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Lisbeth Quesada Tristán: Una guerrera llegó a la Defensoría

Lisbeth Quesada: » Vamos a ver qué hay que cocinar en la Defensoría y en el país»

Lisbeth Quesada: » Vamos a ver qué hay que cocinar en la Defensoría y en el país»
Su traje rojo combinaba con todo, con su entusiasmo, sus ganas de trabajar, su fuerza de carácter y su forma llana y directa al hablar. Así es la nueva Defensora de los Habitantes, Lisbeth Quesada Tristán, quien trató de mostrar que será una verdadera «guerrera» en la defensa de los derechos de la población.

La Defensora sostuvo una larga conversación con UNIVERSIDAD durante su segundo día al frente de la institución, luego de que la Asamblea Legislativa la nombró para sustituir a José Manuel Echandi, tras tres rondas de votación en la sesión del 3 de agosto.


 

¿Cómo se da su llegada a la Defensoría de los Habitantes?



– Nunca se me habría ocurrido esto, ya que no he desempeñado ningún cargo en la administración publica relacionado con la política, o con un candidato o partido; solo he estado en la administración pública dentro de la seguridad social.

Un grupo de amigos «embarcadores» me dijeron que me postulara para la Defensoría, que se cerraba la postulación y yo dije: ¿qué voy  a hacer a la Defensoría?  Ellos me retaron con palabras que yo misma había dicho, por ejemplo: «el mal avanza cuando los buenos no hacemos nada».

Fue una elección sin presiones políticas, dicen que el que nace para martillo del cielo le caen los clavos, y aquí estoy, salí elegida en la tercera votación.



¿Qué tal el primer día al frente de la Defensoría?



– Me recibieron muy emotivamente, lo cual me llena de expectativas, siento que fue como un encantamiento de ambos lados. Vengo con muchas ganas, y ayer hice el recorrido me fui enamorando de todo lo que hace la Defensoría y de todos los proyectos que la gente me ponía al tanto. Esta Defensoría es un gran «paraguas» para los habitantes, esperamos que así sea, la gente que trabaja aquí tiene mística. Tomé mi «Excalibur» (espada) personal y espero que cada uno vaya tomando la suya porque somos guerreros, somos peleadores, somos defensores.



¿Cual será su sello en la Defensoría?



-Va a ser una defensoría de puertas abiertas, con muchos ojos abiertos hacia fuera y hacia adentro. La Defensoría hará un mejor trabajo en la medida en que hacia adentro esté muy bien. La labor que quiero hacer va tener mi sello. No puedo dejar de ser médica, no puedo dejar esa sensibilidad a la angustia, a la crisis, al dolor, eso es parte de mí, ese es el sello que quiero que la defensoría tenga.



Sabemos que el área de la salud es su fuerte, ¿cuáles son su debilidades?



– Nunca he tenido problema en pedir ayuda, ni en decir no sé, porque cuando no sé, no bateo; porque cuando bateo en mi campo, la medicina, «me puedo llevar a alguien», entonces lo correcto es decir «no sé y necesito ayuda».

La defensoría tiene un equipo técnico de lujo, aquí la gente sabe mucho y está bien preparada, no se pide en esta figura que sea una sabelotodo.

Espero hacer un buen trabajo mientras esté aquí, porque no voy para una diputación, quiero regresar a mis chiquitos y al Hospital Nacional de Niños; tampoco voy a poner mi nombre para la reelección en este puesto, vine aquí por cuatro años y lo tengo muy claro.



¿Qué significan para usted las poblaciones vulnerables, como las de niños, indígenas y adultos mayores?



– Las poblaciones vulnerables son mis preferidas, pues son dejadas de lado por la administración pública. Quienes por falta de recursos, por lejanía, son más necesitados, que la están viendo fea, tendrán mi atención.

Todas las personas que lleguen a la Defensoría serán atendidas, pero hay sectores más vulnerables que requieren atención inmediata. No estoy sola, ni me siento sola, tengo este equipo técnico que cubre prácticamente todas las áreas y que están trabajando para el pueblo de Costa Rica.



¿Cómo va a manejar su relación y las posibles confrontaciones con las jerarquías de la administración pública?



– Yo manejo las cosas por procesos, creo que la negociación y el diálogo son muy importantes, y cuando esas cosas se acaban hay que dar el siguiente paso: si hay una circunstancia que requiere confrontación, la haremos, pero sería el último recurso.

