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Isla San Lucas Expresidio abrirá sus puertas al público

El sector público y el privado se dan la mano para desarrollar el turismo en el ahora Refugio Nacional de Vida Silvestre San Lucas.

El sector público y el privado se dan la mano para desarrollar el turismo en el ahora Refugio Nacional de Vida Silvestre San Lucas.
El edificio a la izquierda albergaba a las antiguas oficinas administrativas del presidio y al fondo se observa la capilla (foto: E. Ramírez).
Aunque el escritor José León Sánchez la inmortalizó para la historia costarricense como «la isla de los hombres solos», San Lucas es algo más que un expresidio de ingratos recuerdos, y por eso abrirá al público sus puertas a finales de año, para mostrar también  sus otros atractivos: la belleza escénica, su abundante flora y los vestigios que guarda de viejas culturas indígenas.
Tras funcionar como penal desde 1873, de la isla San Lucas salieron los últimos presos en 1991, y en el 2001 fue convertida en Refugio Nacional de Vida Silvestre mediante un decreto ejecutivo (29277-MINAE, del 13 de febrero), el cual fue impugnado por la Municipalidad de Puntarenas -antigua administradora del sitio- y declarado sin lugar  finalmente por la Sala Constitucional (IV) el 18 de agosto del año pasado.
Con esta resolución quedaron atrás muchos de los planes que por años alborotaron los bolsillos de  algunos sectores empresariales, de convertir San Lucas en un centro de hoteles y casinos para turistas de dudosa reputación.
Luego de que la Sala IV ratificó la posesión del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) sobre dicha isla, esta quedó bajo la jurisdicción del Área de Conservación  Pacífico Central (ACOPAC), una de las que conforman el Sistema Nacional de Áreas de Conservación del MINAE.
 
 
Renato Sánchez -asesor legal del ACOPAC-, descartó que la Municipalidad de Puntarenas pueda interponer un juicio contencioso administrativo para recuperar el control, dado que ya venció el plazo legal que tenía para hacerlo. Por eso, el próximo 30 de julio el gobierno hará la declaratoria oficial de refugio, para celebrar el Día Nacional de la Vida Silvestre.
El ACOPAC logró establecer una alianza de intereses afines con la organización no gubernamental «MarViva» y el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) -acuerpada también por el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes (MCJD)-, y el pasado 15 de julio sus representantes dieron a conocer a la prensa de manera conjunta y en la propia isla, los proyectos que piensan desarrollar allí para los próximos años.
Rafael Gutiérrez, director del ACOPAC, dijo que desde hace seis meses trabajan con las entidades mencionadas en los planes para abrir las puertas de San Lucas a un turismo de bajo impacto, y que convierta el lugar en un museo abierto.
Gutiérrez anunció que la apertura del antiguo centro penal será en noviembre próximo, por lo que ya empezaron con trabajos de restauración de los senderos que cruzan la isla y la limpieza de las derruidas instalaciones que sobreviven.
Por su parte, el directivo de MarViva -Rafael Morice- destacó que Costa Rica encontró un buen camino con el manejo de un turismo no masivo, que no daña los recursos naturales. Por eso, San Lucas será un sitio de visita diaria, y no de estadía por más tiempo, aclaró.

