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Economía crece cada vez menos Prevén mayor desempleo e inflación este año

Diversos pronósticos coinciden en que el 2005 será «un año malo», y podría ser peor si los precios del petróleo siguen subiendo.

Diversos pronósticos coinciden en que el 2005 será «un año malo», y podría ser peor si los precios del petróleo siguen subiendo.
La menor actividad económica que registra el país, reduce las posibilidades de encontrzar empleo.
Mayor dificultad para encontrar trabajo y dinero que puede comprar menos cantidad de bienes y servicios. En otras palabras: menor actividad o crecimiento de la economía y más inflación.

Este es el pronóstico poco optimista en el que coinciden diversas fuentes especializadas, como el Banco Central (BCCR), el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE), de la UCR, y el expresidente del BCCR, Eduardo Lizano.

En su Programa Monetario para el 2005, el BCCR estimó una inflación máxima de 10%, y un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB, la producción total de un año) del 3%. El IICE, por su parte, pronostica una inflación acumulada de 5.6% para el primer semestre del año -que al final del mismo superaría el 11%- y un crecimiento del PIB que -también optimistamente, según señala- calcula en 2%.

¿Qué está pasando? Como muestra el gráfico del IICE, desde mayo del 2003, la actividad económica viene creciendo cada vez menos, mientras que la inflación se eleva. Esto tuvo como consecuencia que, ya en enero del 2004, las dos curvas se cruzaran: desde entonces, la inflación sigue su trayectoria ascendente, mientras que la actividad económica sigue su camino decreciente.

Si, para las personas, esto ya se manifiesta en la dificultad de encontrar empleo y en el hecho de que los ingresos compran cada vez menos bienes y servicios, este año la situación se agravará. ¿Cuánto?

Según Justo Aguilar, director del IICE y autor, junto con Luis Diego Rojas, del pronóstico del Instituto, ello dependerá de lo que ocurra en un entorno mundial afectado por precios del petróleo cada vez más elevados (ver nota: «Petróleo podría llegar a los $105»), pero también de las decisiones internas que se tomen en cuanto a la reforma tributaria -que permitiría reducir el déficit fiscal y bajar las tasas de interés-, y al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos porque, en su opinión, podría traer más inversiones.

Consultado por  UNIVERSIDAD, Aguilar consideró que si bien el país no está en una recesión, la tendencia a un crecimiento económico cada vez más bajo es preocupante, y se manifiesta, principalmente, en la reducida creación de empleos. (Ver la entrevista: «La economía se desacelera»)

Por su parte, Lizano también descartó que estemos a las puertas de una recesión, pero ratificó que el crecimiento económico será menor que el del año pasado. Además, coincidió con el IICE -y con el propio reconocimiento que ya hiciera el presidente del Banco Central, Francisco de Paula Gutiérrez-, en que la meta originalmente planteada para la inflación será superada por la realidad.

«No me extrañaría que llegara al 12%», dijo. (Ver entrevista: «Tanto como recesión, no»)

Lizano también enfatizó en que los pronósticos, de por sí poco halagüeños, están sujetos a que el precio del petróleo no siga en ascenso.

Economistas Justo Aguilar y Luis Diego Rojas:

«La economía se desacelera»


El director del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas, Justo Aguilar, y el investigador Luis Diego Rojas, respondieron a las preguntas de UNIVERSIDAD el pasado viernes.



¿Está en recesión la economía o va a una recesión?

-La economía no está en una recesión, pero sí muestra una desaceleración. Una recesión se define como una disminución significativa en la actividad real de toda la economía, por varios meses, que es visible en diferentes indicadores, como el ingreso real y el nivel de empleo. En términos prácticos, se tiende a identificar un período como recesivo si el PIB real disminuye por lo menos en dos trimestres consecutivos, aunque deberían tomarse en cuenta otros indicadores, especialmente el empleo.

Podemos notar que este no es el caso para la economía costarricense. Según los datos del Banco Central, el PIB, a precios de 1991, aumentó en los últimos dos trimestres. Además, en términos anuales, se han dado aumentos en la producción y en el nivel de empleo.

