Increíble y atroz, el desliz de Oscar Arias en la entrevista que le hiciera Diario Extra recientemente, y que aparece publicado bajo el título ARIAS RENUNCIARÍA A SALARIO O PENSIÓN de la periodista Marcela Villalobos Ramírez. A la pregunta  «¿Piensa que habrá segunda vuelta electoral? el Nobel pacífico respondió despectivamente: «Pienso que ganamos por el 50% en la primera vuelta electoral, si Dios quiere y los costarricenses también, aunque prefiero a los segundos que son los que van a votar». O sea, devaluó a DIOS porque no vota! (La misma se puede leer en www.diarioextra.com  Sección de Nacionales del 18 de Julio de 2005).
 
Pero, resulta que no es la primera vez que Oscar Arias sale con expresiones similares ni es sólo Dios quien no es importante para él. El 04 de Abril del 2004, en el Suplemento cultural Ancora de La Nación, en la Sección ¿QUÉ ESTA LEYENDO?… dijo textualmente lo siguiente: «Leo libros muy raros, entonces puede sonar un poco arrogante y como cada domingo me dan palos por eso… Leo tres libros en inglés: Genios. Un mosaico de cien años de vidas creativas ejemplares, de Harold Bloom, que leo cuando no tengo nada que hacer y trata de personas que él considera genios, como Octavio Paz, García Lorca, etc; una joya del historiador militar John Keegan, llamada Churchill, pues es capaz de decir cosas nuevas sobre el líder inglés; y de Zpibigniew Brezezinski (sic), el asesor de Carter, un tipo muy al día, su libro más nuevo The choice: global domination or global leadership, obviamente sobre Estados Unidos. Los libros no son para terminarlos, como los matrimonios, sino para disfrutarlos». (Esta cita se puede leer en www.nacion.com Ancora 04 de Abril 2004). Ambos subrayados son míos, y sinceramente creo que los dos son dignos de ser publicados en Aunque Usted no lo Crea de Ripley´s.
 
Con esta forma tan «peculiar» de pensar de Oscar Arias se nos ha convertido en una verdadera «cajita de Pandora». ¿Con qué más nos irá a sorprender? Me parecen horrorosas ambas expresiones, porque siempre he creído que Dios es lo primero y lo más importante en nuestras vidas, y que el matrimonio es la institución que basada en el amor a Dios sirve de sostén a la familia. Estas desafortunadas declaraciones son una absoluta falta de respeto a un pueblo que siempre se ha caracterizado por su fe.
 
¿Serán senilidades estas salidas del pacífico Nobel o, por el contrario, habrá congruencia entre su pensamiento y su verbo?  Con la metamorfosis que ha sufrido Oscar, de él podremos esperar cualquier otra «sorpresa».