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Por su difusión de valores culturales fue distinguido con el Premio García Monge.
El Decano de la Facultad de Bellas Artes de la UCR ganó del Premio Nacional Joaquín García Monge.
Los anaqueles en su oficina parecen reflejar lo que él es: están llenos de arte y libros. Precisamente por eso, Roberto Villalobos Ardón se hizo acreedor del Premio Nacional de Cultura Joaquín García Monge que reconoce la labor de aquellos que se dedican a «la divulgación y promoción de valores culturales costarricenses».
Este año, Villalobos compartió el premio con dos personas más, y entre las actividades que motivaron su selección por parte del jurado, se encuentran la de conductor del programa «Análisis» de Canal 15 y la de Decano de la Facultad de Bellas Artes en la UCR.
El premio resaltó también su «ética, su actitud crítica, su altruismo y su disposición para apoyar proyectos e iniciativas culturales, su prudencia y sentido de la justicia, su reconocido humanismo».
Además Villalobos es arquitecto y presidente de la Comisión de Patrimonio Histórico, y en su oficina concedió una entrevista a UNIVERSIDAD, en la que dijo estar profundamente comprometido hacia la búsqueda del conocimiento y el desarrollo de las artes.
El Premio Nacional de Cultura Joaquín García Monge le fue entregado por su desempeño en actividades relacionadas a la cultura. ¿Cómo fue que se involucró en esta área?
– Yo he sido académico y docente en la UCR por más de 30 años, y en todo momento he estado vinculado al desarrollo del arte, primero como profesor de filosofía del arte, luego de Teoría del arte y actualmente como decano. El premio, ligado al programa «Análisis» y a mi trabajo en la Facultad de Bellas Artes, es el producto natural del trabajo de todos estos años.
Pero parece que ha estado muy concentrado en la academia, ¿ha tenido tiempo para ejercer como arquitecto?
– He tratado de combinar mi vocación académica con mi ejercicio profesional. En los años de labor en la UCR no es sino hasta hora que me dedico a tiempo completo a la decanatura.
Siempre he mantenido el contacto con la arquitectura y creo contar con cierto nombre en el país, a pesar de que ha existido una resistencia de la Escuela de Arquitectura de la UCR en permitirme actuar como docente. Eso es parte de los síntomas internos de esta universidad donde existen feudos y grupos que le tienen miedo al desarrollo de la academia.
El arte es menospreciado en ocasiones. En sus años como decano, ¿ha tenido la necesidad de defender las carreras de artes?
– La gran ventaja de la universidad pública, independientemente de los criterios que seleccionan carreras o desarrollos académicos por su productividad de mercado, es que se encuentran vinculadas a académicos y universitarios que saben que el conocimiento, las letras y las ciencias no pueden quedar como zonas vacías. Precisamente la función de la educación pública es atender estas áreas de conocimiento y actividad humana que no representan atractivos de mercado para muchas universidades privadas.
En este campo parece que empiezan a desaparecer estas fronteras, pero creo que aún es función primordial de la universidad pública llenar estos vacíos y la UCR lo ha podido realizar con un profundo compromiso mediante sus escuelas de arte.
Como decano me hubiera gustado realizar una labor más integral entre escuelas que históricamente han estado separadas, pero en este momento requieren un trabajo conjunto. Esto se podrá hacer en el último año de mi gestión, ya que le hemos dado especial importancia al Consejo de Decanos, donde estamos muy comprometidos con el desarrollo académico.
Pero en la práctica, ¿una carrera en artes es necesaria o es un valor agregado?
– Es un valor agregado dentro de los criterios dominantes de nuestra sociedad, pero éstos también asumen a las artes como una especie de adorno de lo cotidiano.
La postura actual es que toda forma de arte es una forma de conocimiento y de aproximación de una mayor profundización del conocimiento del mundo, de la realidad, de la sociedad, de la naturaleza. De manera que no es un valor agregado, corresponde a un discurso diferente al de las ciencias y al de las letras, comprometido con las formas de expresión, las formas de comunicación y las formas reveladoras del conocimiento.