El punto aquí es que el crecimiento en estos rubros ha disminuido. Por ejemplo, en el 2003 el crecimiento del PIB real fue del 6.5%, en el 2004 fue de 4.2%, mientras que para el 2005, el Banco Central espera un crecimiento del 3.2%.

El total de ocupados en el 2003 aumentó un 3.4% y en el 2004 apenas aumentó en un 0.82%. Así, podemos decir que la economía, en el último año, se desaceleró.

Junto con esto experimentamos un aumento importante de precios. La variación del Índice de Precios al Consumidor, para el 2002, fue del 9.68%, para el 2003 fue del 9.87%, pero para el 2004 fue del 13.13%, mayor a la meta registrada por el Banco Central, del 10% anual.

En resumen, frente a la desaceleración de la producción, se observa un crecimiento importante en los precios.


¿ A qué se debe el menor crecimiento y el alza en la inflación, y cuánto estima que puede durar esta situación?


-Tal vez el principal factor que afectó conjuntamente estas variables fue el aumento de los precios de las materias primas importadas. Para el 2005, no se espera que varíe mucho esta situación. Se espera que los precios del petróleo se mantengan altos, lo cual presiona al alza muchos precios dentro de la economía. Pero junto con esto, tenemos otros factores que deben analizarse. Entre estos destacamos el crecimiento de los principales socios comerciales, las tasas de interés y la incertidumbre en relación con la aprobación del  TLC y la reforma fiscal.

En el nivel internacional se espera que la economía estadounidense disminuya su crecimiento respecto al 2004, pero aún así sería aceptable. Con ello se espera un comportamiento aceptable para la demanda por nuestras exportaciones a ese país. Además, la apreciación del euro es un incentivo para nuestras exportaciones hacia Europa. A lo interno, las mayores inversiones en telecomunicaciones son un incentivo para la producción.

Pero, por otra parte, acorde con el aumento esperado de las tasas de interés internacionales y con la meta de disminuir el aumento en precios, las tasas de interés internas aumentarán.

El aumento en estas últimas, es de esperar, desincentiven la inversión y el consumo interno. Además la incertidumbre sobre la firma del Tratado de Libre Comercio puede propiciar que se retrasen algunos proyectos. A estos efectos debemos sumarle el atraso en inversiones públicas en infraestructura, como carreteras, puertos y aeropuertos, las cuales restan capacidad al sector exportador.

Así, el aumento en las tasas de interés, la incertidumbre sobre la inversión y los altos precios de las materias primas importadas, son factores que se unen para desacelerar la economía en el corto plazo.


Si el crecimiento va a ser mínimo y la inflación alta, ¿cómo sentirán este año esta situación las familias costarricenses?


– Esperaríamos, principalmente, dos efectos sobre las familias. Al desacelerarse la economía, es de esperar que el aumento en el número de vacantes sea menor, es decir, habría una desaceleración en el nivel de empleo. Además, si los salarios no se ajustan acorde con el aumento en precios, las familias verían su ingreso real disminuido, es decir, podrían comprar menos bienes y servicios que en el año anterior.


Eduardo Lizano:

«Tanto como recesión, no»
El economista Eduardo Lizano, expresidente del Banco Central, respondió a preguntas de UNIVERSIDAD sobre la perspectiva económica del 2005. La entrevista telefónica tuvo lugar el viernes 1 de abril.



Mientras el Banco Central prevé que el año cierre con una inflación acumulada del 10% y un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), del 3%, el Instituto de Investigaciones en Ciencia Económicas, de la UCR, proyecta optimistamente, una inflación mayor al 11%, y un crecimiento del PIB del 2%. ¿Qué opina usted?



-Las estimaciones del IICE y del BCCR en cuanto a crecimiento económico son muy similares, y no creo que se vayan a separar mucho, porque no están muy alejadas. Ahora, el presidente del Banco Central, Francisco de Paula Gutiérrez ha dicho que la meta de una inflación del 10% muy probablemente no se va a poder lograr. A mí no me extrañaría que alcanzara un 12% o 13%, es decir, un nivel similar al del año pasado. Esto, por supuesto, siempre y cuando el precio del petróleo no llegue a los $100 dólares, aunque tampoco se ve que vaya a disminuir en el 2005.

