Los diputados de Acción Ciudadana Edwin Patterson y Epsy Campbell aseguran que no existe una política articulada de desarrollo para Limón.
Carreteras con graves destrozos dejaron las inundaciones en Limón.

«Las inundaciones en Limón ocurren anualmente y cada vez son peores, y a pesar de que todo el mundo lo sabe, las autoridades no hacen nada para evitarlo; no se invierte en programas de prevención y se hace caso omiso a las recomendaciones». Así describió el diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC), Edwin Patterson, la situación de la provincia caribeña.
Según dijo Patterson a UNIVERSIDAD, desde mayo del 2004 el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) había emitido un informe sobre la situación problemática de la zona en el que delineó una serie de recomendaciones preventivas.
«El estudio se hizo público pero como en ese momento no había emergencia, no tuvo eco en el Ejecutivo», subrayó.

 
Pero antes de las terribles inundaciones de enero, también se había creado una comisión con representantes del CFIA, el MOPT, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE),  Junta Administradora y de Desarrollo de la Vertiente Atlántica (JAPDEVA)  y  del despacho de Patterson cuyo objetivo era impulsar una estrategia para minimizar el impacto de los desastres en la zona y sentar las bases de un programa de desarrollo social.
Sin embargo las recomendaciones de dicha comisión tampoco habían sido implementadas cuando los ríos crecieron y arrasaron todo a su paso.
 
MANEJO DEFICIENTE
 
Para el diputado Patterson el manejo que se hace de las situaciones de emergencia en Limón es deficiente, pues se trata sólo de brindar ayuda asistencial en coyunturas especiales.
«Todos los años hay campañas de recolección de fondos muy buenas, pero la pregunta es hasta cuándo al pueblo costarricense le será posible dar tanto. Además es evidente el poco control y mal uso que se le da a esos donativos; quién puede garantizarnos que lo que dimos llega realmente a las personas que lo necesitan», cuestionó.
Epsy Campbell lamentó que la atención de las emergencias se ejecute «desde una visión caritativa, donde se deshumaniza a la gente y se les convierte en pobrecitos con fines instrumentales».
«Cuando la señal de alerta vuelve a verde, y las autoridades se van, la emergencia verdadera sigue en Limón. Más allá de los diarios y la escasez de ropa, el problema debe ser atacado de forma estructural, con empleo y desarrollo», enfatizó la legisladora.
 
POLITIQUERÍA DECIDE
 
Uno de los aspectos más lamentables, para Patterson, es que los políticos nacionales y locales aprovechan la emergencia para comprar votos en la provincia.
«Estuve 12 días allá durante el desastre y vi  muchas cosas extrañas. Los donativos para las comunidades llegaban a las casas de los líderes políticos y eran ellos quienes finalmente repartían las ayudas», comentó.
«Vi en Talamanca cómo los políticos locales ordenaron no  repartir comida a los indígenas panameños que cruzan; seguramente porque ellos no votan», apuntó.
«Lo único que se hace es jugar con el hambre de la gente. Los dineros del gobierno se invierten principalmente en puentes y carreteras para poder sacar productos, y no en las verdaderas necesidades del pueblo como casas y salud», agregó.
«Para los pequeños agricultores no ha llegado nada, uno se pregunta dónde están esos millones que el pueblo costarricense dio con buena voluntad y las supuestas ayudas que el gobierno prometió».
 
VOLUNTAD POLÍTICA
 
Patterson y Campbell coinciden en que las soluciones están al alcance, pero hace falta voluntad política.
«Está muy claro lo que se necesita: reubicar algunas cuencas, detener la expansión bananera y la deforestación, invertir en construcción y mantenimiento de infraestructura de calidad en el largo plazo y comprometerse con un verdadero programa de desarrollo integral que incluya ecuación, empleo y salud», afirmaron.
Para Patterson, lo fundamental es sacar la politiquería y su control sobre la región, y eso solo se logrará al dar verdaderas oportunidades a los limonenses.
«Si la gente puede valerse por si sola, y no necesita que le den un paquete de arroz y frijoles para comer, entonces podrá pensar en otras opciones y abandonar a los políticos corruptos de siempre».
Agregó que la asistencia debe correr por cuenta del gobierno, pues ha sido el responsable indirecto de la emergencia al no tomar las medidas preventivas a tiempo.
Por otra parte, con el dinero donado por la población debería crearse un fideicomiso agrario «fuera de las manos del gobierno» que sirva a los agricultores a seguir produciendo, y especialmente, con aportes de la comunidad, que se inviertan en programas de monitoreo de ríos, reubicación de comunidades y sistemas preventivos de emergencias.
Ese fideicomiso también serviría para crear una verdadera base de operaciones de la CNE en la provincia con implementos de primera necesidad como colchonetas, víveres, ropa y agua, de manera que cuando lleguen las llenas, estos no deban traerse desde San José, sino que estén listos para solventar las necesidades de la población local.