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Agricultura concentra mano de obra infantil

Muchos niños, niñas y adolescentes son obligados a  trabajar en el campo. (foto: IPEC)

Muchos niños, niñas y adolescentes son obligados a  trabajar en el campo. (foto: IPEC)
Una imagen muy común en las zonas rurales de nuestro país es la de un niño que ayuda en la recolecta de café o en el sembradío de su familia. Sin embargo, si esta actividad impide al menor asistir a la escuela, le expone a instrumentos o sustancias peligrosas y las jornadas laborales son largas, además de mal remuneradas, se le califica entonces de trabajo infantil.

Un reciente estudio del Programa de Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) revela que en Costa Rica hay 50.000 niños, niñas y adolescentes (NNA) que realizan labores agrícolas impropias para su edad.

El estudio detalla que de las 114.000 personas, entre los 5 y los 17 años que trabajan en nuestro país, 44% se dedica a tareas relacionadas con la agricultura, con un promedio de 31.1 horas de trabajo semanal.

De esta población, 4 de cada 5 infantes son varones, lo que significa que hay 39.000 hombres frente a 11.000 mujeres menores de edad que tienen que trabajar. Como es de esperar, la mayoría de estas personas viven en el área rural (un 91%).

En cuanto al grupo de edad, el estudio señala que existen 9000 pequeños de entre 5 y 9 años que trabajan en el campo, lo cual representa el 17%. El grupo comprendido entre los 10 y los 14 años de edad concentra a 19.000 personas menores de edad (39%), mientras que entre los 15 y 17 hay 22.000 (44%).

Uno de los datos más preocupantes indica que más de la mitad (55%) de los NNA que laboran en la agricultura no asisten a la escuela o colegio, lo cual contraviene los compromisos adquiridos por el país al firmar los convenios 138 y 187 de la OIT, de no permitir esta situación.

La forma tradicional de crianza en las zonas rurales y, por supuesto, la difícil situación económica que viven sus habitantes, así como la escasa oferta educativa, son algunos factores que obligan a los pequeños a trabajar.

El 62% de los NNA que trabajan en el campo, lo hacen para su familia y por tanto no reciben remuneración alguna, mientras que el 27% presta sus servicios en la empresa privada, y el 7% restante se encuentra en otro tipo de relación laboral.



CONDICIONES DE EXPLOTACIÓN



La presentación de estas cifras tuvo lugar el 12 de mayo en el Auditorio del Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas, durante el foro «Trabajo infantil en la agricultura: Un freno para el desarrollo socioeconómico nacional», celebrado en el marco del Día del Agricultor.

En la actividad se hicieron presentes representantes de diversas instituciones públicas y organizaciones campesinas, así como el Viceministro de Trabajo y Seguridad Social, Jeremías Vargas.

Vargas expresó su preocupación por la gran cantidad de menores de edad que trabajan en tareas agrícolas peligrosas, en condiciones de explotación y con horarios que propician el abandono de las aulas.

«El país ha hecho una serie de esfuerzos en busca de la eliminación paulatina del trabajo infantil. No obstante para lograr un entorno apropiado, que facilite el combate al trabajo infantil y evitar que nuestros niños tengan que insertarse de forma temprana en actividades que no les corresponden, es necesario una toma de conciencia y el esfuerzo conjunto de muchos sectores,» añadió Vargas.

Las exposiciones estuvieron a cargo de Maria Luiza Rodríguez, Coordinadora de OIT-IPEC, Josip Margetic, Asesor Técnico principal del Proyecto para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil en la Agricultura; Valentina Forastieri, especialista en Salud Ocupacional de OIT y Esmirna Sánchez, Jefa de la Oficina de Atención al Trabajador Infantil del Ministerio de Trabajo.

Los expositores coincidieron en la importancia de reintegrarlos a las aulas, ya que «la pobreza genera trabajo infantil, y este a su vez reproduce la pobreza».

Sin embargo, los representantes de la Mesa Nacional Campesina, cuestionaron la efectividad del esfuerzo conjunto que se que se realiza en el área educativa, ya que no encuentran sentido en sacar a los infantes de los campos, si no existen las condiciones para que puedan asistir a escuelas o colegios.

Los representantes campesinos, provenientes de Osa y Nicoya, indicaron que la oferta educativa en las zonas rurales es muy escasa, lo que obliga a quienes quieren estudiar a trasladarse y radicar en los centros urbanos.

Marcela Zúniga, del Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA) de la Universidad de Costa Rica, se mostró impactada por la magnitud del problema y las impresionantes cifras en el nivel nacional, centroamericano y mundial.

«Los niños que ahora son trabajadores, serán en el futuro padres de niños trabajadores, por lo que es necesario pensar en acciones que sean conjuntas, ya que en los esfuerzos son muchos pero muy dispersos,» concluyó Zúñiga.

Otros datos alarmantes
173 millones de niños y niñas trabajan en los campos en el nivel mundial, esto es el 70% del trabajo infantil.
* Entre 20 y 18 millones de niños entre los 5 y 14  años trabaja en América Latina; 55% realiza tareas en zonas rurales.

* 2,4 millones de menores de edad trabajan en Centroamérica, Panamá y República Dominicana. 1,1 millones de niños se dedica a labores en la agricultura.

* En el mundo ocurren 250 millones de accidentes laborales, 30% ocurren en la agricultura.

* 335.000 muertes ocurren como consecuencia de accidentes laborales, 170.000 de estas se dan en la agricultura.

Fuente: IPEC/OIT

  • Javier Córdoba 
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