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Walter Muñoz insiste que se violentó el derecho de los asegurados.
El equipo de resonancia magnética que gestiona la CCSS se instalaría en el Hospital Calderón Guardia.
El exdiputado Walter Muñoz denunció que la compra de servicios médicos de resonancia magnética ha favorecido a grandes clínicas privadas en detrimento del sector asegurado de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Desde hace más de una década se gestionó y aprobó la compra de este equipo médico, pero luego las autoridades de la CCSS decidieron comprar el servicio a las clínicas privadas que tuvieran el aparato.
Muñoz explicó que el costo de atender a pacientes con equipo de la Caja es mucho menor que pagar el servicio en el sector privado; sin embargo se sigue comprando el servicio después de más de una década. El excongresista dijo que eso se debe a la corrupción que impera en la Caja.
En su criterio no se le ha dado importancia al tema y la Defensoría de los Habitantes ha tenido una labor «poco eficaz y burocrática» para abordar este tema.
Por otro lado, autoridades técnicas de la CCSS indicaron a UNIVERSIDAD que desde el 2001 se tomaron acuerdos para comprar el equipo y se realizaron los estudios para su correcta instalación y funcionamiento.
La compra está aprobada por la Caja y se financiará con un préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Los equipos podrían estar funcionando en aproximadamente dos años mientras se acondiciona el lugar y se instala el aparato.
LARGO CAMINO
El galeno recordó que los primeros esfuerzos para traer la resonancia magnética se dieron cuando era presidente de la Fundación del Hospital Calderón Guardia, en 1992.
Poco tiempo después la Asamblea Legislativa y la Contraloría General de la República aprobaron ¢70 millones en tres partidas específicas, para la compra del equipo para el Hospital Calderón Guardia; sin embargo, 13 años después no se ha girado el dinero.
En 1994 las autoridades de la Caja decidieron que no había necesidad del aparato en la institución y se optó por comprar servicios a la Clínica Bíblica, la Católica y el Hospital Cima San José. Muñoz dijo que este equipo médico funcionaba con operarios de la Caja.
En su criterio es la primera vez que las clínicas privadas logran superar los servicios de la CCSS, en perjuicio de la población pobre que no tiene acceso a la atención médica privada. Por consiguiente disminuye el alcance a la población.
Además el costo de la compra del servicio es mayor al que tendrían si se utilizaran aparatos de la institución. Muñoz calcula que cada compra de servicios supera los $700, mientras que si las hiciera la Caja no pasaría de $200 por persona.
«Se han desplazado millones de dólares al sector privado. Con el monto comprado en servicios de resonancia magnética podríamos tener cuatro equipos ya», enfatizó.
Muñoz estimó que la Caja ha pagado más de $3.5 millones (¢1.634 millones) a las clínicas privadas por la compra del servicio desde 1994.
Por su parte, la Contraloría General de la República mediante el oficio DFOE-SA-13-2004 determinó que la institución pagó ¢4000 millones de 1998 al 2002 en compra de servicios externos en varias especialidades.
En abril de 1994 las quejas fueron presentadas a la defensoría para que se investigara por qué el ministro de Hacienda de aquel entonces, Carlos Muñoz Vega no giró el dinero que había sido aprobado en las partidas específicas.
Luego en 1999 Muñoz insistió en la Defensoría sobre las irregularidades con respecto a la resonancia magnética y la defensora, Sandra Piszk, elaboró un informe con la investigación respectiva.
Pese a que la compra de un equipo de resonancia está en trámite, el candidato del Partido Integración Nacional (PIN) insistió que se deben buscar a los culpables de que durante más de una década se gastara dinero en compra de servicios que resultaron muy costosos.
Muñoz volvió a pedir al Defensor de los Habitantes, José Manuel Echandi, investigar quiénes han recibido los beneficios de la compra de servicios de y a cuánto exactamente asciende ese monto.
DEFENSORÍA INTERVIENE
En el 2001 la Defensoría en el oficio No. 00815-2001-DJR, concluyó que efectivamente la Caja nunca recibió los ¢70 millones para la compra del equipo médico, pero desconoce la razón de que la plata no se girara a la CCSS. Según este informe las autoridades de la institución tampoco realizaron gestiones para recibir el dinero.
En dicho documento se menciona que la Defensoría ha constatado que «varios servicios hospitalarios se encuentran en condiciones deplorables» y que la compra de servicios genera un gasto elevado para la CCSS. Tal es el caso de los servicios de acelerador lineal, donde gasta 70% más en la compra del servicio médico de lo que costaría si tuviera el equipo.
El actual defensor de los habitantes, José Manuel Echandi, ha manifestado a la prensa su interés para que el problema se solucioné en favor de los asegurados, quienes deben hacer uso del equipo médico.
El actual defensor de los habitantes, José Manuel Echandi, manifestó a UNIVERSIDAD que no se justifica que la seguridad social costarricense pague por servicios con los que podría contar desde 1993.
Agregó que las juntas directivas de la Caja son las responsables del desmantelamiento del sistema hospitalario nacional.
EQUIPO POR VENIR
UNIVERSIDAD conversó con la directora de la Dirección de Planificación Nacional de Infraestructura Hospitalaria, Paquita González, quien aseguró que en el 2001 la Caja tomó el acuerdo de realizar los estudios para instalar un equipo de resonancia magnética en la Torre de emergencias del Hospital Calderón Guardia.
Esta Dirección se encarga de la ejecución del proyecto junto con la Dirección de Equipamiento, por lo que González no se refirió a las razones de que en 1994 la Caja tomara la decisión de comprar servicios a las clínicas privadas.
González explicó que debido al crecimiento acelerado de los costos de la compra de servicios, fue que la Junta directiva de la Caja acordó la compra del equipo en setiembre del 2001.
A partir de aquí se contrató a la empresa Emergency Care Research Institute para el estudio de las especificaciones técnicas y los encargados de las direcciones de Equipamiento y Proyectos también recibieron la capacitación necesaria.
La directora agregó que pronto iniciarán las labores de construcción del local donde se instalará el equipo en el Hospital Calderón Guardia, para que esté listo antes de que llegue el equipo que dura 18 meses en venir al país después de que se adquiere.
Fotografías del cuerpo
La resonancia magnética es un equipo médico que se utiliza para obtener imágenes del interior del cuerpo humano sin necesidad de invadirlo con aparatos, por eso es una técnica muy segura y precisa.
Mediante el magnetismo se logra que los protones -partículas de los átomos- vibren y se vuelvan a acomodar emitiendo señales que son captadas por el aparato para crear imágenes de alta definición de los tejidos musculares y las estructuras óseas del cuerpo.
A diferencia de las radiografías que dan como resultado imágenes «en negativo» de los huesos, la resonancia da una imagen positiva de cualquier órgano del cuerpo.
Este sistema se usa para diagnosticar problemas vasculares, ortopédicos, cerebrales o para detectar cáncer y tumores.
Walter Muñoz estima que el 25% de pacientes de la Caja podrían usar la resonancia magnética como diagnóstico de sus enfermedades, de ahí la importancia de que la CCSS cuente con equipo propio.
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