PLANES DE MEDIANO PLAZO

De acuerdo con el director del ACOPAC -Rafael Gutiérrez-, la restauración de las instalaciones del expresidio durará varios años y en lo inmediato se concentrarán en la capilla, lo que fueron las oficinas administrativas y el dispensario médico, labor que costará unos C 300 millones, los cuales se espera conseguir con los organismos participantes y con otras donaciones.
Por el momento, las edificaciones fueron limpiadas de escombros y lavadas, para quitar un poco -por el momento- el fuerte olor que imperaba hace algunos meses, producido por los excrementos de los murciélagos, los cuales sustituyeron a los reos, aunque sin las limitaciones de los barrotes.
Estos edificios son de madera y solo la parte carcelaria fue construida en concreto. Vale mencionar que sobre estas edificaciones hay una declaratoria de «patrimonio histórico» por parte del MCJD.
Por esto último, es que están incorporados al proyecto funcionarios del Museo Nacional y de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, quienes se encargarán de  determinar qué se puede recuperar y cuánto costará.
Gutiérrez explicó que el proceso de restauración no será obstáculo para abrir el sitio y recibir a  los visitantes, pues las áreas en reconstrucción se mantendrán cerradas mientras las obras se realizan. Los reclusorios de máximo castigo conocidos como «el disco» y «la plancha», sí podrán ser vistos por las personas.
Aseguró que si bien hay seis pozos para abastecer las necesidades de agua, solo habilitarán dos que podrían suplir a unas 700 personas, aunque la idea es recibir a un máximo de 250 a 300 turistas por día.
En materia de electricidad, Gutiérrez recordó que antes la isla disponía de un tendido que se deterioró con el tiempo y ahora saldría muy caro restituirlo, aparte de que si se hiciera produciría un impacto sobre la flora, al tener que cortar árboles para montar los postes que sostienen los cables.
Para resolver esta limitación, el funcionario puntualizó que el Instituto Costarricense de Electricidad colaborará con las instalación de un sistema de paneles solares, opción que se inscribe además dentro del aprovechamiento de la energía alternativa y renovable.
Asimismo, agregó que en consonancia con esta tendencia, ya compraron neveras de gas (LPG) para usarlas en las casas que albergarán al personal encargado del refugio.
Por otro lado, los entes participantes en este proyecto también tomaron en cuenta a la Cámara de Turismo de Puntarenas, ya que el plan es que los turistas que visitan ese puerto tengan en el abanico de opciones, un viaje a San Lucas.
La propuesta calza con los proyectos que desarrolla esa cámara desde hace algunos años, como lo es la reconversión productiva de pescadores de la zona, quienes -ante el deterioro de la actividad pesquera- con la ayuda del Instituto Nacional de Aprendizaje están siendo capacitados para desempeñarse en labores y servicios que demanda el turismo.
La Cámara planteó entonces, que unos 40 pescadores podrían prepararse para prestar servicios como el traslado de turistas a la isla en sus lanchas.
A pesar de que no lo mencionaron, conocer parte de la historia indígena de la región podría ayudar a estos potenciales guías, en vista de que en el suelo del refugio San Lucas han sido localizados al menos nueve puntos arqueológicos, con restos que datan de un periodo entre el año 1000 y 1500 después de Cristo, clasificados como habitacionales, domésticos y funerarios.
En un recorrido por partes de la isla, se pudo observar numerosos sitios excavados y tiestos (pedazos de cerámica) en sus alrededores. Estas restos han sido saqueados a lo largo de muchos años. En el lugar llamado «El conchal» -por ejemplo- millares de conchas de pianguas se encuentran amontonadas y enterradas a varios metros, como testimonio de una costumbre vinculada a la alimentación que tuvieron los aborígenes que allí habitaron.

También hay riqueza natural
Una de las ventajas del cierre del penal en la isla San Lucas, es que en los últimos 15 años mucha de su flora se ha recuperado y hoy día su territorio luce cubierto de frondosos bosques secundarios y algunos árboles más viejos muestran un imponente tamaño.
Mientras funcionó como presidio, el actual refugio de vida silvestre sirvió también como hacienda ganadera y por eso muchas porciones de sus 472 hectáreas eran pastizales, que con el paso de los últimos años se transformaron en pujantes bosques en recuperación.
Algunas especies que conforman las áreas boscosas son: guanacaste, cenízaro, guácimo, chaperno, jobo, laurel, ojoche, espavel, higuerón, y palo de arco, al igual que manglares con cuatro tipos diferentes. Hay una importante cantidad de pochotes, algunos de gran tamaño.
En cuanto a la fauna, hay registros de venados cola blanca, armadillo, guatuza, mono congo, mapache, ardilla roja, ratón casero, rata negra, garrobo, iguana, boa, sapo común y aves, como lora nuca amarilla, garza bueyera, perico catano, urraca, pelícano, gavilán chapulinero, zopilote negro, garza real, tijereta, y tortolitas.
Con la apertura de la isla al turismo, se valora repoblarla con algunas especies, como venados, guatuzas y otras.
El Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) realiza actualmente un inventario de especies, especialmente de artrópodos (crustáceos, insectos) y de la botánica.
Los estudios del INBio han determinado que los bosques más diversos y altos cubren el 72% de la isla, lo cual «es buen indicador sobre las posibles especies de flora y fauna que pueden encontrarse en estos bosques».
A partir de la riqueza natural, cultural y escénica de San Lucas, la meta es que este refugio se convierta en «un modelo de conservación y desarrollo ambiental, cultural, socioeconómico y científico, como un espacio marino costero demostrativo que integre la educación, investigación, ecoturismo y la participación de Puntarenas y las comunidades del Golfo de Nicoya»

  • Eduardo Ramírez 
  • País
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