Abrir Noticia Guardar

El Chucky team

Entre los rubros que parecen irremediables en el proceso del llamado Tratado de Libre Comercio (que no lo es) con EUA, figuran que no es centroamericano, que en Costa Rica no existe capacidad política para decidir una agenda que permitiría a sus trabajadores agregar mayor valor en los negocios que se esperan para que el eventual crecimiento conduzca a más y mejor distribuida riqueza en casa, y la cada vez más pobre imagen del que sus publicistas ungieran ayer como «Dream Team» y que hoy perfectamente podría llamarse el «Chucky Team», en referencia al muñeco del cine, responsable del secretismo del pacto y de su para nada transparente gestión.

Entre los rubros que parecen irremediables en el proceso del llamado Tratado de Libre Comercio (que no lo es) con EUA, figuran que no es centroamericano, que en Costa Rica no existe capacidad política para decidir una agenda que permitiría a sus trabajadores agregar mayor valor en los negocios que se esperan para que el eventual crecimiento conduzca a más y mejor distribuida riqueza en casa, y la cada vez más pobre imagen del que sus publicistas ungieran ayer como «Dream Team» y que hoy perfectamente podría llamarse el «Chucky Team», en referencia al muñeco del cine, responsable del secretismo del pacto y de su para nada transparente gestión.

Aunque hay adversarios del Chucky Team incluso entre los fundadores del Movimiento Libertario, existe al menos uno que no puede descalificarse por desinformado (para los miembros del Chucky solo ellos saben), ni por ‘intelectual parásito’, oportunista del PAC o comunista reciclado. Tampoco por sindicalista caradura cuyos regalías han arruinado al país. Se trata de Germán Serrano Pinto, expresidente del INS, socialcristiano no enredado en los ‘negocios legales’ de los expresidentes Calderón y Rodríguez. No es amigo personal de los Arias ni goza del peculiar favor de La Nación S.A. Casi insospechable. Serrano, en diversas publicaciones,  pone en duda la sinceridad del jefe del Chucky Team, denuncia la ausencia de diálogo durante la ‘negociación’, la sorpresa de incluir en ella ¡a última hora! seguros y  telecomunicaciones. Dice que se engañó incluso al presidente Pacheco, apunta que los seguros se entregan al inversionista foráneo y que se debe desconfiar de la negociación en general. Cree que el TLC podría liquidar el Estado Social de Derecho. Serrano expresa un testimonio privilegiado. Pero ni  Pacheco ni el Chucky Team se sienten aludidos por sus observaciones y argumentos.

Sin embargo, los peores adversarios del Chucky Team no son sus detractores, sino sus cabecillas. Se podría conceder quizás que su «Por Costa Rica» tenga, otra vez, un financiamiento opaco y tal vez polémico. Pero no que cuando salen a la prensa sus argumentos resulten tan pobres. En un contradictorio texto, por ejemplo, Anabel González, afirma que sin TLC los jóvenes costarricenses no podrán sino «coger café o cortar caña» (LN, 28/03/05). Asegura, vidente, que en EUA el TLC estará aprobado a fines de mayo (!) y que los críticos del TLC solo mitifican, mienten y amenazan con el «referéndum de la calle». Obviamente ni escuchó ni leyó a Serrano. Alberto Trejos (LN, 1/04-05) es menos peor que la profetisa, pero parece obsesionado contra Ottón Solís y el PAC (recuerda quizás la paliza que le dio el primero en Canal 7). Y mejor olvidemos la «seriedad» y «rigor» de su campaña televisiva para «vender» el TLC. Y eso que la señora González asegura que «los costarricenses no son tontos».

Seguro no lo son. Por eso se preguntan cómo es que el Chucky Team logró encaramarse para suplir al país en una negociación que determinaba su futuro. El propietario del dedo que los designó, y quienes no ejercieron el debido control político del proceso, deberían estar presos o al menos avergonzados.

  • Helio Gallardo
  • Opinión
Communism
Notas

Este documento no posee notas.