Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Las campañas de información que utilizan ambas agrupaciones buscan acercar simpatizantes o enemigos ante el Tratado de Libre Comercio.
Un comité de especialistas en comercio exterior, leyes, exportaciones y solidarismo forman «Por Costa Rica», cuya voz cantante de la primera rueda de prensa fue José Rossi.
Llegó la hora. Los contrincantes se quitaron la careta y decidieron echarse al ruedo para luchar por conseguir el mayor número de seguidores a favor del Tratado de Libre Comercio (TLC) de Centroamérica y República Dominicana con Estados Unidos, o integrar a los detractores del mismo.
La Comisión Nacional de Enlace (CNE), que reúne a unas 80 organizaciones sociales de distintas índole (campesinas, indígenas, sindicales, entre otras) mostró su fuerza en una cumbre social efectuada el 14 de abril en el Teatro Melico Salazar, lo cual hizo correr toneladas de tinta por la prensa escrita, pues se consideró la actividad como antipatriótica y subversiva.
Mientras tanto, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (UCCAEP) continúa con su estrategia de defender el tratado en nombre del desarrollo nacional, si bien admite que no es un modelo que suplante uno propio que debe trabajarse.
Y en el escenario apareció también «Por Costa Rica», una organización de carácter privado que impulsa aprobar el convenio comercial en nombre de mejores oportunidades de empleo para todos los costarricenses.
Aunque el sector empresarial y no gubernamental lo niegue, todo hace indicar que cuando el TLC llegue a la Asamblea Legislativa una red social organizada desde hace dos años se volcará en las calles josefinas a manifestarse contra el tratado.
VISIÓN OPTIMISTA
Aparte de hablar sobre la encrucijada nacional que vive el país al decidir si ratifica o no el CAFTA (como se denomina al TLC en inglés), estos empresarios, abogados y negociadores comerciales autodenominados «profesionales y gente común y corriente» repasaron las cifras de exportación nacionales.
Rossi, el vocero del grupo, habló de que Costa Rica exporta a 140 destinos más de 3.600 productos distintos todos los años.
Para este grupo, los esfuerzos que se han hecho en el país en los últimos 20 años para atraer inversión extranjera ha permitido «incursionar de manera exitosa en los mercados internacionales, convirtiéndonos en uno de los principales exportadores por habitante de América Latina».
«Por Costa Rica» asegura no ser un grupo político. Sin embargo, sus integrantes fueron negociadores del TLC con Estados Unidos.
Ellos son el exMinistro de Comercio Exterior, Alberto Trejos; la exEmbajadora Especial para las Negociaciones por el país, Anabelle González; Fernando Ocampo, exnegociador de Acceso a Mercados y el abogado Francisco Chacón, esposo de González.
También se encuentra inscrito Wálter López, director ejecutivo del Movimiento Solidarista; Miguel Shyfter, presidente de la Cámara de Textiles Costarricenses (CATECO), el productor azucarero Álvaro Jenkins y José Rossi, exMinistro de Comercio Exterior.
DE CABO A RABO
Los sindicatos como la Asociación de Empleados Públicos y Privados (ANEP) no ha dejado de recibir múltiples críticas por parte de los periódicos debido a las conclusiones de una larga jornada de trabajo en el Melico Salazar.
Incluso, Albino Vargas, secretario general de la ANEP, fue acusado por traición a la patria lo cual él considera «una barbaridad» y piensa llevar el caso a los tribunales para limpiar su nombre de lo que considera es una especie de confabulación para perjudicarlo.
En la defensa de Vargas ha salido la Asociación de Empleados del ICE (ASDEICE) presidida por Fabio Chávez.
La acusación fue interpuesta por el empresario Mario Vindas ante la Fiscalía General de la República.
LAS TÍPICAS «MOVIDAS» POLÍTICAS
Una misiva enviada por Chávez al citado fiscal entra en lujo de detalles sobre «negociaciones»» politicas desconocidas por la mayoría de los costarricenses, relativas a la reelección presidencial.
