Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
La nadadora Violeta Mitinian representa a Costa Rica en nado sincronizado.
Violeta Mitinian, a la izquierda y su compañera Nadezhda Gómez, representarán a Costa Rica en el Mundial de Nado Sincronizado en Montreal
Violeta Mitinian Diakova tocó el agua a los pocos días de nacida; su madre Olga era una estrella del nado sincronizado y cuando defendía los colores de Georgia fue campeona del mundo.
Rusia es la potencia número uno del nado sincronizado y no fue extraño entonces en familia de deportistas que la niña conforme crecía siguiera los pasos de su madre.
Los sucesos políticos que convulsionaron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética (URSS) en la década de los años 90 trajeron a Costa Rica a la familia Mitinian; la pequeña de siete años, Violeta, mamá Olga y papá Arthur y de una vez, madre e hija se acercaron a la piscina María del Milagro París a seguir con su pasión, el nado sincronizado.
«Mamá se unió a un grupo de niñas que trabajaban bajo el mando de la entrenadora costarricense Cristina Hiller desde hacía cuatro años y que se llamaba «Pequeñas sirenas». Nos acoplamos tan bien que ese mismo año Costa Rica viajó con una delegación de nado sincronizado a una competencia internacional en La Habana, Cuba y ese fue el arranque para que este deporte se rozara internacionalmente al punto de que hoy Costa Rica participa en Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe (CCCAN), Olímpicos y Mundiales», dijo Violeta a UNIVERSIDAD.
SELECCIONADA NACIONAL
El domingo 26 de junio Mitinian fue escogida como la única seleccionada costarricense en la categoría 16-18 años para competir en el CCCAN, que se va a celebrar en agosto en República Dominicana.
«Me sentí muy contenta de poder representar de nuevo a Costa Rica en una competencia internacional; he tenido la suerte de competir en diferentes torneos de todo nivel, he sido seleccionada a tres CCCAN: Cuba 97; Colombia 99; República Dominicana 2001; dos Mundiales: Japón 2001 y Barcelona 2003; la Copa Mundial B en Egipto 2000; la Copa Perú, el Panamericano en República Dominicana en el 2004 donde tuve una de mis mejores presentaciones y varios Camex: Costa Rica 2000; Honduras 2002 y Panamá 2004».
Violeta se ganó el puesto de seleccionada nacional durante el Torneo Nacional de Estrellas de Nado Sincronizado, que forma parte del Programa Nacional de Logros.
Otras nadadoras que lograron el honor de ser escogidas fueron Alejandra Castañeda, Fiorella Calvo, Bianca Benavides, Natalia Jenkins, Alejandra Calvo y Elda Moreira, todas estas en categorías menores.
UN POCO DE HISTORIA
La entrenadora Cristina Hiller, expresó a este Semanario que la natación sincronizada nació como un deporte para caballeros en Inglaterra en 1902, con el nombre de acrobacia acuática, una combinación de natación con música y se nadaba en grupo.
En 1923, Catherine Curter la introdujo en los Estados Unidos y formó un grupo femenino que practicaba algunos trucos en el agua, nadaban con fondo musical pero no sincronizado, por lo que se le llamó ballet acuático.
Fue en 1941 cuando toma el nombre de nado sincronizado; la disciplina se extiende a Canadá y cuatro años después se realizó el primer campeonato nacional en los Estados Unidos.
En 1951 se hicieron exhibiciones en los Juegos Panamericanos y un año después en las Olimpiadas.
Un gran paso se dio en Melbourne, Australia en 1955, cuando la Federación Internacional de Natación (FINA), aceptó el nado sincronizado como parte de las competencias que reglamenta, pero hubo que esperar 22 años hasta que en 1973, en Belgrado, se declara el nado sincronizado como la cuarta disciplina oficia de la natación mundial.
«En Costa Rica se empezó a practicar esta elegante y hermosa disciplina al final de los años 60 y en 1970 el grupo «Ballet Acuático» formado por estudiantes de la UCR, hizo las primeras presentaciones», dijo Hiller.
«En 1977, Anita Rusco, quien fuera miembro del Cuerpo de Paz de los Estados Unidos formó otro grupo en Grecia y al año siguiente se formaron colectivos en las piscinas de La Sabana y Plaza González Víquez.
Del 87 al 90 se da un » boom», porque brotan grupos de niñas de diferentes escuelas que se entrenan y capacitan bajo el mando de varias instructoras, como Irene Rivera, la japonesa Yoshico Yonekura, Giselle González, Georgette Muñoz, Anita Espeleta, proceso que se rompe cuando se cierra la piscina.
Retomo la actividad en 1991 con las Pequeñas Sirenas y luego se une al grupo de trabajo la rusa Diakova, hasta hoy», concluyó Cristina.
DISEÑADORA AL MUNDIAL
Dentro del barullo doméstico que provoca en su hogar la llegada en dos semanas de una hermanita (doña Olga está embarazada); Violeta sigue su sacrificada rutina de entrenamientos, de 5 a 7 de la mañana y de 4 a 8 de la noche, porque no solo la esperan los Centroamericanos y El Caribe, sino el Mundial en Montreal.
Bachiller del San Judas Tadeo y futura diseñadora de interiores, esta joven que tiene novio y no revela su nombre, está contenta porque pertenece a una Selección Nacional que es la mejor de Centroamérica, porque se siente realizada practicando un deporte que le quitó de niña el asma y porque se siente realizada.
«Lo lindo de la natación sincronizada es que hay que ser buena en todos sus movimientos; uno no puede especializarse por ejemplo en figuras y ser mala en flotas o ser muy buena en natación rítmica y mediocre en soporte. Como lo dice el nombre de la disciplina, una debe estar sincronizada y esto ayuda muchísimo a la salud física y mental de mi cuerpo», indicó Violeta.
Cargada de diplomas, medallas y trofeos, la joven se alista para nuevos desafíos: CCCAN y Montreal. La gloria la espera.
Este documento no posee notas.