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El libro «TLC con Estados Unidos Contribuciones para el debate» fue editado por la UCR.
La Dra. Yamileth González, Rectora de la UCR presentó el libro sobre el TLC, junto con Leonardo Garnier, Juan Manuel Villasuso y Gerardo Hernández.
En la Universidad de Costa Rica (UCR) se presentó el libro «TLC con Estados Unidos, Contribuciones para el debate», editado por el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS).
Esta compilación es fruto de un gran esfuerzo de la universidad por generar instancias de reflexión con respecto a la conveniencia de ratificar el tratado.
El libro llama a debatir en torno a lo que podría ser la decisión más conflictiva del país en los próximos meses.
Luego de que el Tratado se firmó en enero del 2004 por el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) ha pasado más de un año sin que el tema entre a discusión en la Asamblea Legislativa.
Este acuerdo comercial es rechazado por diversos sectores de la sociedad civil, porque lo acusan de restarle soberanía al Estado costarricense y de debilitar instituciones tradicionales.
Otros cuestionan las ventajas que el ministerio dice que podrían obtener los sectores productivos, especialmente los agricultores y textileros. Además se examinan los capítulos sobre propiedad intelectual y protección del ambiente.
A la fecha El Salvador, Honduras y Guatemala ya ratificaron el TLC en sus respectivos parlamentos.
RETOS Y ESPERANZAS
En la presentación del libro la rectora de la UCR Dra. Yamileth González, insistió en que el tratado es un tema de discusión obligatorio en el contexto nacional.
Agregó que el TLC afecta todos los campos de la vida nacional, por eso algunos lo esperan con expectación ante las ventajas que podrían lograr y otros lo atacan porque consideran que vendrá a dificultar la situación de la población.
Por esa razón González justificó la importancia de la UCR en el debate nacional y profesional como una herramienta para tomar decisiones.
Destacó el papel del IIS y del Semanario UNIVERSIDAD, como «dos de los espacios que más se han comprometido con el debate del TLC». Resaltó también la labor del Canal 15 con la presentación de siete programas de análisis y de varias escuelas que desde su labor académica aportaron al tema.
La rectora habló además de la posibilidad de que la educación superior pública sea convertida en un servicio.
Gerardo Hernández, uno de los coeditores del texto, junto con María Flórez-Estrada, hizo referencia a que en el documento no se agotan todas las perspectivas, pero es un aporte más a las discusiones generadas.
Hernández resaltó la escasa participación de voces oficiales, a pesar que se había invitado a personas del COMEX a participar.
El editor mencionó que para lograr la pluralidad de ideas, se realizaron nueve jornadas de reflexión en la UCR, debates a través del Canal 15 y un espacio en el sitio web del IIS.
A manera personal, Hernández recalcó que la posición defendida por el gobierno como nacional no es tan diversa ni conflictiva como la que existe en la realidad.
Entre los expositores participaron también los economistas Juan Ml. Villasuso y Leonardo Garnier.
EQUIDAD O INCONVENIENCIA
El economista Juan Manuel Villasuso examinó aspectos generales del TLC y resaltó que éste podría ser inconveniente si no se equilibra con principios de beneficio a la sociedad.
Agregó que lo fundamental es determinar cuál es la relación del tratado con el desarrollo futuro de Costa Rica, si lo beneficia o lo condiciona, puesto que los instrumentos del mercado (oferta y demanda) sin control solo buscan la acumulación de la riqueza.
Para el académico el derecho a la educación y a la salud e incluso las telecomunicaciones se convertirían en servicios con la ratificación del TLC.
Por otro lado explicó que la integración centroamericana se vería deteriorada al variar el arancel externo común y desviarse el comercio. Es decir, Costa Rica exporta $900 millones por año, pero con el TLC un 40% de esas exportaciones se dirigirían a Estados Unidos por las facilidades de entrada, lo cual ocasionaría pérdida de dinero y de empleo en la región.
Villasuso detalló que las condiciones de negociación de los países centroamericanos son diferentes al resto de tratados que Estados Unidos tiene con naciones en América, pues el istmo tiene en ejecución la Iniciativa de la Cuenca del Caribe.
Para el economista esto implicaría que las importaciones de productos estadounidenses disminuirían, las exportaciones a Estados Unidos aumentarían un poco y las exportaciones dentro de la región disminuirían; eso provoca riesgo para los productores nacionales.
Agregó que el sector empresarial ligado a la exportación e importación está satisfecho con las negociaciones, pues los productores pequeños para el mercado interno no pudieron oponer resistencia al proyecto.
REFORMAS
Leonardo Garnier enfatizó en la necesidad de olvidar mitos sin sentido en la discusión del tema, consecuencia de análisis errados.
Al mismo tiempo el economista insistió que si se quiere el TLC se debe condicionar a los responsables de ratificarlo de hacer grandes reformas en al menos cinco temas claves , como la educación secundaria y el desarrollo rural y agrario, entre otros. Indicó que estas medidas pueden examinarse paralelamente durante su discusión en la Asamblea Legislativa.
Garnier aclaró que la reducción en el número de empleos, frecuentemente mencionada, no es necesariamente cierta pues los ligados al sector de exportaciones son los mismos con el tratado o sin él.
El hecho de que la mitad de las exportaciones nacionales se dirijan a Estados Unidos es un riesgo, pero también se debe a la cercanía con el mercado más grande del mundo, agregó.
Considerar el TLC como causa de condiciones de vida infrahumanas está salido de contexto pues los empleos de baja calidad se dan en las actividades informales no relacionadas con exportaciones, aclaró.
El tema de propiedad intelectual preocupó al economista porque en el TLC el conocimiento quedaría como una mercancía por la que hay que pagar. Ante esto propuso una política de acceso a la información.
Pero aclaró que la Caja Costarricense de Seguro Social tendría facilidades para comprar medicamentos genéricos, al contrario de lo que se ha dicho.
En su criterio Costa Rica pasa por un momento donde crecen las desigualdades y fragmentaciones sociales y por lo tanto el rechazo del tratado no sería suficiente para cambiar la situación del país.
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