Abrir Noticia Guardar

Cáncer de mama Estudio no avanza por falta de apoyo

La investigación pretende identificar las mutaciones hereditarias que causan el cáncer de mama en la población costarricense.

La investigación pretende identificar las mutaciones hereditarias que causan el cáncer de mama en la población costarricense.
Gustavo Gutiérrez, investigador del INISA, es quien está a cargo del proyecto que investiga el cáncer de mama.
Un estudio sobre las mutaciones genéticas del cáncer de mama en Costa Rica y su incidencia hereditaria, es realizado por un grupo de investigadores  bajo la dirección de Gustavo Gutiérrez Espeleta, estudioso en genética humana y de conservación de la Universidad de Costa Rica. Esto a pesar de carecer de apoyo institucional, particularmente del Instituto de Investigaciones de Salud (INISA).

Gutiérrez, quien trabaja en el INISA y en la Escuela de Biología de la UCR, cuenta con el apoyo del Cancer Prevention & Control Program, y H. Lee Moffitt Cancer Center & Research Institute, ambos institutos de investigación en Estados Unidos. También colabora el investigador Steven Narod, del Centre for Research In Women`s Health, de Toronto, Canadá.

La investigación consiste en estudiar los genes de una muestra significativa de personas que han padecido o padecen cáncer de mama, para descubrir mutaciones genéticas relacionadas con el desarrollo de la enfermedad.



RASTREANDO EN LOS GENES



El proceso comienza cuando se identifican familias en las que al menos un miembro haya desarrollado el padecimiento; posteriormente se procede a tomar muestras de sangre con el fin de analizar su composición genética.

Durante el examen, se puede definir si existen mutaciones causantes del desarrollo de cáncer de mama y una vez aisladas, se comparan para definir los patrones biológicos de quienes podrían estar en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

En caso de que alguna de las mutaciones halladas fuera distinta a las ya identificadas en el mundo, se enviarían a los institutos de investigación fuera del país que colaboran en el proceso, con el fin de que las caractericen.

Durante el proceso de análisis, se descubrió que hay familias en que ese mal se ha presentado hasta en siete personas, lo que, según Gutiérrez, implica un evidente componente de incidencia por genes hereditarios.

También detalló, que de acuerdo con lo estudiado hasta el momento, los casos en que el padecimiento se relaciona con cuestiones genéticas y hereditarias, la enfermedad se desarrolla en edades tempranas, incluso antes de los 30 años, rompiendo con el patrón tradicional de la aparición de cáncer en personas de edad avanzada.

Los resultados de este estudio podrían definir el porcentaje de casos derivados de este factor  en Costa Rica, lo que permitiría planificar estrategias preventivas para las personas que tengan la mutación en las familias con riesgo.

Gutiérrez destacó que en Canadá, una vez que se identifica la existencia de la mutación se procede a realizar una mastectomía (extirpación de los pechos) incluso antes de desarrollar el padecimiento. Señaló que esta es una medida drástica, particularmente para nuestra idiosincrasia, pero que no deja de ser una alternativa.

Otro aporte del proyecto es que se delimitarían los alcances del componente genético en relación con esta enfermedad, con lo cual se sentaría un precedente para futuros estudios sobre la composición biológica de la población costarricense y su relación con el cáncer.



OBSTÁCULOS



Para la generación final de datos hace falta terminar la recolección de muestras fuera de San José, que ha sido escasa por la falta de presupuesto, concluir el examen de las muestras ya tomadas y analizar los resultados para sacar conclusiones reales.

Gutiérrez enfatizó en que a pesar de ser un proyecto clave para el mejoramiento de la salud pública en Costa Rica, nunca se le prestó suficiente apoyo, ni siquiera por parte del Instituto Costarricense contra el Cáncer.

Por el momento el estudio se encuentra «congelado» y en criterio esto se debe a razones puramente subjetivas y políticas.

Los investigadores han continuado sus labores, financiando el proyecto con su propio dinero y con fondos provenientes de otras fuentes, ya que el INISA y la UCR dejaron de darle sostén económico, argumentando falta de financiamiento a pesar de que, según afirmó Gutiérrez, muchos «proyectos en la UCR se realizan sin presupuesto».

De acuerdo con el investigador, el proyecto está detenido formalmente, pero han seguido con el análisis de muestras porque «sería un desperdicio de recursos ya invertidos y además poco ético dejar muestras en un congelador hasta que el INISA decida reactivar el apoyo».

Gutiérrez informó que después de presentar su solicitud e incluso enviar varios reclamos al INISA y a la Vicerrectoría de Investigación, optó por reescribir el proyecto para plantearlo como uno nuevo y tratar de reactivarlo.

El investigador aseguró que a partir del momento en que se reactive, se abrirán de nuevo todos sus espacios y los resultados podrían darse a conocer siete meses después.

  • Daniela Muñoz Solano 
  • Universitarias
Notas

Este documento no posee notas.