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Historiadores examinaron en Liberia el complejo proceso que condujo a la anexión del Partido de Nicoya.
Una parte de la cultura guanacasteca se manifiesta en los trajes y en los bailes de esa zona. (Foto Eduardo Ramírez F.)
Especialistas en historia, aclararon el pasado 7 de julio los hechos históricos que consideran claves en la Anexión de Nicoya a Costa Rica y que no forman parte de lo que se enseña en las escuelas y colegios de nuestro país.
En el proceso de anexión fueron claves el papel de los ayuntamientos y el poder político que acaparó la familia Viales de Nicoya, según explicaron. El tema fue abordado en una mesa redonda organizada por la Sede de Guanacaste de la Universidad de Costa Rica, con motivo de la celebración del aniversario de esta efemérides el próximo 25 de julio.
Dicho proceso fue muy complejo y, según Luis Fernando Sibaja, docente de la Escuela de Historia de la UCR, se puede ubicar como de larga duración. La estructura geográfica del área, que abarca el Tempisque y el Golfo de Nicoya, la vecindad de Nicoya con Costa Rica por el área de Bagaces y la evolución económica y social de cada pueblo a través del tiempo, son factores que influyeron en estos hechos políticos y sociales.
La importancia que tomaron los ayuntamientos con las ideas de independencia y la influencia de las teorías en boga, tanto las del Pacto Social como las de la Revolución Francesa, más liberales, provoca que cada ciudad busque organizarse, ya sea para unirse a algún gran centro político, o declararse independiente, como lo hizo San José en ese momento.
Cuando se dio la propuesta de que Nicoya se anexe a Costa Rica, ésta última estaba en proceso de formación y por lo tanto no tenía la facultad jurídica ni política para aceptar este planteamiento, sino que lo hace provisionalmente; esto no se concreta sino hasta 1926, cuando jurídicamente se hizo efectiva la anexión.
Sibaja detalló dos aspectos que se consideran antecedentes de la anexión del Partido de Nicoya al Estado de Costa Rica. El primero es la pérdida gradual de importancia que tuvo el Partido en la organización administrativa colonial; y el segundo es cómo la representación de los pueblos, es decir los ayuntamientos, adquieren relevancia en la vida de los pueblos.
«Nicoya era un corregimiento o alcaldía mayor, una institución que le llamaban provincia menor, no dependía de Costa Rica ni de Nicaragua. El alcalde lo nombraba el Rey o la Audiencia», explicó el historiador. Sin embargo, hacia 1787, con las Reformas Borbónicas, Nicoya pasó a ser un partido que formó parte de la Intendencia de Nicaragua, al agregar sus territorios y los del corregimiento de Matagalpa a ésta, y donde el intendente nombraba para estos partidos «delegados de su satisfacción».
Más adelante, con la creación de la Diputación Provincial entre Costa Rica y Nicaragua, se organizaron provisionalmente los partidos y se aclaró que a pesar de sus limitaciones, Nicoya seguiría constituido como unidad. Sin embargo luego perdió importancia cuando cayó el emperador Iturbide, ya que pasó a formar parte del Partido de Nicaragua, y fue tomado en cuenta solo para efectos electorales.
CONCENTRACIÓN DE PODER
Los investigadores se preguntaron quiénes patrocinaron, protagonizaron e hicieron posible la anexión, ya que, según la historiadora Claudia Quirós, los hechos denotan una concentración del poder político y económico en los descendientes de una familia.
Quirós explicó que «desde finales del siglo XVIII se había conformado en Nicoya una poderosa red social, política y económica, con fundamento en seis familias, mediante relaciones construidas en torno a sucesivas alianzas matrimoniales y políticas de compadrazgo y de amistad. Con esto me refiero específicamente a los descendientes del Capitán Francisco Javier Viales Abarca y Margarita Moraga Ramos».
La familia Viales era propietaria de la más vasta empresa ganadera de la época, y además inició la exportación del Palo Brasil (del cual se extraía un tinte rojizo) a Panamá. Este clan concentró el poder político al crear ayuntamientos o cabildos y al designar en los puestos a personas relacionadas con esa familia.
«Desde la perspectiva de sus promotores, la lógica de la anexión tuvo varias motivaciones, primero controlar el poder político a través del cabildo nicoyano de forma continua para avanzar hacia la anexión; y segundo comerciar sin restricciones con Puntarenas y el resto del territorio, además del acaparamiento de la extracción y de la exportación hacia Panamá y Perú del Palo Brasil,» detalló Quirós.
«Cabe rescatar que a pesar de que sus pasados coloniales fueron diferentes, porque una fue un corregimiento y la otra dependiente de Esparza, y que tuvieron escenarios geográficos distintos, las investigaciones no revelan una separación en la vida cotidiana,» reveló la especialista.
DIFERENTES PERSPECTIVAS
La invitada especial a esta mesa redonda fue Frances Kinloch, historiadora del Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA) de Managua, quien expuso el punto de vista de la población de dicha nación sobre la anexión.
Una de las versiones de los especialistas costarricenses es que la decisión fue voluntaria y unánime de los habitantes de Nicoya, deseosos de acogerse al sistema democrático del que supuestamente ha disfrutado el país; sin embargo los nicaragüenses opinan que fue algo planeado para la conveniencia de algunos sectores. Por ello este proceso no fue «ni rapto a media noche, ni amor a primera vista,» dijo.
En criterio de Kinloch, Nicoya pertenecía a Nicaragua y los habitantes de este país siempre lo han visto así. Por ejemplo en un programa de folclor nacional en Nicaragua, que se transmitía bajo el control de los sandinistas, llamado «Lo Nuestro», cada cierto tiempo se pasaba un cintillo con la frase «Guanacaste es nuestro».
Kinloch mencionó que «esta anexión ocurrió en un periodo en el que este concepto moderno de patriotismo, entendido como lealtad suprema a un Estado nacional, no era más que una vaga idea de la Revolución Francesa, que carecía de sentido para la mayoría de los centroamericanos en esa época». Además, Nicaragua vivió una guerra civil entre León y Granada, lo cual hizo que los habitantes del país no hayan puesto toda su atención en la anexión del Partido de Nicoya.
Cuando Costa Rica invita al Partido de Nicoya a anexarse, las respuestas de los diferentes centros de poder no son uniformes. Por ejemplo, contraria a la reacción del cabildo de Nicoya, que estuvo de acuerdo, el de Guanacaste y el de Santa Cruz se opusieron a la propuesta; en el último el alcalde fue destituido luego de tomar esta posición.
Aun así, obviando las discrepancias y el malestar en la población, se decretó la anexión. Estas diferencias llevaron, según Kinloch, a tomar medidas violentas y opresivas contra los pobladores de todo el área para que aceptaran esta agregación.
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