Aunque no puede decirlo, pienso que el Banco Central ahora debe estar creyendo que la inflación llegará a un 12%. No me extrañaría.



Con este bajo aumento del PIB, si se toma en cuenta el crecimiento de la población, ¿estaríamos cerca de una recesión?



-Tanto como recesión, no. Pero sí habrá un menor crecimiento económico, inferior al 4.2% del año pasado. El Banco calcula un 3.2%, es decir, un poco menos que el año pasado.



Analistas internacionales se refieren a la posibilidad de que, en algún momento, las inversiones se dirijan hacia otras monedas distintas del dólar, principalmente el euro, en vista del excesivo déficit de Estados Unidos. ¿Cómo ve esto?
-Es difícil creer que se vaya a producir un descalabro del dólar. Japón y la Unión Europea presionan para que el dólar tienda a reevaluarse, y ello va a ser muy significativo; va a ser muy difícil un descalabro.

¿Cuáles son las alternativas? El oro y los euros. Pero el crecimiento económico de la «zona Euro» no es muy satisfactorio, e incluso han modificado en algo la disciplina que se habían autoimpuesto. Varios bancos centrales importantes han salido a decir que no modificarán la estructura de sus reservas. Quizás China, Taiwán, compren algo de euros, pero no creo que esta compra sea masiva.



Con las altas inversiones de China en bonos estadounidenses es decir, en dólares, ¿podría producirse alguna crisis inducida políticamente? La lógica indicaría que tampoco le convendría a China…



-Así es, las reservas chinas en dólares son muy grandes, pero un descalabro del dólar no le conviene ni a los acreedores ni a los deudores. Claro que a todos les conviene no deber a un único acreedor o deudor. A China, Taiwán, Japón, no les conviene que el dólar se devalúe, ni a EE.UU. le conviene financiar el déficit fiscal endeudándose. Es una situación incómoda para todo el mundo.

Petróleo podría llegar a los $105
Una mezcla de alto consumo de combustibles y de especulación financiera con los precios a futuro del petróleo, es lo que está sosteniendo el alza continuada de este energético.

Según el diario The New York Times, el pasado 31 de marzo la consultora privada Goldman Sachs Group sugirió que el precio del barril de petróleo podría alcanzar, eventualmente, los $105, y este pronóstico contribuyó a impulsar todavía más el precio del crudo, que para el día siguiente, viernes 1 de abril, llegó a cotizarse a $57,70 el barril (159 litros).

Según la firma consultora, $105 es el precio tope al que podría llegar el petróleo antes de que los consumidores, principalmente en Estados Unidos, decidan que ya no pueden comprar los combustibles al mismo ritmo y que, por lo tanto, comiencen a deprimir su demanda. Pero, en la medida que es una proyección de un posible tope, esto también ha estimulado las inversiones especulativas en el mercado de futuros del petróleo.

Así, según el diario, Goldman Sachs también elevó sus pronósticos sobre los contratos de petróleo ligero a futuro, para 2005 y 2006, de $41 y $40 el barril a $50 y $55.

Otra clase de hechos y especulaciones, de tipo político, más que financiero, también contribuyen a la espiral ascendente en los precios del combustible: la posibilidad de que los suministros de Irak puedan ser disminuidos o cortados por acciones de la resistencia interna, la explosión en una refinería de Texas, por causas que todavía son investigadas, la paralización de una refinería en Venezuela, el pasado jueves 31, debido a un corte en el fluido eléctrico.

Siempre en este contexto altamente especulativo, mientras fuentes oficiales atribuyen el alza a una excesiva reducción de las reserves estadounidenses de petróleo -a su vez causada por una demanda de combustibles que se ´dispara´ en el verano-, el citado diario no descarta que esto no sea cierto.

«Algunos analistas han sugerido que los mercados petroleros permanecen bien abastecidos, y que las reservas de petróleo son incluso superiores a las del año pasado. Pero una razón por la que los precios permanecen altos, es la continuada atracción que el mercado del  petróleo tiene para los fondos compensatorios (hedge funds) y otros inversores especulativos», dice. («3.4% Surge Pushes Oil Above $57», NYT, 02/04/05)

  • Emanuel García Jiménez 
  • País
Notas

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