Para el diputado Luis Ramírez, lo sucedido el 1 de mayo comprobó que sí existe el PLUSC.
El abogado penalista Luis Ramírez asegura que el gobierno está adormecido y esperando solo que llegue el final de la administración.
Desilusionado y dolido, pero tranquilo. Así se encuentra el diputado liberacionista Luis Ramírez, después de que el pasado 1 de mayo sus compañeros de fracción le retiraran el apoyo a su candidatura a la presidencia de la Asamblea Legislativa y reeligieron al socialcristiano Gerardo González en ese puesto.
Ramírez hace una lectura profunda, más allá de los sentimientos personales, de lo sucedido ese domingo en el Primer Poder de la República, y sus conclusiones son tajantes:
«Quedó evidenciada la existencia del PLUSC, un concepto que hasta ese día era ante todo académico.»
«Fui víctima de una traición ordenada por las altas autoridades políticas del partido.»
«Liberación Nacional está en crisis y la fuerte injerencia de Oscar Arias en el partido la profundiza.»
«Este año no se hará casi nada en la Asamblea. Todo seguirá en el mismo adormecimiento del año pasado».
UNIVERSIDAD conversó con Ramírez sobre el supuesto pacto secreto con el bloque de oposición, las acciones del 1 de mayo y sus repercusiones, y acerca su futuro en el PLN.

¿Cuál es su lectura, ya más reposada, de lo sucedido el 1 de mayo en la Asamblea Legislativa?

 
 
Hago una lectura en dos campos: primero en Liberación fue el día de la culminación de un proceso de cerca de mes y medio en el que se me había cedido el espacio para aspirar a la presidencia del Congreso. Esa candidatura nunca se me negó, más bien en tres ocasiones anteriores se me ratificó, y fue al cierre, el último día cuando decidieron quitarme el apoyo.
¿Por qué? Bueno, ese mismo día la fracción del bloque opositor, que primero pensó en una candidata mujer y después designó a Peter Guevara, decidió, en el último minuto, darme su apoyo como una opción para evitar que se reeligiera el candidato del gobierno y llegara una persona, quien no solo dirigiera el plenario sino que le exigiera al gobierno acciones.
Eso es una forma común de proceder en la Asamblea. Ese grupo nunca me habló de su intención, nunca conversé con ellos sobre ese tema; yo me enteré de sus intenciones en la última reunión de fracción del PLN y fue allí donde mis compañeros se volcaron a apoyar a Gerardo González, pero jamás hubo ningún pacto secreto con nadie, yo no tenía compromisos con nadie.
El segundo campo es propiamente el del Congreso, pues con este resultado se garantiza que las cosas seguirán como hasta ahora, sin conocerse proyectos importantes. Yo creo que en este año solo se aprobará la reforma fiscal y más allá de eso no veo ninguna luz.

¿Qué planes tenía usted para el directorio legislativo?

Básicamente exigirle a un gobierno que no ha hecho nada en tres años, que ha estado adormecido y con temor de tomar acciones, por miedo a la reacción de los grupos sociales, que se ponga a trabajar.
Exigirle que cumpla con lo prometido en lugar de dejar simplemente pasar los días hasta el final del mandato. Como presidente de la Asamblea quería levantar la voz para eso.

Arias ha dicho que no era conveniente para el PLN tener la presidencia de la Asamblea este año, y que para que las cosas caminen es mejor que siga a la cabeza un diputado oficial. ¿Qué opina?

Es un error de estrategia de parte de don Oscar decir que hay que apoyar a un gobierno incompetente de un partido que,  además, tiene ligadas a muchas de sus principales figuras en fuertes casos de corrupción.
No entiendo cómo se puede pensar que ayudar al PUSC en este momento es bueno; eso solo deja al descubierto la existencia del PLUSC. Solo hace falta verlos en el plenario para darse cuenta.
Además, el directorio no es solo del PUSC, también hay dos diputados del PLN, lo que quiere decir que el celo, la traición, la mala fe y la mezquindad fueron solo contra mí por la influencia de una autoridad política del partido.
Respeto pero no comparto el criterio de don Oscar; me parece una visión equivocada. A los gobiernos hay que reclamarles y exigirles que cumplan lo que se comprometieron a hacer.

¿Piensa permanecer en la fracción liberacionista y en el partido después de lo sucedido?

En la bancada todavía no lo sé, estoy evaluando la situación. En el PLN sí me mantendré porque el partido está en crisis.
La fuerte intervención de Arias acentúa aún más esta crisis, pues con estos hechos demostró que no tiene ningún apego o cariño por los partidarios.
Sin embargo, creo que aunque tal vez para las próximas elecciones, al menos en el interior de Liberación, la suerte ya está echada, existen opciones más a futuro. Debemos entender que esto es una transición y que habrá un proceso de aglutinamiento para construir nuevas propuestas más transparentes y que cuenten con respaldo de todos.

¿Cuáles son sus planes ahora desde su curul?

Este año estaré muy metido en el tema del TLC. En los próximos días haré un planteamiento concreto a la presidencia que, tomando en cuenta que no hacen nada, describe la primera lección en temas que no han querido ver ni trabajar.
Además, tengo listos otros proyectos en temas claves como la reforma del Estado, la banca y el código penal que iré presentado cada semana. Al mismo tiempo, empezaré a escribir artículos sobre la situación nacional, porque creo que en nuestro país hace falta mucho debate.