A las personas que llevan el programa MATEM en secundaria, se les facilita aprobar los cursos de matemática en la U.(Foto con fines ilustrativos)
El estudiantado de los colegios privados sacó una clara ventaja sobre los centros educativos públicos, según el diagnóstico de la enseñanza de matemática realizado en la UCR.

Solo un 20% de las personas que presentaron la prueba de diagnóstico en esa materia, obtuvieron notas superiores o iguales a 70; los mejores resultados pertenecen a egresados de colegios académicos privados y semiprivados, según el estudio de la Escuela de Matemática.

De las personas cuya calificación de la prueba fue entre 70 y 100, 71% provienen de colegios privados y un 29% de colegios públicos.

Así mismo, mientras 36.1%  y 18.5 % de los estudiantes de colegios académicos privados diurnos y semioficiales diurnos aprobaron el examen, respectivamente; solo un 10.5%. del estudiantado de los académicos públicos diurno lo hicieron.

Tal situación se repitió de forma más drástica con alumnos de colegios de artes privados, pues ninguno pasó el examen. Y fue aún peor para el estudiantado proveniente de colegios de artes oficiales diurnos, ya que el 100% de quienes aplicaron la prueba, obtuvieron notas inferior a 50.

La situación tampoco mejoró para jóvenes provenientes de colegios oficiales nocturnos y de los oficiales técnicos, pues sólo alcanzaron superar la nota mínima el 3.7% y  6.3% de quienes hicieron el diagnostico, respectivamente.



POSIBLES CAUSAS



Carlos Arce, autor del estudio, argumentó que la falta de recursos de los centros educativos públicos para contratar a los mejores profesores incide en estos resultados, lo cual no ocurre en los privados.

Aunado a esto, el Ministerio de Educación Pública (MEP) no pide cuentas a los educandos sobre la calidad de enseñanza que brindan; «el MEP es un mal patrón, no exige ni pide cuentas a los profesores, entonces ellos solo entregan promociones», manifestó Arce.

Agregó que en los colegios privados «se apuntan al máximo esfuerzo, mientras que en los públicos, solo van por el mínimo», lo cual se refleja en el tiempo que brindan a cada lección, pues mientras la educación pública otorga entre 30 y 35 minutos, el privado imparte 50 minutos.

Así también, expresó que mientras en los privados la cantidad de estudiantes por aula es cerca de 25 personas, en los públicos es de hasta 45 estudiantes, lo cual dificulta impartir la clase.

Además, enfatizó que en la mayoría de los centros públicos hay una cultura del «pobrecito», es decir, que «los padres y madres de familia no quieren que los profesores les exijan mucho a sus hijos, y si lo hacen se quejan ante el MEP y este les da la razón».

Destacó que existe una política mal diseñada pues el plan de trabajo que emite a los colegios públicos es solo para cumplir un objetivo, no para ir más allá.

Por su parte, Asdrúbal Duarte Esquivel, profesor de la Escuela y Director del Departamento de Enseñanza de Matemática, subrayó que otra de las causas es la mala preparación de los profesores de esa disciplina en algunas  universidades privadas, ya que «no saben nada, solo les dan los títulos».



PROGRAMA SALVA



Más del 90% de los estudiantes que llevaron el programa MATEM obtuvieron notas perfectas o muy cercanas a 100. Mientras que un 88% de quienes no cursaron este programa en el colegio, perdieron la prueba de diagnóstico, hecha por la Ecuela de Matemática de la UCR.

El MATEM es un curso que coordina la Escuela de Matemática de la UCR en conjunto con docentes de esa materia de los colegios interesados en participar de la iniciativa.

Este plan, que tiene 20 años de aplicarse, consiste en impartir al alumnado de secundaria los cursos de matemática elemental y cálculo I . Además, permite que jóvenes de secundaria tengan una mejor preparación en dicha asignatura y adelanten los cursos universitarios; en caso de aprobarlos son acreditados una vez que la persona ingresa a la UCR.

Según reveló Duarte Esquivel, para este año 53 colegios participan en el proyecto, y el 80% de estos son privados.

«Esto es por una razón de recursos» comentó Duarte, pues el personal docente debe trabajar más horas, las cuales no se pagan en los públicos.

Además, requiere de mucha dedicación de la parte docente. «Algunas personas no están preparadas para dar MATEM, en especial aquellas que se gradúan de universidades privadas».

Situación contraria ocurre en los colegios privados, ya que éstos pagan a los docentes por brindar los cursos, pues ven una forma de promocionar el rendimiento del colegio, y así atraer más matrícula. «Para los privados participar en este plan es algo más que se ofrece a los padres y madres de familia».

Duarte recalcó la importancia de que los colegiales cursen este programa, pues «más del 95% de las personas que llevaron MATEM en el colegio, ganan cualquier materia en la Universidad».

Aseguró que esta situación se reflejó en el resultado del diagnóstico, ya que de quienes aprobaron Matemática elemental con MATEM, 63.8% pasó dicho examen. Ello también favoreció a quienes aprobaron cálculo I con este programa, pues el 96.6% ganó el diagnóstico.

Hay diferencias
«Hay una gran diferencia entre los colegios públicos y los privados», argumentó Cris Montoya Monge, estudiante de primer año de la carrera de Física, quien se graduó de un centro privado, aunque cursó los dos primeros años en uno público de la zona sur.

Explicó que los cursos de cálculo de la UCR no le plantearon problema alguno, sin embargo, varios compañeros que continuaron en el centro público los repitieron; «si yo hubiera seguido allá, tal vez tendría un nivel más bajo».

Por su parte, Elsie Medina Porras, alumna de primer año de Administración Pública y graduada de un colegio público, consideró que la enseñanza de matemática «era mediocre porque se limitaban a enseñar solo lo que teníamos que saber y de forma muy mecánica, con ayuda de la calculadora». Ello le dificultó aprobar al curso de matemática elemental.