Este fin de semana se puede definir una de las semifinales del béisbol mayor.

ste es el inicialista de la UIA, el cubano Bárbaro Cañizalez, a quien se ve en acción en uno de los juegos de las semifinales contra Nicaragua.

Paco Vargas, legendario analista del béisbol nacional, calificó para UNIVERSIDAD como histórica, la victoria que Jazz Casino cosechó el pasado sábado 21 contra Santo Domingo 22 carreras contra 21, en un juego dramático que duró 5 horas, 50 minutos en el Parque Escarré.

Fue este el primer compromiso entre estas dos novenas, clasificadas junto a Nicaragua y la Universidad Internacional de las Américas (UIA) -que se enfrentan en la otra serie-, para las semifinales del campeonato mayor de béisbol.
 

Las dos series son al vencedor de cuatro partidos.

En el segundo juego el día domingo, de nuevo Jazz se impuso a los heredianos, esta vez 9 carreras por 1 y así puso la semifinal a su favor 2-0, mientras que los «Tigres» de la UIA y los pinoleros, ganaron un partido cada equipo y la semifinal marcha empataba 1-1.

En el primer juego ganó Nicaragua 12 carreras por 9, pero en el segundo, los dos celebrados en el Parque Antonio Escarré, se impuso la UIA, 9 carreras contra 6.

Este fin de semana se repite la doble cartelera; en ella, Jazz tiene la oportunidad de clasificarse a la final si vence en los dos compromisos, el primero el día viernes 27; la otra semifinal necesitaría de un juego más, en caso de que Nicaragua o la UIA ganen en las dos confrontaciones, pues apenas la serie se pondría a  favor del doble ganador 3-1.

«No todos los días en un juego del deporte rey, pasan por el plato a batear 145 beisbolistas, como fue el caso del partido Jazz-Santo Domingo del sábado 21 y solo novenas muy motivadas, no se derrumban después de recibir la friolera de 11 carreras solo en el primer «inning», como le sucedió a los domingueños, cuando se descontroló su abridor, Ramón Flores.

Es más, los bates calientes de Alexánder Flores, Gustavo López y Roberto Rojas, este con un vuelacercas, aumentaron la ventaja para Casino 14-0 y ahí cualquiera se rinde, menos Santo Domingo», nos agregó Vargas.

«Los anfitriones empezaron a volar palo desde el quinto episodio y con cinco carreras hicieron reventar al abridor de Jazz, Alberto Cabrera. Luego, en el llamado «lucky seven», el «inning» de la suerte, Santo Domingo trajo al «home» seis carreras más y acortó 16-14.

Ante la amenaza, Jazz reaccionó como los buenos y Duilio Sotelo con las bases llenas la sacó del parque para aumentar la cuenta 20-14.

Llegó la novena entrada y como un presagio, los domingueños no se movieron de sus puestos. Su novena no los defraudó y anotó 7 carreras para ponerse arriba 21-20; ya se sumaban más de 40 hits, un par de jonrones y seis dobletes en una fiesta de batazos sin fin.

«En el cierre de la novena, una bola del propio Sotela empujó la carrera del empate 21-21 y se fueron los equipos a extra-innings; fue en la apertura del episodio 13 que Gustavo López con hombre en base, le conectó imparable al relevista Mauricio Alpízar y trajo al plato la carrera de la victoria», así relató Paco Vargas la historia de este espectacular cotejo.

«Pensé que este partido no duraría nada; era tan grande la ventaja de Jazz que supuse ganaría por «nocaut» en el quinto episodio o en el sétimo», manifestó Vargas.

Un equipo gana por «nocaut» si tiene ventaja de 15 carreras en el quinto episodio o de 10 en el sétimo; Casino nunca pudo amarrar esta diferencia porque Santo Domingo, antes de la gran rebelión, las acortaba.

En el segundo juego, Jazz triunfó sin problemas 9 carreras por 1.



JAZZ FAVORITO



Paco Vargas, periodista deportivo especializado en béisbol y exmanager de varios equipos de la primera división y de la Selección Nacional, dijo al Semanario que esta serie entre Casino y Santo Domingo, quizá se vaya a un quinto juego, mientras que la de UIA y Nicaragua, bien puede saldarse hasta en el sétimo partido a favor de cualquiera de las dos novenas.

«Manuel Vargas, manager de UIA, tendrá que ver cómo hace para detener la batería de Nicaragua, así como pudo frenarla en el segundo partido de la serie», expresó don Paco.

«El equipo de Nicaragua, que entrena Róger Ruiz con Juan Carlos Gutiérrez de asistente, tiene una poderosa batería que lidera el toletero nicaragüense, Ramón Padilla. Este jonronero fue quien dejó tendidos a los Tigres en el primer juego, con un descomunal vuelacercas que se llevó la malla y la tapia del Escarré por el jardín izquierdo. La bola fue a dar a la calle.

Secundan a Padilla, el veterano Apolinar Espinoza, el receptor Johnny Ugarte y un exUIA, Aldo Vílchez quien también jonroneó en la victoria pinolera.

Si UIA logra bloquear los bates nicas, puede alargar la serie, porque su batería también es excelente», dijo Vargas.

«El gigante cubano Bárbaro Cañizalez, inicialista de los Tigres, quien es observado en las semifinales por «scouts» de los Piratas de Pittsburgh; el sensacional paracortos, Darío Smith, la segunda base, Walon Hallen, el antesalista, Leandro Casio y el gran receptor, Harry Fernández, quien jugó profesionalmente en Venezuela son las figuras de la UIA», señaló el analista.

«No hay favoritos entre Nicaragua y UIA, mientras que Santo Domingo, un equipo que perdió 14 juegos en temporada regular, mientras que Jazz solo cayó en tres ocasiones, luce frágil ante el poderío de los campeones nacionales, que se basan en el poder de jugadores como Javier Baldioceda, el ya citado Duilio Sotelo, el zurdo primera base, Roberto Rojas, el receptor Alexánder Flores quien ya jugó en Tampa Bay y otros peloteros de toque como Silvio Guadamuz y José Urroz. Este es el arsenal que dispone el piloto Jorge Delgado para retener la corona.

En la otra acera, están el dirigente domingueño, Mauricio Alpízar, alma de la novena, pues la entrena y juega en diferentes posiciones. Si el gran receptor Oscar Reyes, el short, Osvaldo López y el antesalista Oscar Rodríguez logran tocar la píldora, puede que Jazz no se clasifique finalista en cuatro juegos», finalizó Vargas.