¿Cuál es el lugar común entre su participación en la Comisión de Patrimonio Histórico y su labor como profesor?
– Son labores que no se pueden separar, Patrimonio Histórico vela por la conservación de valores identitarios con validez histórica y forma parte del trabajo cotidiano en las artes, con la difusión de estas y con su conocimiento y profundización teórica.
Como arquitecto y miembro de la comisión, ¿cuál es la mejor estrategia para conservar el patrimonio histórico: educación o incentivos?
– Se le pueden dar incentivos a gente educada. Si no hay una base y un compromiso con los procesos educativos, con el desarrollo de los componentes sociales como elemento prioritario, no se hace nada con incentivos.
Quienes nos hemos dedicado a la educación confiamos en que a través de ella se hace posible el desarrollo de la sociedad. Usted eduque, que lo demás viene por añadidura.
La resistencia para conservar valores arquitectónicos va más atrás. El gran problema es que en términos generales no tiene conciencia de lo que es la arquitectura. No se puede conservar lo que no se conoce.
Para el costarricense la distribución del espacio es invisible. Se supone que un arquitecto es quien dibuja lindas fachadas y un ingeniero quien construye casas. No se distingue el problema de fondo en el ordenamiento del espacio, o sea, el trabajo esencial de un arquitecto.
Como esto se ignora hay un caos en el ordenamiento de nuestros espacios y nuestras ciudades. ¿Cómo se van a conservar cosas que no se entienden, que son invisibles y que aparecen como armatostes viejos que ya no producen nada?
LA VITRINA
¿Cómo llegó a ser parte del programa «Análisis»?
– El programa fue pensado por la Escuela de Filosofía y se me encargó a mí precisamente para que sirva para difundir actividades artísticas y de investigación, una especia de vitrina de lo que hace la UCR.
Decidí participar por formación personal, como arquitecto siempre he estado muy ligado a la parte teórica de las artes en general. Además, cuando se me planteó el programa me pareció cabía dentro de la línea de trabajo de la Escuela de Filosofía de difundir información e ideas.
Todo programa tiene un público. ¿Para quién se produce «Análisis»?
– Para las personas interesadas en tener información sobre lo que sucede en el ámbito académico con participación de investigadores y en el de las artes, ya que se habla de publicación de libros, de teatro, de danza, de exposiciones de plástica. Principalmente se hace para la comunidad académica universitaria y graduados que siguen el desarrollo de estas actividades.
Trata de ser lo más sencillo posible, y algunos dicen que es poco controversial. Pero la idea no es discutir sino mostrar el desarrollo de ciertas cosas con tranquilidad. Estamos muy acostumbrados a la teatralidad, pero no hay que pelearse con el invitado para que el programa tenga sentido.
¿Cómo eligen a los temas o invitados del programa?
– Hay varios criterios, por ejemplo si hay alguna persona extranjera de visita, podemos aprovechar para difundir relaciones institucionales. Otro es oportunidad: el lanzamiento de un libro, el estreno de una obra.
Además buscamos mostrar trabajos o productos que no tienen acceso a los otros medios de comunicación. Pueden ser trabajos silenciosos pero excelentes que vale la pena mostrar.
Finalmente, están las investigaciones que pueden tener incidencia en el quehacer nacional.
Hay que recordar que en el programa yo soy solamente una parte. Las demás son las Escuela de Filosofía, la Vicerrectoría de Acción Social y Canal 15 entre otras. C*maras, luces, sonido… Hay todo un equipo humano que muchas veces es invisible.
En el 2004
Villalobos fue premiado por las actividades que ha realizado para difundir la cultura, entre ellas:
– Programa «Análisis» de Canal 15.
– Decanatura de la Facultad de Bellas Artes.
– Jurado en el Festival de Coreógrafos.
– Presidente de la Comisión de Patrimonio Histórico
– Miembro de la Junta Directiva del Museo de Arte Costarricense.
– Curador de la exposición «Revuelcos».
– Subastador de obras de arte para la Fundación Paniamor.
– Miembro del Grupo Asesor Arte y Naturaleza.
– Miembro de la Comisión de trabajo para la celebración del aniversario de «El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha».
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