El diálogo es fundamental en el trabajo de la Defensoría, porque es una magistratura de influencia. ¿Con qué autoridad se para la Defensoría? Con la solvencia moral que tiene y con la legalidad.

Nadie quiere estar en entredicho con la Defensoría, a nadie le gusta, aunque sus pronunciamientos no sean vinculantes.



¿A qué proyectos de la gestión anterior va a dar continuidad?



– Estamos trabajando en la Red de Transparencia Institucional, ayer nos dieron buenas noticias respecto al trabajo que se está haciendo; todo lo que hizo y dejó don José Manuel, doña Sandra y don Rodrigo Alberto no se puede perder. No es mi estilo venir a arrasar, yo valoro mucho la experiencia, mucho las canas y el trabajo de las demás personas. Nada que Echandi haya hecho que sea de impacto para la población, va a dejarse de lado.



Si el Tratado dee Libre Comercio llegara a la Asamblea Legislativa se espera una clima de gran efervescencia social. Ante este y otros conflictos ¿cómo vislumbra su papel como mediadora?



– Habrá que educar, pues hay un poco de confusión respecto del Tratado de Libre Comercio, uno oye hablar aquí y allá de cosas diferentes y en realidad no conoce. ¿Cómo puede uno aceptar o rechazar algo que desconoce? La Defensoría está dentro de la legalidad y desde ese punto de vista seremos negociadores, educadores para dar a conocer, y estaremos como siempre con los y las habitantes.



¿Cómo es su relación con los medios de comunicación?



– ¡Ah buenísima!, siempre ha sido excelente, nunca hubiésemos podido hacer todo lo que hicimos con los cuidados paliativos, ni desarrollado todo lo que se promovió si la prensa no hubiera ayudado. Algún día, en general, habrá que darle un reconocimiento a la prensa, porque en una democracia juega un papel muy importante.



Usted que viene del sector salud, ¿cuáles son las principales deficiencias y necesidades de este sector?



– El denominador común es el dinero, creo que no hay ninguna institución publica en este momento a la que no se la haya recortado presupuesto, es una crisis generalizada.

La seguridad social en Costa Rica es un tesoro, con los «chorizos», con el hospital Calderón Guardia quemado, con la falta de plata, con el recorte de presupuesto.

Parte de mi visión como defensora es también defender la institucionalidad, porque eso nos garantiza la paz. La seguridad social tiene muchos problemas, pero tiene que ser apoyada y defendida.



¿Cuáles son sus prioridades inmediatas?



Hay dos: la educación y ver que está pasando a lo interno de la Defensoría, no porque esté pasando nada malo, pero sí en términos de motivación, en términos de saber más del trabajo de la defensoría, los que están aquí adentro son los defensores, yo soy la recién llegada y vengo a aprender. Hay que ver las prioridades de cada área, y empezaremos a sacar este trabajo. El quehacer nacional irá trayendo los insumos para trabajar.



¿Cuál es su mensaje a los y las habitantes?



– Esta es la casa de los y las habitantes de Costa Rica, vamos a trabajar para defender sus derechos; ese es el enfoque y la razón de existir de la Defensoría, y vamos hacerlo lo mejor que podamos. Ya estamos enamorados del trabajo, y sobre todo de la transparencia, pues soy directa, frontal, y excelente negociadora.

Una doctora enamorada del teatro y la historia
La Doctora Lisbeth Quesada Tristán, nueva Defensora de los Habitantes, nació en Guadalupe, Goicoechea, hace 53 años. Vive en Escazú y es madre de dos hijos.

Sus grandes pasiones son la historia, el teatro y la medicina; lo cual la puso ante una difícil decisión al ingresar a la Universidad de Costa Rica en 1970, a la cual le tiene profundo cariño y agradecimiento.

Llevó las carreras de  teatro y geografía, pero la inquietud por la medicina se hizo más fuerte y en 1975 entró a esta carrera..

Trabajó como actriz profesional por 10 años, y le faltó un semestre para terminar historia y geografía.

Fue la primer médica que se capacitó en Estados Unidos en cuidados paliativos, por lo que a su regreso a Costa Rica, fue la precursora de esta especialidad en el país. Inició sus labores de educación en cuidados paliativos en la Caja Costarricense del Seguro Social, y posteriormente se hizo cargo del programa en el Hospital Nacional de Niños.

  • Javier Córdoba 
  • País
DemocracySeguro Social
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