Transformados, el PRI y el PAN en defensores de la misma política neoliberal, el gobierno de Vicente Fox ha terminado por aliarse al primero en su intento por evitar el triunfo del PRD en el 2006.

La Procuraduría acusa alcalde mexicano, López Obrador, de «abuso de autoridad» y reclama, desde mayo de 2004, su desafuero.

México vive horas de incertidumbre, ante la posibilidad de que el congreso de ese país dé vía libre al enjuiciamiento del jefe del gobierno de la capital, Andrés Manuel López Obrador, del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD).



La Procuraduría acusa a López Obrador de «abuso de autoridad» y reclama, desde mayo de 2004, su desafuero, por no haber suspendido a tiempo unas obras de acceso a un hospital que afectaron a un particular.



La maniobra ha sido denunciada como un intento orquestado desde la presidencia de la República, a la que se sumó el sector mayoritario del PRI, para hacer abortar desde ahora, una candidatura que consideran inaceptable. Un triunfo de López Obrador en los comicios del año que viene podría significar un cambio que ni el PRI ni el PAN están dispuestos a aceptar y que ven como una verdadera amenaza para los intereses comunes que han venido tejiendo en el escenario político mexicano desde hace varios lustros.
 

Los partidarios de López Obrador recuerdan los centenares de casos de corrupción y violencia en que están involucrados dirigentes políticos mexicanos, sin que la Procuraduría ni los partidos políticos tomen medida alguna para esclarecerlos.

La organización del PRD en Chicago emitió esta semana un comunicado en el que acusa a «la Presidencia de la República y la cúpula del PRI» de cometer «un acto bien calculado para cerrarle el paso a un cambio democrático en México». La nota recuerda que docenas de casos continúan en la impunidad en México, entre ellos los de «las matanzas del 2 de octubre de 1968 y 10 de junio de 1971», «las matanzas de Aguas Blancas en el estado de Guerrero y de Acteal, en Chiapas. Nunca se ha intentado castigar a los responsables del FOBAPROA, PEMEXGATE y los amigos de Fox», sonados escándalos financieros, señalando que, en todos estos casos, los autores intelectuales siguen en libertad.

El diputado perredista Ojeda Zubieta recalcó, por su parte, que el PRI y el PAN decidieron anular a un contrincante sin que medie proceso electoral alguno. «Es una novedad que nos muestra el autoritarismo del cambio». «Estamos ante una aplicación selectiva y politizada de la ley. Tan es así que más de mil casos de presunto desacato descansan en el archivo de la Procuraduría General de la República y varios procedimientos de desafuero siguen congelados en la Cámara de Diputados, y tratan de resolver si se bloqueó una vereda para construir el acceso público a un hospital, sino de auténticos casos de corrupción en campañas electorales o la vinculación de un gobernador con la delincuencia organizada».



ENGAÑO



El nerviosismo imperante en el ambiente político se reflejaba entre los inversionistas extranjeros en México y en los resultados de la bolsa que, el martes pasado, registró su peor caída del año, un 2,32%.

«Hay un elemento de incertidumbre tanto interno como externo que está influyendo» en la caída de la bolsa, reconoció el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz.

Por su parte, Rogelio Ramírez de la O, presidente de la consultoría económica Ecanal y asesor en México de varias empresas que cotizan en Wall Street, dijo que hay una sensación de engaño y frustración como no se veía en el país desde 1995.

Ramírez recordó que, en 2003, la Secretaría de Hacienda presentó como uno de sus grandes logros la emisión de un bono de deuda a 20 años.

«La existencia de un papel gubernamental con vencimiento tan de largo plazo fue efectivamente un logro que, entre otras cosas, permitió el desarrollo actual del mercado hipotecario», señaló.

Nueve de cada 10 dólares de ese bono fueron tomados por extranjeros, pero, «en los últimos tres días, por la volatilidad de los mercados financieros locales y la recomendación de las corredurías de reducir la exposición a papeles mexicanos, esos bonos han perdido las ganancias de dos años. Este hecho es una advertencia fuerte de la percepción de inseguridad que se ha generado por el proceso de desafuero», destacó, en declaraciones publicadas por el diario mexicano La Jornada.



FAVORITO



López Obrador sigue siendo el precandidato presidencial más popular del país, con más del 44% de las preferencias ciudadanas, según una encuesta del Instituto de Mercadotecnia y Opinión (IMO).

«Si hoy fueran las elecciones, López Obrador ganaría con el 46,4% compitiendo contra Roberto Madrazo, candidato del PRI, y contra Santiago Creel, del gobernante PAN, dijo César Morones, presidente del IMO.

Pero, si López Obrador es inhabilitado y el PRD decide que su candidato presidencial sea el fundador de ese partido, Cuauhtémoc Cárdenas, «no existen posibilidades de triunfo», dijo Morones.

«Estamos ante un fenómeno sin precedentes, porque incluso por primera vez el PRD también encabeza» el sondeo, añadió. El 36,3% de los encuestados manifestó que votaría por el PRD, contra 26% que lo haría por el PAN, en tanto que 25,4% se inclinó por el PRI.

Con estos resultados, «es claro que están convirtiendo en un héroe nacional a Andrés Manuel López Obrador», concluyó Morones. Las encuestas muestran también que el 58% de los mexicanos está contra el desafuero.

De ahí, la importancia del hecho de que se quiera someter a la jurisdicción ordinaria, al  alcalde de la capital mexicana, única manera de dejar abierta una puerta de triunfo para el PRI o el PAN en las elecciones del año que viene.



DIVISIONES POLÍTICAS



La suerte de López Obrador parecía echada en la víspera de la votación, ya que el PRI y el PAN suman 375 votos en un congreso integrado por 500 parlamentarios. La votación del PAN será, probablemente, unánime, ya que el comportamiento de sus diputados se rige por una norma de acatamiento de la voluntad mayoritaria en la bancada.

Pero, en el PRI, la situación parece mucho más complicada, aunque no tanto como para poner en duda el resultado de la votación.

El senador priísta Manuel Bartlett Díaz dijo que los diputados de su partido debieran expresarse con toda libertad, sin hacer caso de líneas, «para no hacerle el trabajo sucio al presidente Vicente Fox en esta villanía».

El comentarista Luis Hernández Navarro, dijo en La Jornada que «los poderes fácticos decidieron bloquear una opción política a la que temen. Esos poderes han utilizado al PRI y al PAN para que representen sus intereses y no ven en López Obrador un mediador al que puedan tripular ni someter».

Y añadió: «Es la hora de la calles. Pero, sin movilización social, no hay posibilidad alguna de dar un vuelco, de fijar nuevas reglas del juego para el quehacer político».