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El Ministro de Educación Pública Manuel Antonio Bolaños, reconoce que existe una brecha entre la educación pública y privada, pero «no es justo decir que no se ha hecho nada por cerrarla»
Ministro Manuel A. Bolaños: «Uno no puede medir la calidad de la educación sólo por más y mejores edificios».
Las diferencias en infraestructura, acceso a tecnología y otras facilidades que abren la brecha entre escuelas y colegios públicos y privados no asustan al ministro de Educación, Manuel Antonio Bolaños, quien confía en que con los esfuerzos emprendidos y un acuerdo nacional sobre el tema, esta disparidad se cerrará en el 2015.
En su criterio la clave está en seguir fortaleciendo los programas de equidad en la educación pública, pues esto facilita un aumento en la cobertura y la calidad; pero sobre todo se requiere un compromiso del Estado para colocar a la educación en el centro de la agenda.
A continuación un extracto de la entrevista:
Muchos sectores afirman que la calidad de la educación pública ha decaído mucho, mientras la privada avanza a pasos agigantados. ¿A qué se debe este fenómeno y qué hace para mejorar?
– En el MEP se hacen importantes esfuerzos que no solo se direccionan en cerrar la brecha entre la educación pública y privada, sino la urbana y la rural.
Estas acciones, sin decir que todo esté bien, ya dan resultados en la incorporación de la innovación con tecnología de punta en colegios y los avances curriculares con la transformación de los programas de este año.
Una mal entendida calidad de la educación no comprende muchos de estos esfuerzos. Son muchos escenarios que se deben entender como calidad.
Se trabaja, se crece, se capacita, se crean nuevas plazas y centros cada año; aumenta la cobertura, baja la deserción y la repitencia, y estos indicadores no se pueden dejar de lado.
Uno no puede medir la calidad de la educación sólo por más y mejores edificios, porque muchas veces, quienes critican, miden sólo aspectos cuantitativos.
¿Han sido suficientes esos esfuerzos, o qué otra cosa se requiere para que la educación pública recupere y mejore los niveles históricos de calidad que le han dado prestigio al país?
– Es indispensable colocar a la educación en el centro de la agenda política y social de los gobiernos, en el marco del cierre de las brechas que reconocemos, porque no tenemos por qué disimularlas; y sobre todo llegar con firmeza al combate de la pobreza considerando a la educación como el principal instrumento de movilidad social.
También se deben priorizar los esfuerzos, recursos, opciones, propuestas, tecnologías, segunda lengua y ampliación de currículos en las zonas con mayor rezago social.
Para lograr todo esto el MEP está haciendo un llamado a un gran acuerdo nacional sobre la educación en donde todos los actores participen abiertamente, llámense públicos o privados, gremios, padres, educadores, estudiantes y la sociedad civil, y tengan voz, respuesta y propuestas.
Ese es mi gran llamado que haré en el transcurso del año, abrigando la esperanza que bajo nuestra propuesta y el liderazgo del Consejo Superior de Educación, la educación se convierta en un verdadero reto nacional.
Usted afirma que se han hecho esfuerzos para cerrar la brecha entre educación pública y privada, pero ¿qué porcentaje del camino se ha recorrido, se está cerca de la meta o apenas iniciando?
– Esto es un proceso que no se mide con establecimiento de pautas al respecto de esa forma.
Como proceso es lento, porque es curricular, es innovación, se requiere más presupuesto, más educadores, más universalidad en la secundaria, más permanencia en el aula, menos rezago.
¡Cómo hablar de calidad en la educación, en las condiciones de impartir clases en Los Chiles! ¿Cómo hablar de una meta cercana cuando muchas veces no encontramos los puestos a pesar de los esfuerzos? Yo prefiero hablar de una apuesta por la educación.
Tampoco hay que dejar de reconocer el papel que juega la educación privada, la cual es fundamental como institución. Su no existencia quizás no le permitiría al MEP abordar todo ese sector de la población, por eso le damos validez y no tenemos ningún problema de confrontación.
Una de las diferencias más comunes entre ambos sistemas es el de la infraestructura al lado del acceso a la tecnología y el aprendizaje de una segunda lengua. En estos tres puntos ¿qué se ha mejorado en los últimos años?
– La agenda real que debemos abordar de inmediato es la enseñanza de la matemática, del inglés y las nuevas tecnologías. Ese es el reto por asumir a corto plazo, jamás a largo plazo.
En el 2004 teníamos una cobertura de 72% en informática educativa en primaria, este año pasamos al 77%. En secundaria era de 90% y la meta de este año es de 95%.
La cobertura de idioma extranjero en primaria fue de 71% en el 2004, y este año, gracias a 2.000 nuevas plazas que contratamos, vamos a pasar a 75%. Pero aun no estamos satisfechos, pues la meta es una cobertura de 100%.
No podemos dejar de lado la necesidad de una infraestructura adecuada y tampoco el papel que juegan los programas de equidad, que nunca han crecido a los niveles que están llegando en el 2005, con una inversión de ¢29.370 millones para beneficiar a más de 130.000 estudiantes.
Este año el presupuesto ascendió a ¢6.000 millones para atender infraestructura y compra de tierras.
En cuánto a los programas académicos, ¿qué mejoras se hacen para nivelarlos con los de las instituciones privadas?
– Los nuevos programas están mediatizados por la transversalidad de temas. Recordemos además que no es recomendable estar cambiando los programas.
La clave para mejorar está en la puesta curricular en el aula, en la formación docente y la participación del padre y de la madre de familia.
Esto afectaría muy positivamente los resultados de las pruebas nacionales y el aprovechamiento de los 200 días. Para lograrlo hay que trabajar más con los profesores.
Si todo el panorama se cumple como lo tiene previsto, ¿hay alguna fecha definida en que las diferencias acabarán y se podrá hablar de una sola educación en Costa Rica?
– El proyecto es hacer una evaluación política de la educación durante el 2004 y 2005. A partir del 2006 abordar los resultados y concentrarse en ampliar la cobertura; En el 2010 iniciaría la verdadera reforma integral del sistema, y en el 2015 se esperaría la consolidación de los escenarios.
Cobertura de programas de equidad
En el campo de la cobertura, de un total de 975.000 estudiantes que este año iniciarán sus clases, los siguientes son los datos más relevantes:
– 890.000 personas contarán con seguro estudiantil
– 59.881 tendrán una beca mensual de entre ¢5.000 y ¢8.000.
-63.975 recibirán una beca inicial de unos ¢13.000.
-Más de 600.000 personas serán atendidas en los comedores escolares.
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