El exmandatario Luis Alberto Monge asegura en un escrito enviado el 11 de abril del 2003 al periódico La Nación bajo el título «Contra el Bazucaso Judicial», que las reformas elaboradas en materia constitucional para permitir que un mandatario vuelva al país son el allanamiento del camino para la candidatura presidencial por el Partido Liberación Nacional (PLN) del otrora expresidente Óscar Arias.
Con argumentos tan opuestos, en un ambiente socioeconómico candente, de pérdida del valor adquisitivo para la gran clase media que se formó desde hace 50 años, no es extraño que la «olla social» explote como sucedió con el denominado «Combo del Instituto Nacional de Electricidad» (ICE, en el 2000) y el caso de «Aluminium Company» (ALCOA, en 1970).
VAGAS RESPUESTAS
Siendo tran crucial el TLC en la actual coyuntura, como asegura el grupo Pro Costa Rica, UNIVERSIDAD tuvo la oportunidad de preguntarle a sus diversos integrantes aspectos no informados del convenio comercial.
Por ejemplo, la campaña a favor del tratado mediante anuncios publicitarios televisivos y radiofónicos, que están al aire y fueron contratados por la citada organización, hacen énfasis en el empleo, pero no tratan temas de gran relevancia como el ambiental, laboral y de Propiedad Intelectual que son importantísimos.
Sobre este punto, Rossi se limitó a decir que es un tratado comercial por lo cual su principal énfasis debe ser esa materia.
En otro de los anuncios exhibidos ese día a la prensa, se nota una explotación de la emotividad del costarricense mediante el lema «Con el TLC renace un sueño», en el que se ven imágenes de agricultores, trabajadores del ICE y visitantes a la Basílica de Los Ángeles -un templo católico incuestionable para los costarricenses–.
Rossi fue el encargado de contestar todas las preguntas de UNIVERSIDAD.
ONEROSA PUBLICIDAD
Al preguntarle quién financia este producto publicitario de alto costo, dijo que eran «unos cuantos ciudadanos que, libremente, se reunieron con un propósito ciudadano».
Al repreguntarle si existen empresarios industriales con buena dotación económica que ayudan a pagar la publicidad, negó esa posiblidad y descartó también que reciban dinero del exterior.
El exministro Trejos enfatizó en que mediante el diálogo, y no la violencia, es cómo se evitará la polarización social.
Rossi destacó que el tema del referendo popular no les corresponde a ellos hablarlo, mientras que González dijo que la agenda complementaria es importante que esté cercana al gobierno para acompañar la eventual aprobación del TLC.
Al preguntarle a Trejos si el motivo de su salida fue el haber encontrado un presidente que conocía todos los detalles de la negociación, pero luego se desentendió de ellos, manifestó que «el mandatario tiene todo el mérito de haber participado directamente en el TLC, pero no sé ahora qué pasará con la junta de notables que él nombrará para saber si el tratado le conviene o no a Costa Rica».
«Debe quedar claro -insistió Rossi-en que no se trata de una competencia de quién tiene o no la razón».
De este variopinto panorama lo que queda claro es que existen dos mundos muy diferentes, el empresarial y el de la red social, que tienen visiones del mundo y del TLC muy diferentes.
Es un hecho que le tocará al próximo presidente lidiar con este convenio -ya que el actual mandatario no se decide a enviar el proyecto legislativo del TLC hasta tanto no se apruebe el Plan Fiscal.
Es posible que para entonces la revuelta popular no se haga esperar como un estallido desesperado incluso por motivos anexos como la actual situación psicosocial y económica de los ticos.
Allí es cuando, tal vez, el país toque fondo y nazca una oportunidad de replantearse lo que ha sido hasta ahora y para dónde se quiere que vaya.
Este documento no posee notas.