acceso a materias humanísticas y al Trabajo Comunal Universitario (TCU)».
Sonia Carballo, directora de la Escuela de Formación Docente de esa misma casa de enseñanza aseguró que existen personas que llegan a obtener plazas con propiedad sin tener la adecuada idoneidad.
La jerarca aseguró que el número de estudiantes por aula debería ser menor; sobre el calendario escolar de 200 días manifestó que cada institución sufre un paro en la dinámica laboral porque se invierten semanas para prepararse, mientras se trata de impartir materia regular al mismo tiempo.
También dijo que se debe hacer una revisión integral de si los exámenes de bachillerato son necesarios para probar el aprendizaje.
Estos aspectos también fueron cuestionados por Vladimir de la Cruz, Director del Instituto de Estudios del Trabajo en la Universidad Nacional (UNA); Eduardo Rojas, de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE); Gilbert Díaz, del Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) y Danilo Rojas, presidente de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE).
ENSEÑANZA EN LA GLOBALIZACIÓN
De la Cruz dijo que existe una tendencia privatizadora incluso en los sistemas de posgrado de las universidades públicas, un comprometedor endeudamiento para pagarse esos estudios, mientras que al MEP se le ha venido recortando el presupuesto en los últimos años.
«Más del 53% de los colegiales salen mal en los exámenes de bachillerato. Es como dejarlos fuera del sistema educativo con lo que se convertirían en mano de obra barata».
De ese porcentaje solo el 4% tiene acceso a estudiar en las universidades.
Para este historiador, existe un interés de la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial para dar apoyo infraestructural a la educación como parte de una nueva política económica.
«Requieren niveles de escolaridad mínimos o intermedios pero liberan la contratación de trabajo de forma que las empresas negocian como quieran los salarios».
El experto añadió que entre 1975 y 1995 solo hubo 21 universidades privadas, mientras que en la última década han aparecido 30, sin contar institutos parauniversitarios que son cerca de 60.
Entre 1990 y 2000, según el investigador y docente, se graduaron solo 13 profesionales en doctorados, mientras que en las privadas fueron 78 para el mismo lapso.
Otros datos que cita con base en investigaciones hechas por los científicos sociales Carlos Araya, Carlos Herrera y María Eugenia Dengo son:
* Quienes proceden de la zona rural y llegan a la ciudad a estudiar constituyen apenas el 6% de este sector.
* En la zona rural solo el 66% de la población cumple la primaria.
* De 1975 a 1995 no hubo inversión en infraestructura lo cual impactó negativamente a la educación pública.
MAYOR VIGILANCIA
Para Eduardo Rojas la brecha entre educación pública y privada irá creciendo y «muchos padres optan, con grandes sacrificios, por mandar a sus hijos a la educación particular».
Agregó, por otra parte, que «hace falta una mayor vigilancia por parte del MEP en las pruebas nacionales».
Gilbert Díaz estimó que no existe una brecha educativa porque la educación pública tiene docentes de calidad, si bien el rendimiento estudiantil es diferente porque se ha perdido un mayor apoyo económico, infraestructural y político del Estado.
El presidente de la APSE, Danilo Rojas, dijo que entre los 18 nuevos colegios que el ministro dijo que se van a abrir está la habilitación de «un `nuevo´ colegio que son dos aulas del Colegio Técnico de Escazú. Honestamente dar esa cifra es una situación vergonzosa».
Manifestó que al magisterio le preocupa el uso de las telesecundarias porque se busca abaratar costos; «tres o cuatro profesores dan las materias básicas y esto no es suficiente para prepararse para los exámenes de bachillerato».
También cuestionó que las becas se den ahora en efectivo y no entregándole directamente los útiles a cada estudiante o dándole el transporte estudiantil contratado.
«Esto se presta para que los padres tomen el dinero para otras cosas dado que son familias pobres. También los autobuseros, como les pagan atrasadamente, no quieren hacer ciertas rutas y el estudiante a veces pierde el bús corriente, con los consecuentes problemas sobre todo en la noche».
Mencionó que los comedores estudiantiles tienen problemas porque «el año pasado en el Monseñor Sanabria se duró cuatro meses en pagarle a los proveedores. En Puntarenas tuvieron que cerrar el comedor porque el dinero que llegaba es muy poco. Siempre se paga en forma atrasada y esto perjudica todo el sistema».
Ana Lupita Chaves, directora del Instituto de Investigación en Educación (INIE) de la UCR propone soluciones, especialmente enfocadas al sector infantil, para ejecutar una cuidadosa selección del profesorado con base en una idónea formación.
Estipula la creación de un «Proyecto Educativo de Centro» con la participación de la comunidad educativa para promover el mejoramiento del servicio que ofrece cada entidad.
También propone «promover una educación integral en la que no se enfatice en una sola área, sino que se atiendan todas -socioafectiva, psicomotora y cognoscitiva- de manera equilibrada», aparte de mejorar la comunicación entre las familias, el personal docente y los infantes.
Los numeros del ministro
Las expectativas del m½ximo jerarca del Ministerio de Educaci÷n Pþblica (MEP) sobre esta materia para el 2005 son las siguientes:
Nþmero total de estudiantes:
895.529
Nþmero de centros educativos:
6.000
Presupuesto total:
$1.000 millones
Cobertura nacional de educaci÷n primaria:
100%
Cobertura nacional de educación secundaria:
84%
Nþmero de educadores y administrativos:
64.000
Nþmero de plazas nuevas para docentes en el sector educativo:
2000
Nuevas escuelas:
40
Nuevos colegios:
18
Nuevas telesecundarias:
26
Nuevos telebachilleratos:
20
Presupuesto para becas:
¢4.543 millones
Inversión en infraestructura:
¢6.000 millones
Monto para pagar seguro a
toda la población estudiantil:
¢356,2
millones
Nþmero de becas:
60.000
Nþmero de bonos:
63.975
Nþmero de beneficiados con
ayuda para transporte:
61.621
Nþmero de beneficiados con
servicio de comedor escolar:
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