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Pocas veces la Universidad de Costa Rica se levanta para defenderse a sí misma.
Nuestra casa de estudios ha alzado su voz para acoger las causas del pueblo, dejando en segundo plano la lucha por la Universidad en sí.
Pero el pasado 19 de julio estudiantes, profesores y funcionarios salieron a defender los ideales que dan vida a esta institución: libertad de expresión,independencia, autonomía, y los más valioso, esa separación de las líneas de partido que no siempre ayudan al país.
La protesta fue improvisada. Los manifestantes esta vez estaban en casa. La visita era Oscar Arias, candidato del Partido Liberación Nacional. Para muchos su sola presencia resultaba una afrenta: hace varias semanas Joyce Zürcher, diputada del PLN, y Carmen Conejo, de la Juventud Liberacionista, pusieron en duda la labor y objetividad del Canal 15, Radio U, Radio Universidad y este Semanario. Ellas se dirigieron a la Rectora para pedirle que estuviera atenta al llamado «a la subversión y el caos» que algunos programas supuestamente transmiten al país.
Lo irónico es que al final de cuentas la subversión más bien se debió a las cartas.
Aquellos documentos no fueron bien recibidos. Implicaban una mordaza contra la independencia informativa, la autonomía universitaria y la libertad de expresión.
Y Arias, al no rechazar las cartas, pecó de omisión (si es que acaso no las apoya).
Por supuesto que ese no es el único motivo que generó la protesta: Arias es padrino del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Una fusión neoliberal que afectará, entre muchas cosas, a la educación pública y de calidad.
Entonces, ¿era justo permitir que Arias usara los mismos medios de comunicación repudiados por miembros del PLN para hablar de su política?
Esta pregunta estaba en mente cuando se inició el mitin: el candidato se bajó del carro y topó con unos 50 estudiantes, profesores y trabajadores, inclusive miembros del Sindicato de Empleados (SINDEU).
Los reclamos dieron inicio: preguntas sobre las cartas, sobre el TLC, sobre la política neoliberal, mezcladas con griteríos y más de un abucheo. La verdad de por sí puede decirse en tonos diferentes. Dos mantas elaboradas para la marcha del 1º de mayo salieron de su bodega para recibir al hombre-Nobel. Sólo había un objetivo: que Arias no entrara al Canal.
Pero había algo más: aquella protesta era un reflejo de que su idea de llegarle a la juventud no cala en todas las mentes. La juventud piensa, vive, medita y reflexiona. Algunos en este país creen que las ideas se pueden depositar en la urna electoral y quedar allí encerradas, pero olvidan de que el pensamiento puede florecer para mirar hacia la luz.
La protesta siguió su marcha: Arias no podía entrar al Canal por ninguna parte. Sus acompañantes, más interactivos que él, arrojaron una manta al suelo. Eso sólo empeoró las cosas: se formó una cadena humana frente a una de las puertas. La Universidad no se rinde fácilmente.
Arias y los suyos comprendieron que el rechazo era inevitable, no había forma de evitar aquella concentración. El candidato subió a su automóvil dispuesto a salir del campus. Una escolta de estudiantes lo siguió hacia la salida, con más abucheos y más verdades. El auto, escoltado por guardas de la U (cuyo trato fue adecuado para ambas partes) entró al parqueo de Rectoría. Y de ahí corrió para salir por un portón pocas veces utilizado. Sería la única puerta por la que pasaría ese día.
Como siempre, después vinieron las versiones y las noticias. Gioconda Úbeda, vocera de Arias, declaró a la prensa que a ellos no se les permitió el ingreso por cuanto se hacían expresiones violentas e impropias de estudiantes universitarios.
¿Qué es violencia? ¿No es violencia también mandar miles de mensajes a contestadores de celular y hacer que uno los pague? Víctor Artavia, estudiante de Historia, le reclamó al candidato el pago de los ¢30 por escuchar su propaganda no deseada. Arias no pagó.
Luego el mismo Oscar Arias dio su opinión. Dijo estar dolido por este rechazo, por aquella manifestación que le impidió el ingreso. Así las cosas, sería lógico que él venga a la Universidad y pueda referirse al asunto. Pero como dijo en su momento Juan Diego García, presidente de la Federación de Estudiantes (FEUCR), Arias ha sido invitado a foros, conferencias y mesas redondas, y nunca se ha presentado. Tal vez en esas ocasiones, si hubiera venido acaso, habría sido mejor recibido que ahora.
Entonces la recepción podría haber sido algo diferente. Pero el 19 de julio la opción fue protestar, con energía, con convicción.
¿Por qué fueron sólo unos pocos? Por cuanto muchos no pudieron llegar. Isis Campos, profesora de Comunicación Colectiva, lo dijo con toda claridad: ella estaba en matrícula, y aunque deseaba estar allí, no podía ausentarse.
Pero luego de meditar afirma que hace 20 años a ella le tocó echar a más de un político, y que ahora el turno era de esta generación.
La Rectora dijo que podrían haber sanciones, algo que su jefa de prensa, Lupita Flores, aseguró que apenas se está contemplando.
La pregunta es ¿por cuál motivo?, ¿Por rechazar un candidato presidencial? ¿No se rechazan también ante la papeleta, al escoger sólo uno de entre muchos?
Esta vez ocurrió eso mismo, pero en vivo. Y al igual que ese día, 26 años antes, cuando la hermana Nicaragua dijo no al hombre que mandaba su país, ahora una pequeña parte de Costa Rica hizo lo mismo.
Y no fue cualquier parte, fueron los universitarios, los que saben defenderse.
*Estudiante de Comunicación Colectiva.
Oda contra el TLC
Lalalala (x15)
Les voy a contar lo que va pasar
cuando el TLC se llegue a firmar
que nos va ayudar nos hace creer
pero en realidad nos van a… joder.
¿Y los herbicidas quién los va a comprar?
¿Y las medicinas quién las va a pagar?
Sabemos que el pobre no tiene la plata
para defenderse y para competir
con este tratado sin plata y sin brete
todos a New Jersey nos vamos a ir.
Cuídese muy bien, no se vaya a enfermar
para medicinas no le va a alcanzar
¿y si no firmamos, qué nos va a pasar?
que la deuda externa nos van a cobrar.
Sabemos que el pobre no tiene la plata
para defenderse y para competir
con este tratado sin plata y sin brete
todos a New Jersey nos vamos a ir
Todos lo genéricos van a eliminar
todos los creativos van a fracasar
con este tratado los beneficiados
son los poderosos de la sociedad
yo mejor me callo porque a los que hablan
ya los han callado por decir verdad
¿y si no firmamos, qué nos va a pasar?
que la deuda externa nos van a cobrar
con este tratado los beneficiados
son los poderosos de la sociedad
yo mejor me callo porque a los que hablan
ya los han callado por decir verdad
yo mejor me callo porque a los que hablan
ya los han callado por decir verdad
Lalalala (x15)
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Música: Geovanni Barrantes
Letra: Samantha Coto
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