UNCAF le dejó a Jorge Luis Pinto cinco o seis jugadores de peso para la Selección Mayor.
Danny Fonseca, el «Gravesen» tico, quien salta con el salvadoreño Cristian Alvarez, se lució como volante de marca en UNCAF y podría ser titular ante Panamá.

Costa Rica conquistó el título de la Unión Centroamericana de Fútbol (UNCAF) por quinta ocasión, esta vez en Guatemala, después de vencer por la vía de los lanzamientos de tiros de penal a Honduras.
La tricolor defendía el título ganado en la edición anterior en Panamá (2003), cuando el estadounidense Steve Sampson era el entrenador de nuestro representativo.
En los años 1991-93 y 99 también la Selección Nacional se apoderó de la corona regional, lo que marca la supremacía del fútbol costarricense en el área.
UNCAF es una competencia bastante devaluada; la mayoría de las selecciones que participan no lo hacen con sus equipos clase A y se envían combinados de jugadores de la mayor, la que cumple con el ciclo olímpico y hasta la Sub-23.
Jorge Luis Pinto, el técnico colombiano que dirige a Costa Rica, topó con este certamen regional en plena eliminatoria hacia el mundial de Alemania 2006, cuando ya se jugó el primer partido con derrota de Costa Rica ante México en nuestro propio territorio.

 
Igual situación vivieron los representativos de Guatemala y Panamá, clasificados junto con nuestro equipo a una hexagonal que  completan México, Estados Unidos y Trinidad y Tobago en procura de tres plazas directas a la cita germánica.
Entonces, el técnico de la nacional decidió competir en la UNCAF con un verdadero rejuntado de futbolistas, pues se acordó, de común acuerdo con los clubes, no entorpecer el desarrollo del campeonato mayor de fútbol y se pactó que solo podía escoger tres jugadores por equipo.
Así, Saprissa, Herediano y Alajuelense, base de la Selección Nacional, solo le dieron a la tricolor a tres de sus jugadores y otros clubes como Pérez Zeledón, Cartaginés y Brujas facilitaron igual cantidad, para formar un equipo que al final se quedó con todos los honores.
Después de terminar invicto el torneo, con victorias ante El Salvador (2-1), Panamá (1-0) y Guatemala (4-0) y empate final con Honduras (1-1) -resuelto el juego a nuestro favor desde el punto de penal-, Costa Rica como grupo le dejó a Jorge Luis Pinto, generosa cosecha para reforzar al equipo mayor.
¡Este fue el gran triunfo en UNCAF!
 
BASE SE REFUERZA

Contra México, Costa Rica alineó con Alvaro Mesén en la portería. Los defensas fueron Hárold Wallace, Luis Antonio Marín, Pablo Chinchilla y Leonardo González; los volantes José Luis López, Cristian Montero, Walter Centeno y Jafet Soto y los atacantes, Rónald Gómez y Paulo César Wanchope.
Digamos que Jafet Soto fue el único titular de Costa Rica que participó en UNCAF, aunque sabemos que este talentoso mediocampista no ha sido de los volantes estelares en la era de Pinto, más propenso a jugar con Steven Bryce y Alonso Solís o con más marca cuando llama a Cristian Badilla o Mauricio Solís.
A la par de Soto, viajaron a la UNCAF otros pocos jugadores que han sido habituales en los llamados del entrenador colombiano: el portero José Francisco Porras, el zaguero Alexander Castro, el volante de marca Danny Fonseca, el mismo Cristian Badilla y desde luego Alonso Solís.
El grupo que alineó contra México, más este otro núcleo, más otro grupo que forman jugadores como el portero Ricardo González, el jugador del Brescia, Gilberto Martínez, Try Bennett, Cristian Oviedo, Andy Herron y Alvaro Saborío, dos atacantes hoy lesionados, completan la categoría clase A de la Selección Nacional.
 
LOS PROYECTADOS
 
Luego de la UNCAF, Jorge Luis Pinto se ha topado para su beneplácito, con otro pequeño grupo de futbolistas que se distinguieron en la competencia, que jugaron muy bien y que con sus actuaciones, piden un espacio en la selección mayor.
Algunos ya han estado en las convocatorias del colombiano, pero así como los enchufan, los desconectan y terminan observando a sus compañeros desde las gradas o desde sus residencias.
Hubo un grupo selecto de jugadores que se lucieron en la UNCAF y que están proyectados hacia la Selección Nacional, que debe jugar dos partidos eliminatorias muy seguidos, los días 26 y 30 de este mes de marzo, el primero en el estadio Ricardo Saprissa contra Panamá y el segundo en la isla de Trinidad y Tobago.
Los más destacados fueron el zaguero derecho, Roy Myrie, el defensor central, Michael Umaña; los volantes de marca, Douglas Sequeira y Danny Fonseca y el delantero Whayne Wilson.
Cualquiera de estos cinco futbolistas calzarían perfectamente como titular de Costa Rica en el siguiente partido contra Panamá.
Luego, otros más consagrados; el portero José Francisco Porras, que no demerita en nada a sus compañeros Mesén y González, el marcador de punta Junior Díaz, el volante Badilla y el creativo Alonso Solís.
Además, asomaron la nariz y con muy buen olfato, el portero Donny Grant, el zaguero Berny Peña, el volante Geiner Segura y el joven goleador Ever Alfaro.
Ni hablar de Jafet Soto y Erick Scott, habituales en las convocatorias de Pinto.
Si se diera, por ejemplo, la posibilidad de armar una formación contra Panamá y Trinidad y Tobago, con jugadores de los dos grupos, Costa Rica podría salir con una oncena integrada por José Francisco Porras en la portería: Roy Myrie, Luis Marín, Michael Umaña y Leo González en defensa; José Luis López y Danny Fonseca como medios de marca; Walter Centeno y Alonso Solís de creativos y Paulo Wanchope con Whayne Wilson en ataque, que nadie va a chistar.
De ahí que aparte el título de campeón; además de este pentacampeonato, al fútbol nacional le queda el buen sabor de saber que este toeneo, sirvió de excelsa plataforma para catapultar hacia el equipo mayor a un grupo de muy buenos futbolistas: esa fue la gran ganancia.